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martes, 18 de marzo de 2014

El Besapiés del Stmo. Cristo de la Buena Muerte según Andy Fresno


En la colegiata de San Hipólito, la Hermandad de la Buena Muerte celebró el Solemne y Devoto Besapiés en honor de su Imagen Titular, el Stmo. Cristo de la Buena Muerte. La Imagen se situaba en su habitual capilla, bajo la mirada de su Madre, la Reina de los Mártires, y rodeado de un sencillo y elegante montaje de cultos.


La Hermandad de Nazarenos Congregantes del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora Reina de los Mártires hace estación de Penitencia en la Madrugada del Viernes Santo en Córdoba. La imagen del Señor es obra de Antonio Castillo Lastrucci en 1945 y ha sido restauradas por Francisco Peláez del Espino en 1984 y por Miguel Ángel González en 1991. La Virgen también es obra de Antonio Castillo Lastrucci en 1945, restaurada también por Francisco Peláez del Espino en 1985 y por Miguel Ángel González en 1990.



Un grupo de jóvenes profesionales, mayoritariamente médicos y abogados de la alta sociedad cordobesa funda esta hermandad en el año 1943, conformando su primer cabildo de oficiales, a cuyo frente se hallaba el prestigioso médico don Enrique Luque Ruiz. La extracción social de sus fundadores y la ubicación en pleno centro de la ciudad de la Colegiata de San Hipólito dieron a la hermandad una imagen elitista, que, aunque pocos años después ya no se correspondía con la realidad, ha sido lastre permanente de su historia. En el año 1944 se aprueban sus primeros estatutos por el obispo Pérez Muñoz, integrándose desde entonces su escudo de armas como un elemento más de la heráldica de la hermandad. Los primeros esfuerzos se centraron en conseguir los enseres imprescindibles y en la incorporación de la talla del Crucificado, obra en madera de cedro que se encargó a uno de los imagineros más reconocidos de la época, el sevillano Antonio Castillo Lastrucci. quien también realizaría más tarde la imagen de Nuestra Señora Reina de los Mártires.


En la madrugada del Viernes Santo de 1946 la hermandad realiza su primera estación de penitencia, sólo con el paso de Cristo, obra también del propio Lastrucci, inaugurando así una nueva jornada cofrade en la Semana Santa de Córdoba. Aquella salida de 1946 tuvo como prólogo el nombramiento de José María Pemán, pregonero de la Semana Santa de aquel año como hermano de la corporación. Durante la década de los cuarenta la hermandad realizó un recorrido circunscrito básicamente al centro de la ciudad, con salida de San Hipólito a la una de la madrugada y entrada al itinerario oficial hora y media más tarde, llamando siempre la atención lo acabado de su guión procesional. Buena parte de culpa tuvo en ello su hermano mayor fundador, a quien la hermandad de Pasión reconocía su valía en 1950 al otorgarle la medalla al mérito cofrade que entonces concedía.


En el año 1951 se produce la primera salida del paso de palio de la Reina de los Mártires, una verdadera maravilla artística en muy poco tiempo concluida, y que combinaba lo mejor del genio creador de dos de los artistas más prestigiosos del arte cofrade contemporáneo, el orfebre Jesús Domínguez y la bordadora Esperanza Elena Caro. A lo largo de los años cincuenta la cofradía es una de las de vida más pujante, favorecida por el semillero de las Congregaciones Marianas, del que se nutrieron sus filas hasta entrados los ochenta.


Aunque siempre se asocia a esta hermandad con la madrugada del Viernes Santo, alteró su día de salida en los años 1961 y 1962, debido a las modificaciones del itinerario oficial, trasladado a la Judería y el patio de los Naranjos de la Santa Iglesia Catedral. En ambas ocasiones pasó a ser la primera hermandad de la tarde del Viernes Santo, saliendo de la Colegiata a las seis y media de la tarde y entrando en el palco de horas a las ocho y media. En el año 1963 suspendió su salida por la lluvia y en 1964 vuelve a la madrugada penitencial. En el año 1973,y con los debidos permisos del Obispado y Agrupación de Cofradias, salió en la tarde-noche del Jueves Santo entrando en carrera oficial en penúltimo lugar.Dado que este hecho produjo cierta friccion con la Hermandad de Ntra Sra de las Angustias,por motivo de horarios e itinerario, y a fin de evitar esta situación nada deseable entre Hermandades,el Hermano Mayor Francisco Berchez,reunio a la junta de gobierno y se acordo volver al horario habitual en carrera oficial en la madrugada, aunque saliendo de su templo a las once de la noche.


En el año 1978 la hermandad debió de salir solo con el paso de Cristo, debido a que 30 minutos antes de su salida procesional, el capataz Muñoz, comunicó al hermano mayor, Francisco Berchez, que los costaleros profesionales solicitaban un incremento económico de lo estipulado en el contrato ya firmado de 50 ptas por persona, amenazando incluso con impedir la salida de las imágenes congregándose en la puerta del templo, si no se accedía a sus pretensiones. El hermano mayor, después de consultarlo con su Junta de Gobierno, decidió no tolerar esta coacción, y se pidió ayuda a costaleros de otras hermandades, reuniéndose en total los suficientes para poder procesionar con la imagen de Cristo, y dejando a Nuestra Señora en su templo. Eran los años en los que las cuadrillas de hermanos estaban poniendo punto y final al viejo sistema de cargadores, y en ese ambiente la Semana Santa de este año resultó extraordinariamente polémica. A partir de entonces la hermandad cuenta con hermanos costaleros.


Con el acceso al cargo de hermano mayor de Lorenzo Domínguez se incorporan a la dirección de la hermandad un importante número de miembros procedentes de la cuadrilla de hermanos costaleros, de la que, desde mediados de los 70, disponía la cofradía. En el año 1982 accede al cargo de hermano mayor Antonio Miguel Capdevila Gómez. Con él se produce un cambio importante ya que aunque se mantienen miembros de mayor edad que ya habían estado en directivas anteriores o incluso de incorpora a alguno de los cofrades de mayor antigüedad en el censo de la cofradía, la mayoría de los componentes de la nueva Junta no sobrepasa los treinta años de edad. En estos años se procura la hermandad de jóvenes procedentes de movimientos alentados por la Compañía de Jesús que sirvan de sustitutivo a la antigua cantera de las Congregaciones Marianas, que acababan de desaparecer; así sucederá, sobre todo con los Montañeros de Santa María. Dentro de esta dinámica se inserta el Rosario de la Aurora de la Juventud realizado en 1982, una de las escasas ocasiones en las que la Reina de los Mártires ha dejado su colegiata de San Hipólito. También en estos años e afronta las necesarias restauraciones de las tallas de ambos titulares realizadas por Francisco Peláez del Espino (1984-85), la del paso de Cristo realizada por Ignacio Torronteras en el año 1984. En el año 1984, por cabildo de oficiales, se nombra hermanas de la Buena Muerte al resto de las cofradías cordobesas.

Bajo el mandato de Lorenzo de Juan Luque se procederá a una nueva restauración de los titulares, se comenzará a realizar en el año 1990 la estación de penitencia en la Santa Iglesia Catedral y se llevarán a cabo las celebraciones del Cincuenta Aniversario Fundacional en las que además de una extensa relación de cultos y actividades formativas, tuvo lugar el pregón conmemorativo, a cargo de don Manuel J. Sánchez Fernández, quien años atrás había pronunciado el juvenil de la hermandad.

Aunque la hermandad admite en su seno hombres y mujeres, no es hasta el año 2004 cuando se aprueba que las mujeres puedan hacer estación de penitencia en la madrugada del Viernes Santo vestidas con túnicas de nazareno. La lluvia de ese año impidió que se produjese la incorporación de las mujeres a las filas de nazarenos, produciéndose esta incorporación en la madrugada del año 2.005



Otro hito importante ocurre en el año 2.005, cuando con motivo de la celebración del Año de la Eucaristía y del XVII Centenario de los Santos Mártires, las Cofradías cordobesas decidieron realizar una Peregrinación Jubilar a la ahora Basílica Menor de San Pedro donde se encuentran los restos de los Santos Mártires cordobeses San Acisclo y Santa Victoria. Dicha peregrinación que se celebraró el día 19 de noviembre de 2005 estuvo presidida por Nuestra Señora Reina de los Mártires en su paso de palio y a ella se invitó a participar a todas las Hermandades y Cofradías de la provincia de Córdoba.


En el año 2.013, un hermano de la corporación, Juan Luis Sevilla Bujalance, profesor de Derecho Civil en la Universidad de Córdoba, es designado Pregonero de la Semana Santa. Nuestra Señora Reina de los Mártires participó en el Vía Crucis Magno que se celebró en Córdoba el 14 de Septiembre de 2013 saliendo de la Real Colegiata de San Hipólito a las cinco de la tarde, acompañado musicalmente por la Banda de Música Julián Cerdán de Sanlúcar de Barrameda en la ida y en la vuelta la Banda de Música María Santísima de la Esperanza de la ciudad califal.













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