A continuación reproducimos la entrevista realizada por José Gómez Palas, para El Correo de Andalucía, a Carlos Borrellier, Presidente del Consejo de Hermandades hispalense.
El presidente del Consejo, Carlos Bourrellier, establece la
hoja de ruta para que las hermandades redistribuyan los tiempos de paso de
forma equitativa.
Pregunta (P): ¿Reducir la Semana Santa a
números y estadísticas no es correr el peligro de trivializarla?
Respuesta (R): La Semana Santa no se ha reducido
a simples números en ningún momento. Lo único que se ha pretendido es tener un
documento de trabajo para que las hermandades vieran reflejado el tiempo de
paso de que disponen y cuál es la forma en que pasan por Carrera Oficial. El
estudio es muy exhaustivo y es algo que debíamos de hacer porque estábamos
viendo que cada vez había más problemas. Hay hermandades que se sacrifican más
que otras, que andan más rápidas, y debe imperar un principio de justicia que
sólo se consigue con un reparto equitativo de los tiempos.
(P): ¿Por qué no se ha hecho público
el informe? ¿Qué había que temer?
Aunque sabíamos que iba a ir
saliendo a la prensa, hemos pretendido que primero lo conocieran los hermanos
mayores porque ese estudio se ha hecho para ellos. Era un documento de trabajo
interno para los hermanos mayores y diputados mayores de gobierno, por eso no
se ha entregado directamente a la prensa. Las hermandades deberán ahora
analizar cuál es su comportamiento dentro de la jornada y, a la vuelta de
vacaciones, cada delegado se reunirá con los hermanos mayores de su día para
sacar las conclusiones oportunas. Pretendemos que sean los propios hermanos
mayores los que negocien el reparto equitativo del tiempo de paso dentro de un
principio de justicia, y no que unas pasen desahogadas y otras que sufran
cierta asfixia. No podemos esperar a que pasen diez años, ocho años o seis años
y nos enfrentemos a problemas realmente graves. Hay que poner los medios ahora
para que en el futuro no nos tengamos que arrepentir de no haberlo hecho a
tiempo. Queremos que para la próxima Semana Santa este problema esté resuelto.
(P): ¿Básicamente, qué ha demostrado
este conteo?
(R): Que hay hermandades que han
crecido mucho y hay otras que han decrecido o se han mantenido, por lo que los
tiempos de paso no están ahora equitativamente repartidos.
(P): ¿Se ha llevado alguna sorpresa?
(R): Sí, me he llevado sorpresas con
algunas hemandades que últimamente estaban creciendo y han tenido un
estancamiento y otras que parecía que estaban estancadas y han explotado en estos años y han crecido de
una forma importante. El número de participantes globales de la SemanaSanta ha
aumentado casi un 20% desde el último conteo. Eso quiere decir que la Semana
Santa está viva y que los hermanos participan de una forma efectiva en la
salida de sus hermandades.
(P): El crecimiento de la Macarena ha
sido espectacular…
(R): Sí, sí. Es espectacular, de lo
cual nos alegramos. De una forma general, todas las hermandades de la Madrugá
han aumentado sus nazarenos, lo que nos obligará a trabajar aún más para
arreglar sus problemas. El estudio pretende en definitiva una redistribución de
los tiempos de paso. La Madrugá es un día muy díficil porque ya no puede
ampliarse más por delante –por supuesto, no nos podemos meter en el Jueves, ya
está lo suficientemente adelantada la Madrugá– y para que el día crezca por
detrás habría que contar con la anuencia de la hermandad de los Gitanos. En un
principio el tiempo que hay es el que hay y ése es el tiempo que tienen que
repartirse.
(P): Descartan, entonces, ampliar la
Madrugá por delante…
(R): La Madrugá por delante es
imposible que crezca. Ya ha avanzado todo lo que tenía que avanzar y no se
puede meter más en el Jueves Santo. Y por detrás es algo que atañe a Los
Gitanos.
(P): ¿Establecerá el Consejo un
calendario de reuniones a partir de septiembre?
(R): No. Serán los días los que
autónomamente establezcan su propia agenda de reuniones y resuelvan sus
problemas. Tenemos un principio de no imponer nada a nadie. Sí tenemos que ser conscientes de nuestras
limitaciones y de que el tiempo que hay es el que hay. No podemos eternizar la
Carrera Oficial y que empiecen a pasar nazarenos a las tres de la tarde y estén
hasta las doce de la noche. Eso no puede ser. El tiempo a repartir es el que
hay, no se puede estirar como un chicle.
(P): ¿Y habrá consignas establecidas
para computar los tiempos de paso asignables, por ejemplo, en el caso de las
bandas?
(R): En un principio no. Si vemos en
un futuro que es necesario, lo estudiaríamos. La única consigna que tienen los
delegados es escuchar a sus hermanos mayores y las propuestas que de ellos
salgan.
(P): Y a la vista de la disparidad de
componentes de las bandas, ¿no sería más justo
asignar un tiempo de paso fijo por banda?
(R): Es posible, pero eso tendrán que
decidirlo las hermandades. Hay bandas con músicos hermanos –que incluso entran
en la Catedral haciendo su estación de penitencia– y otras que no. El tratamiento de esas bandas debe ser
distinto. A lo mejor, lo más lógico sería que tengan un tiempo de paso fijo.
Nosotros, en todo caso, no somos partidarios de desmembrar las bandas en
Carrera Oficial. Eso tiene que ser decisión de la propia hermandad. Desde el
Consejo no habrá consignas en ese sentido.
(P): ¿Y si una hermandad se negara a
reajustar sus horarios, qué pasaría entonces?
(R): Pues si hay ocho hermandades que
están de acuerdo y una sola que no está dispuesta a ceder su tiempo, serán los
propios hermanos mayores los que deban intentar convencerla. Si la negativa
persiste, se echará mano de los estatutos y se obrará en consecuencia.
Indudablemente que costará trabajo, porque a nadie le gusta soltar tiempo, pero
si se ve que es una necesidad, tendrá que soltarlo.
(P): Pese a todo, hay quien piensa que
este estudio sólo servirá, como otros, para que coja polvo dentro de algún
cajón.
(R): Quien dice eso puede ser, como se
suele decir, un cofrade de taberna. Lo que hay que estar es más implicado,
hablar menos en los bares y trabajar más en su hermandad. Esta junta está
intentando cambiar muchas cosas que eran tabú en el Consejo. Estamos decididos
a coger el toro por los cuernos y a mí no me importa la crítica. Ahora es el
momento de arreglar este asunto y no podemos dejar pasar página.
(P): Los holgados tiempos de paso de
los que gozan las hermandades de ciertos días, ¿abren la puerta a la
incorporación de alguna nueva hermandad?
(R): Ahora mismo, tal y como está
configurada la Semana Santa, no hay cabida para nuevas hermandades de vísperas.
Primero hay que resolver los problemas de la nómina actual. Una vez que veamos
el nuevo reparto de tiempos que pueda haber, a lo mejor se vería si hay algún
hueco y se estudiaría. Pero hoy por hoy, con este modelo de Semana Santa, creo
que la nómina ha alcanzado su tope.