Ha permanecido cerrada siglo y medio y ha sido recuperada por la Archicofradía de Jesús Nazareno. Presidieron el acto el arzobispo de Sevilla y los obispos de Córdoba y Bilbao.
Se han celebrado en Lucena el acto de dedicación y la solemne apertura de la nueva iglesia de San Pedro Mártir de Verona , que ha presidido el arzobispo de Sevilla , Juan José Asenjo, y los obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, y del Bilbao, Mario Iceta. Este histórico templo permanecía cerrado desde el derrumbe de la techumbre y ha sido recuperado por la Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. El acto contó con la asistencia del alcalde, Juan Pérez, y miembros de la Corporación local, los vicepresidentes de la Diputación, Salvador Fuentes y Manuel Gutiérrez, el vicehermano mayor de la Archicofradía, Gonzalo Beato, y el arquitecto Manuel Roldán, que ha dirigido los trabajos a lo largo de los últimos ocho años. En esta ceremonia intervinieron la Coral Lucentina, la Schola Cantorum Mater Dei y la Orquesta del Conservatorio, que interpretaron distintas piezas musicales.
Demetrio Fernández explico el sentido que tiene la dedicación de una iglesia y la consagración de su altar y felicitó a los lucentinos por haber logrado la proeza de levantar un templo que llevaba 150 años derruido.Resaltó la labor de la Archicofradía y recordó que la primera piedra la puso el entonces obispo de Córdoba, Juan José Asenjo, y que siguió los trabajos con gran interés el que fuera párroco de Santo Domingo, vicario de la Campiña, vicario general y hoy obispo de Bilbao, Mario Iceta. También se colocaron la reliquias de varios de los Santos Mártires de Córdoba y de San Juan de Avila, que permanecerán en un altar presidido por la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Cerca se encuentra la imagen de Juan Pablo II, obra del imaginero lucentino Francisco Javier López.
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