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martes, 20 de mayo de 2014

Carlos M. Olivares Blanco nuevo Hermano Mayor del Cister


Blas Jesús Muñoz: El período electoral en nuestras corporaciones va cobrando forma. Así, el pasado sábado 17 de mayo tuvo lugar el Cabildo de Elecciones de la Hermandad de la Sangre, donde ha sido elegido como nuevo Hermano Mayor Carlos M. Olivares Blanco.

Olivares releva en el cargo a Carlos Rubio en el cargo. Este último nos concedía una interesante entrevista -firmada por Raquel Medina-, la pasada Cuaresma. 

A continuación os dejamos con la misma:

La Plaza de Capuchinos era un ir y venir de cordobeses, foráneos y curiosos ayer a la caída de la tarde. Eran las 19:30 horas, cuando el Señor de la Sangre, salió a mi encuentro. Tras el rezo ante la Imagen, el encuentro con Carlos Rubio, Hermano Mayor de la Hermandad Sacramental, Seráfica y Cisterciense de Capataces y Costaleros de la Santa Cruz y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Conversión, Nuestro Padre Jesús de la Sangre en el Desprecio del Pueblo, Nuestra Señora Reina de los Ángeles en sus Misterios Gozosos y Dolorosos y San Juan Evangelista, que nos estaba esperando en el huerto del convento.

Como era de esperar, por el día tan importante que era, se encontraba, junto con su Junta de Gobierno, ultimando los últimos flecos del Vía Crucis del Señor.

Pregunta (P): ¿Es usted cofrade nacimiento, de herencia?

Respuesta  (R): Sí, cofrade de familia. Mis padres, mis hermanos..., todos somos cofrades.

P: ¿ Cómo espera la Semana Santa?

R: Plena. Auténtica. Me gustaría que se realizaran Estaciones de Penitencia sin contratiempos. En definitiva, una Semana Santa que llevamos años sin vivir.

P: ¿Císter o Sangre?

R: Císter, aunque Císter y Sangre es lo mismo. Sí es verdad, que los que llevamos más tiempo seguimos utilizando Císter, es el origen de la Hermandad, su cuna. Esta Junta de Gobierno, en la que soy sólo "Primus inter pares", uno entre mis iguales, ha tratado de recuperar la denominación de Císter.

P: ¿Echa de menos el Convento del Císter?

R: Personalmente claro. Estamos hablando de mediados de los años 80, de un chiquillo de unos 13 ó 14 años. Era un lugar que, al abrirlo tan poco, con un cierto horario, lo envolvía una especie de magia. Recuerdo las cuadrillas de costaleros, los Vía Crucis... En definitiva, la Hermandad no se debe olvidar de sus orígenes, sólo así, encontrarán su identidad.

P: ¿Qué vinculación existe entre la Hermandad y, quien durante muchos años, fue su alma mater, Fray Ricardo de Córdoba?

R: Excelente. Sigue muy vinculado a la Hermandad. De hecho, sigue orientándonos artísticamente. Se le pidió opinión y colaboración cuando se presentó la redimensión del Palio. Como podéis ver, una relación cariñosa.

P: Estamos acostumbrados a exaltaciones de saetas, de costaleros... ¿Cómo se le ocurrió a la Hermandad hacerlo de la figura del nazareno? ¿ Cuál ha sido la respuesta de la Córdoba cofrade?

R: Para ser exactos, debemos remontarnos dos años atrás, que es cuando nace la idea. Y nace, porque vemos la necesidad de hacer ver que salir de nazarenos es una cita ineludible para cualquier cofrade. Aquí, en Córdoba, no existe esa tradición de familias enteras salieron de nazarenos, no es un "papel" arraigado, sin embargo, pensamos que el ser nazarenos, la figura del nazareno, debe ser una referencia para los hermanos de cualquier hermandad.

P: ¿ Cómo le explicaría a los jóvenes que hacen Estación de Penitencia con costal y faja, la importancia de coger el capirote cuando decidan dejar la trabajadera?

R: Esta Hermandad está muy vinculada con la aparición de las cuadrillas de hermanos, por lo que no veo la dicotonomía de costalero malo, nazareno bueno. Tenemos que educar a ambos, orientarlos. Antes de ser costaleros, nazarenos..., se es hermano.

Personalmente no creo en los hermanos costaleros obligados.Uno tiene que hacerse hermano por convicción, para ver todo en plenitud; que la Cofradía es desde la Cruz de Guía hasta el último fleco del manto de la Virgen.

Cuando una Hermandad apuesta por lo fácil, no ve lo que está dejando en manos ajenas. Cuesta mucho trabajo crear, pero todo aquello que merece la pena, cuesta trabajo, mucho trabajo.

P: ¿Cree qué existe total entendimiento entre hermandades e iglesia?

R: Total no, aunque cada vez más. Hace falta acercar posturas. Las hermandades deben hacer el esfuerzo para no perder la esencia eclesial, y la Iglesia debe esforzarse por conocer más las hermandades, que no se queden en lo superfluo.

Las hermandades somos el hilo delgado que acercamos las personas a la religión, a la Iglesia, pero es ésta quien debe mantenerlos.

P: Cuéntenos algún recuerdo especialmente significativo.

R: De estos ocho de mandato, me quedo con la llegada del Santísimo Cristo de la Conversión a Capuchinos en 2009. El ir a recoger a nuestro Titular al taller de Antonio Bernal. El recibimiento de los frailes capuchinos en la puerta y sobretodo, el querer que presidiera el Altar Mayor.

Recuerdos que son imborrables.

P: Un sueño

R: El palio bordado.

P; Una marcha

R: Ángeles del Císter.

P: Hay una teoría defendida por ciertos sectores de la Córdoba cofrade que piensa que hay hermandades con  un enorme potencial que deberían seguir el camino marcado por la Cena que dejó el Casco Histórico, para asentarse en un barrio moderno con el crecimiento conocido por todos. ¿Qué opina de que su hermandad esté en casi todas las quinielas?

R: No es nuestro caso. La Hermandad del Císter está muy identificada con su ubicación. Este es nuestro sitio. Ni somos, ni podemos ser una Hermandad de barrio. No podemos ir en contra de nuestra identidad. Es más, durante el éxodo que vivimos por la restauración del convento, la Hermandad se encontraba desubicada.

P: Ha habido algún malentendido, por parte de algunos sectores, por ilustrar el cartel de la I Exaltación al Nazareno con el hábito que aún está en proyecto, ¿cree necesario aclararlo?

R: En el Cabildo de Hermanos quedó explicado. No quisimos identificar a ninguna Hermandad de la ciudad, pues lo que queríamos transmitir era la idea de cofrade.

No podemos hablar ni tan siquiera de proyecto de hábito, sino una propuesta de recuperar el hábito de las monjas cistercienses.

Cuando las hermandades se van haciendo adultas, es bueno que piensen, que se paren a reflexionar sobre ellas mismas.

P: Por último Carlos, ¿cuál es el lugar más especial para ver la Cofradía del Císter?

R: La Plaza de las Dueñas. Por su casa. Vuelve a su cuna. En todas las salida, la Hermandad tiende a irse para allá. Como he dicho antes, hay que buscar siempre el origen.

P: Muchas gracias, Carlos.

R: Gracias a vosotros.





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