El barrio de Nervión no faltó a
la cita de la procesión del Sagrado Corazón de Jesús a pesar de las altas
temperaturas que en estos días se han tenido en la ciudad.
Con un itinerario algo distinto
al de otros años, fue recorriendo el barrio de Nervión. Los vecinos colocaban
pequeños altares ante el paso del Señor. El momento culmen como siempre sucede
a la llegada a San Juan de Dios. Ofrendas, rezos y acercar a quiénes más
necesitan de la presencia y ayuda de Dios.
No solo en la salida anual se
percibe la gran devoción hacia el Cristo. Tras el paso, son muchas las personas
que lo acompañan, pero día a día si se acercan a la parroquia de la Concepción
podrán comprobarlo.
Fin de semana donde otra
hermandad, la de la Candelaria de Madre de Dios, visitó al Sagrado Corazón el
día antes de su salida y a la hermandad de la Sed.
Se dio una anécdota y es el
retraso de una salida por el calor. Sucedió en el barrio de Torreblanca con San
Antonio de Padua, retrasando en una hora la procesión, circunstancia que pocas
veces se dan pero decisión acertada que pudo hacer más llevadero el trabajo de
los costaleros y los participantes en San Antonio, con la visita tradicional al
Inmaculado Corazón de María en un barrio volcado con sus hermandades.