Si el proyecto de la Magna Mariana llega a buen puerto, probablemente, la ciudad contemple a las dos imágenes (de la capital y la provincia), cuya coronación es más antigua. Dicho privilegio les corresponde a María Santísima de Araceli de Lucena (2 de mayo de 1948) y a Nuestra Señora de los Dolores de Córdoba (9 de mayo de 1965).
La coronación de la devoción más arraigada del pueblo de Córdoba fue iniciativa de uno de sus grandes devotos, el obispo Fernández Conde, quien elevó la petición a la Santa Sede, la cual iba a ser respondida afirmativamente mediante un breve pontificio el 20 de octubre de 1964.
Los fastos de la primera coronación canónica de una dolorosa que veía la capital de Osio comenzarón con la celebración de un Triduo en la Santa Iglesia Catedral que culminó en la ceremonia más multitudinaria de cuantas ha habido en la -denominada por aquel entonces- Glorieta
de los Alféreces Provisionales.
La celebración de la Santa Misa estuvo presidida por el Cardenal Bueno Monreal, Arzobispo de Sevilla, los obispos de Córdoba (Monseñor
Fernández Conde) y de Jaén (Monseñor Romero Menjíbar). También se contó con la presencia del Auxiliar de la Archidiócesis de Sevilla y, a la postre obispo de Córdoba, Monseñor Cirarda Lachiondo. Tras aquella inolvidable jornada hubo de aguardar 22 años para ver coronar a la siguiente Imagen.
En el vídeo pueden apreciar la retransmisión que el 17 de mayo llegaba a las pantallas de
todos los españoles del 65, mediante el programa "Noticiario Español"
de RTVE.
Blas Jesús Muñoz
