«Ya nos tocaba una Semana Santa así». José Adrián Cornejo,
presidente de la Junta de Cofradías, Hermandades y Congregaciones de la Semana
Santa de Salamanca resumió ayer con esa frase el sentir mayoritario de una
ciudad que había sufrido durante los últimos años inclemencias de todo tipo
durante los siete días, para muchos, más esperados del año. Aficionados y devotos se felicitaban ayer por las calles
y a través de las redes sociales por el 'pleno' conseguido gracias a las
amables temperaturas que se han vivido estos días. «Cuentan que desde antes de
2002 no había sucedido algo igual», añadió el presidente de los cofrades
salmantinos. Y la verdad es que la memoria se pierde intentando adivinar cuándo
fue, en qué momento se dio la ocasión, la suerte o la predestinación de
conseguir ver las 21 procesiones de la Semana Santa, 22 si se añade el acto del
Descendimiento, sin problemas ni carreras a causa del agua o, incluso, la
nieve.
Este 2014 quedará, por tanto, en el cajón de los años
gloriosos y afortunados, en los que la climatología respetó y recompensó un
trabajo de doce meses que se disfruta un sólo día en la calle. Pese algunas
gotas caídas en la procesión de la hermandad del Silencio en el Sábado Santo y
a la fuerte bajada de temperatura que se pudo notar ayer. De hecho, fueron
muchos los que agradecieron el respiro que otorgaron los termómetros durante el
fin de semana pues el calor que se vivió, por ejemplo, el Viernes Santo durante
el acto del Descendimiento resultó agobiante e impropio de estas fechas.
Poco respeto del público
Estas temperaturas tan cálidas han propiciado además un
aumento en la presencia de público en calles y también de cofrades que han participado
en las procesiones. José Adrián Cornejo dijo sentirse «muy contento» por esta
circunstancia, aunque, apuntó, «es triste como mucha gente sigue sin tener el
respeto adecuado ante las procesiones».
Los aplausos ante la salida de imágenes de luto y
recogimiento y el comportamiento inadecuado ante el paso de los desfiles
entristecen a los que participan de lleno en la Semana Santa, que saben del
trabajo y esfuerzo que se invierten para que las cofradías luzcan en la calle.
Lamentablemente, «poco se puede hacer» contra este mal, que es más una cuestión
de incivismo general de la sociedad que algo concreto que afecte en exclusiva a
la Semana Santa. Algunas hermandades como la sección del Cristo de la
Liberación adoptaron para este año cambios en su recorrido para evitar zonas
problemáticas, como la plaza de las Agustinas, en la que se concentra parte de
la fiesta salmantina los sábados por la noche.
En otro orden de cosas, José Adrián Cornejo destacó, de
entre la amalgama de circunstancias de esa Semana Santa, la presencia del
ejército en alguna de las procesiones.
«Es un dato muy positivo para la Semana Santa contar con el apoyo de las
unidades militares con presencia en Salamanca, como el regimiento de Ingenieros,
cuya banda acompañó el desfile del Cristo Yacente, o las escoltas de la Guardia
Civil y de Matacán en las procesiones de Amor y Paz, Via Crucis o Dominicana».
También la Policía Nacional ha participado en varias procesiones, con agentes
que abrían el paso vestidos con el uniforme de gala.
Finalmente, el presidente de la Junta de Cofradías no dejó
de referirse al desarrollo general de la tarde del Viernes Santo que, como se
recordará, contó por primera vez con cuatro procesiones independientes tras la
disolución hace dos años de la procesión general del Santo Entierro. Sin querer
entrar mucho en materia, pues espera un pleno de valoración de la Semana Santa
en la que esta cuestión se tratará en profundidad, Cornejo afirmó que el
Viernes Santo «salió bien, pese a los taponamientos circunstanciales que se
dieron quizás por la falta de coordinación de las cofradías». Para el futuro queda mejorar en ese aspecto
para conseguir que la tarde del viernes no esté protagonizada por conflictos
entre hermandades, y para terminar de depurar los tiempos de los que dispone
cada procesión en su recorrido.