Entrevista realizada al Presidente de la Agrupación de Cofradías, Francisco Gómez Sanmiguel en Diario Córdoba.
Trayectoria desde 1982 es hermano de la hermandad de Pasión. Forma parte de la junta de gobierno desde hace 18 años. En la actualidad es
vicehermano mayor. Desde septiembre del 2012 preside la Agrupacion de Cofradias
de cordoba.
Pregunta (P): Es una alegría que ya no resulte extraño hablar de
cofradías con este calor, o en cualquier otra época del año, que no se limite a
Cuaresma y Semana Santa.
Respuesta (R): (Ríe) Sí, la verdad es que la actividad de las cofradías
es continua durante todo el año, no solamente se limita a la salida
procesional. Porque hay actividades durante todo el año, por ejemplo, en el
área de caridad o en toda la vida social que se desarrolla durante todo el año.
La vida de la hermandad son 365 días al año, aunque luego su reflejo sea la
Semana Santa.
(P): Cierto, pero no se hablaba tanto de las cofradías a lo
largo de todo el año y ahora sí.
(R): Sí. Quizá también por la coyuntura que estamos pasando,
por la situación social que estamos atravesando y que está haciendo que se vea
más esa acción social de las cofradías. También hay que tener en cuenta que
nosotros no paramos tras la Semana Santa: empezamos el ciclo de glorias, las
hermandades se meten en mayo en las Cruces, ahora tenemos el Corpus... Y la
ayuda social, que no se para.
(P): Diario CORDOBA ya publicó el año pasado que los recursos
para ayudar a los vecinos y otros temas sociales eran enormes, que solo las
hermandades de penitencia mantienen de forma directa las urgencias alimentarias
de 1.300 familias.
(R): La cuantía es muy difícil de determinar porque muchas
veces se ayuda muy discretamente a personas muy cercanas al propio entorno de
la hermandad.
(P): Hay un mínimo estipulado para obra social del 10% de todo
el presupuesto anual.
(R): Sí, pero ese mínimo, en la práctica totalidad de las
cofradías se supera con creces.
(P): Sé que algunas están dedicando el 20, el 30% y hasta el
40%.
(R): Y algunas superan esas cifras. En estos momentos la
solidaridad es impresionante. Tal como está la cosa, y se está viendo, los
estrenos, aunque sean dignos, ya no son excesivos, porque el esfuerzo se
destina a esta otra función de las hermandades.
(P): Y a pesar de todo, en lo puramente cofrade, se está
viviendo un momento dulce. Por ejemplo, hablemos del logro del Vía Crucis Magno
de la Fe del pasado año o de la Magna Rociera. Es para estar contentos.
(R): Sí, estamos contentos. Hicimos un gran acto como fue el
Vía Crucis Magno que movilizó a miles de personas. Se hablaba de 200.000
personas y fue transmitida por televisión a distintas zonas de España. Una de
ellas con mucho seguimiento fue Levante, toda Hispanoamérica a través de Onda
María , televisiones locales como en Huelva... Fue algo que pasará a la
historia de las hermandades cordobesas. Posteriormente vino la Magna Rociera y
esta Semana Santa ha sido espléndida, y creo que se ha beneficiado del éxito de
las otras dos citas anteriores. Ha venido mucha gente de fuera de la ciudad, y
eso, acompañado del tiempo que hemos tenido, ha hecho que veamos las calles
repletas de gente rodeando y arropando a las hermandades. Y por el tiempo,
salvo el lunar que tuvimos con la hermandad del Resucitado, ha sido la Semana
Santa con la que siempre sueña todo cofrade.
(P): Pero ha costado que la sociedad reconozca ese trabajo a
las cofradías. ¿Hay alguna razón en el pasado para que pasaran inadvertidas,
quizá de tipo ideológico o político?
(R): No sé. Las hermandades llevan siglos haciendo lo que
hacemos. Efectivamente, quizá el Vía Crucis del Año de la Fe o la Magna Rociera
nos haya puesto más de moda , entre comillas. ¿Por qué no ha llegado antes?
Pues no lo sé, pero lo importante es que ha llegado y que se está reconociento
la tarea, la labor de todas y cada una de las hermandadeses a lo largo de su
historia. A nivel ideológico, es verdad que se ha tenido un gobierno de
izquierdas en la ciudad durante muchos años que puede parecer menos sensible,
pero quien me habla de las relaciones en esa etapa siempre me habla bien. No
veo motivo político. Quizá es porque las hermandades no buscamos ese
reconocimiento social.
(P): Con la crisis me he vuelto muy pesetero. Hay un estudio
económico que cifra en más de veinte millones de euros lo que mueve el mes de
mayo en Córdoba, mientras que otro análisis, al principio de la crisis, decía
que las cofradías en un año y en actividades directas e indirectas generan 42
millones. Por puro egoísmo económico, además del mes de mayo, ¿no deberíamos
mirar más al mes de abril?
(R): Bueno... sí. Y eso que además estamos muy implicados en el
mes de mayo. Por ejemplo trabajando en la Feria, donde había 16 casetas de
hermandades más la de la Agrupación de Cofradías y una de una tertulia cofrade,
casi el 20% de las casetas. En las Cruces, la proporción era mucho más alta.
Pero es cierto que quizá debería prestarse más atención a la Semana Santa desde
diversos sectores, como el de la hostelería, con el que ya se está trabajando y
se están abriendo caminos. El sector económico en general debería estar más
pendiente. La ciudad que invierte en Semana Santa es una ciudad que invierte en
sí misma, porque se generan recursos para la ciudad.
(P):Y mirando al futuro hay dos vertientes: la incorporación
masiva de los jóvenes incluso a los órganos directivos y la Semana Santa
venidera con el traslado de la Carrera Oficial al entorno de la Catedral.
(R): El tema de los jóvenes es importante. Tenemos mucha suerte
porque no todos los colectivos están viendo que los jóvenes se incorporan y
gozan de la buena salud que tiene la juventud cofrade. Eso es una señal de que
las hermandades están vivas y hacen un trabajo que cala en la sociedad y la
juventud. El reto que se nos presenta es formar a esos jóvenes para que sean unos
cofrades con fundamento, con base. Respecto a la Semana Santa del futuro,
seguimos pendientes de la apertura de esa segunda puerta y en el caso de que se
consiga presentaremos el proyecto a los hermanos mayores, que deberán
estudiarlo y decidir. De entrada, lo que hicimos, porque entendíamos que era el
paso lógico, fue preguntar si estaban dispuestas, y en esa consulta salió de
forma abrumadora que sí. Ahora quedan muchos pasos, la apertura de esa segunda
puerta, presentación del proyecto, el estudio de seguridad... Todo ello para
darle a las hermandades un proyecto sólido sobre el que decidir. Por mucho que
se corra, en este año próximo sería muy difícil de conseguir, pero en el plazo
de dos años... quizá.