De nuevo en Posadas vuelve a producirse una nota discordante con lo que debe ser el sendero correcto en las hermandades. La cosa, si me lo permiten, es más significativa aún al ocurrir en la hermandad de la Patrona, Nuestra Señora de la Salud.
Hace unos meses, ya dábamos cabida en nuestro Blog del atropello que en esta localidad cordobesa, se quería hacer al buen trabajo de algunos capataces en la Hermandad de Jesús Nazareno, más en concreto en el Palio de la Virgen de los Dolores.
No ha pasado mucho tiempo y, nuevamente, tenemos casi mismos protagonistas, pero esta vez, la cosa es aún más llamativa, o hablando en plata, vergonzosa a más no poder, tanto por lo ocurrido, como por no tratarse de una hermandad cualquiera, sino la de la patrona, esa a la que todos en Posadas, sean de la hermandad que sean de penitencia, siempre llevan en el corazón y a la que ofrecen todo tipo de plegarias y súplicas durante el año.
Hasta hoy, se podía aparte de en el corazón, intentar entrar a formar parte de sus trabajaderas. Digo hasta hoy, porque ahora, para entrar a formar parte de dicha cuadrilla, habrá que llevarse bien con el capataz, o no decirle, o tener conocidos que le hayan dicho la verdad a este hombre a la cara. Esta verdad no es otra que es que no tiene idea alguna de comandar un paso, mucho menos una cuadrilla propia (ni media), y encima, ya ha dejado por demostrado con este acto (sobrando los que vengan después), la clase de persona que es... o personaje.
La persona, se hace, el personaje, a veces también, pero normalmente es el pueblo llano el que crea a éste o aquel, lo levanta entre masas y su nombre queda enmarcado por alguna que otra razón, para el pueblo, de peso, creando un icono, un líder, o simplemente, alguien que por una u otra cualidad sea digno de ser considerado así, personaje.
Este hombre, José Antonio Molero, que quiere ser protagonista en su pueblo, demuestra su inteligencia sabiendo que en otro lado no guiaría ni un carrillo de los helados. No tendría que hacerlo en Posadas tampoco, pero claro, nuevamente digo que su inteligencia (al menos para eso le ha llegado) le hace colocarse en las Juntas de Gobierno precisas para sacar a los Titulares que puede o ansía como capataz.
El señor Molero, tras estar fuera de la Junta de Jesús Nazareno, también fue destituido como capataz del Palio de dicha Hermandad. Supuestamente intentó, acompañado y ayudado por un miembro de la Junta (el cuál, ya no estoy seguro que pertenezca a la misma), que cesaran a los capataces Don Juan Osuna y Don Iván Fernández, para claro, ponerse él. Le salió el tiro por la culata y ahora este señor ha dejado fuera de la cuadrilla de la patrona a Don Manuel García Villegas. ¿La razón? Motivos personales.
Estos motivos personales, ya se los digo yo, he aquí toda la suciedad del asunto. Cuando Molero quiso, al parecer, hacer la jugada para que cesaran a los capataces del Palio de la Virgen de los Dolores de la hermandad de Jesús Nazareno, el costalero al que ahora no deja pertenecer a la cuadrilla de la Patrona de la localidad, estaba en la Junta de la hermandad, no apoyando el cese de los capataces, para contrariedad del señor Molero.
El hermano de Don Manuel García Villegas, es Don Antonio García Villegas, capataz también en la hermandad de la patrona de Posadas en el paso de San Sebastián, y en cuanto a calidad, bien podía ser este mismo el que sacara a la Patrona. Pero claro, está absolutamente demostrado que en Posadas, algunos martillos no están destinados al capataz que tenga mejor cuadrilla, buen hacer, o simplemente, vean capaz para el puesto. Si está Don José Antonio Molero cerca de entrar a una Junta de Gobierno, vayan haciendo las maletas los capataces de los Titulares que estén en el puesto, por si acaso.
Posadas, aparte de los capataces mencionados, como Juan Osuna, Iván Fernández, dignos de sacar a la Patrona, tienen para mí a uno de los mejores capataces que ha tenido Córdoba y, por el trabajo, o quizá por no tener muchas amistades repartidas por muchas hermandades, no ha continuado en la capital su labor, aquella que demostró y era impecable en el mandar delante de la Señora de La Caridad de la hermandad del Buen Suceso. No es otro capataz que Joaquín Maestre “Quino” o “Quini”, como también es conocido.
Señores de la hermandad de la Patrona de Posadas, ahí es nada. Tomen buena nota del daño que pueden estar haciendo no sólo a una persona que llevaba 12 años bajo su Patrona y, de la que por el capataz, va a salir de la forma que va a salir. Este “SEÑOR”, se despide por redes sociales de la hermandad, su patrona, sus compañeros de cuadrilla, como lo que es, ¡UN SEÑOR!
Lo que les deja esta persona allí, es al gran capataz, con el que ustedes lidiaran como quieran, pero lo que no es de recibo es que a toda la provincia de Córdoba se le de la imagen de su población que se le esté dando por este suceso. Solo hay unos culpables y no son otros que los que no toman cartas en este asunto, los que mandan, los que deciden y, como viene a pasar siempre, “LOS QUE DEJAN” actuar sin hacer nada ante estos actos de quienes buscan aprovecharse de nuestras hermandades en beneficio propio para encumbrarse en no se qué lugar o puesto.
Busquen ser grandes personas en su vida diaria, familiar, laboral y trabajen por nuestras hermandades, pero no quieran servirse de ellas para ser alguien en algún lado.
Hace unos meses, ya dábamos cabida en nuestro Blog del atropello que en esta localidad cordobesa, se quería hacer al buen trabajo de algunos capataces en la Hermandad de Jesús Nazareno, más en concreto en el Palio de la Virgen de los Dolores.
No ha pasado mucho tiempo y, nuevamente, tenemos casi mismos protagonistas, pero esta vez, la cosa es aún más llamativa, o hablando en plata, vergonzosa a más no poder, tanto por lo ocurrido, como por no tratarse de una hermandad cualquiera, sino la de la patrona, esa a la que todos en Posadas, sean de la hermandad que sean de penitencia, siempre llevan en el corazón y a la que ofrecen todo tipo de plegarias y súplicas durante el año.
Hasta hoy, se podía aparte de en el corazón, intentar entrar a formar parte de sus trabajaderas. Digo hasta hoy, porque ahora, para entrar a formar parte de dicha cuadrilla, habrá que llevarse bien con el capataz, o no decirle, o tener conocidos que le hayan dicho la verdad a este hombre a la cara. Esta verdad no es otra que es que no tiene idea alguna de comandar un paso, mucho menos una cuadrilla propia (ni media), y encima, ya ha dejado por demostrado con este acto (sobrando los que vengan después), la clase de persona que es... o personaje.
La persona, se hace, el personaje, a veces también, pero normalmente es el pueblo llano el que crea a éste o aquel, lo levanta entre masas y su nombre queda enmarcado por alguna que otra razón, para el pueblo, de peso, creando un icono, un líder, o simplemente, alguien que por una u otra cualidad sea digno de ser considerado así, personaje.
Este hombre, José Antonio Molero, que quiere ser protagonista en su pueblo, demuestra su inteligencia sabiendo que en otro lado no guiaría ni un carrillo de los helados. No tendría que hacerlo en Posadas tampoco, pero claro, nuevamente digo que su inteligencia (al menos para eso le ha llegado) le hace colocarse en las Juntas de Gobierno precisas para sacar a los Titulares que puede o ansía como capataz.
El señor Molero, tras estar fuera de la Junta de Jesús Nazareno, también fue destituido como capataz del Palio de dicha Hermandad. Supuestamente intentó, acompañado y ayudado por un miembro de la Junta (el cuál, ya no estoy seguro que pertenezca a la misma), que cesaran a los capataces Don Juan Osuna y Don Iván Fernández, para claro, ponerse él. Le salió el tiro por la culata y ahora este señor ha dejado fuera de la cuadrilla de la patrona a Don Manuel García Villegas. ¿La razón? Motivos personales.
Estos motivos personales, ya se los digo yo, he aquí toda la suciedad del asunto. Cuando Molero quiso, al parecer, hacer la jugada para que cesaran a los capataces del Palio de la Virgen de los Dolores de la hermandad de Jesús Nazareno, el costalero al que ahora no deja pertenecer a la cuadrilla de la Patrona de la localidad, estaba en la Junta de la hermandad, no apoyando el cese de los capataces, para contrariedad del señor Molero.
El hermano de Don Manuel García Villegas, es Don Antonio García Villegas, capataz también en la hermandad de la patrona de Posadas en el paso de San Sebastián, y en cuanto a calidad, bien podía ser este mismo el que sacara a la Patrona. Pero claro, está absolutamente demostrado que en Posadas, algunos martillos no están destinados al capataz que tenga mejor cuadrilla, buen hacer, o simplemente, vean capaz para el puesto. Si está Don José Antonio Molero cerca de entrar a una Junta de Gobierno, vayan haciendo las maletas los capataces de los Titulares que estén en el puesto, por si acaso.
Posadas, aparte de los capataces mencionados, como Juan Osuna, Iván Fernández, dignos de sacar a la Patrona, tienen para mí a uno de los mejores capataces que ha tenido Córdoba y, por el trabajo, o quizá por no tener muchas amistades repartidas por muchas hermandades, no ha continuado en la capital su labor, aquella que demostró y era impecable en el mandar delante de la Señora de La Caridad de la hermandad del Buen Suceso. No es otro capataz que Joaquín Maestre “Quino” o “Quini”, como también es conocido.
Señores de la hermandad de la Patrona de Posadas, ahí es nada. Tomen buena nota del daño que pueden estar haciendo no sólo a una persona que llevaba 12 años bajo su Patrona y, de la que por el capataz, va a salir de la forma que va a salir. Este “SEÑOR”, se despide por redes sociales de la hermandad, su patrona, sus compañeros de cuadrilla, como lo que es, ¡UN SEÑOR!
Lo que les deja esta persona allí, es al gran capataz, con el que ustedes lidiaran como quieran, pero lo que no es de recibo es que a toda la provincia de Córdoba se le de la imagen de su población que se le esté dando por este suceso. Solo hay unos culpables y no son otros que los que no toman cartas en este asunto, los que mandan, los que deciden y, como viene a pasar siempre, “LOS QUE DEJAN” actuar sin hacer nada ante estos actos de quienes buscan aprovecharse de nuestras hermandades en beneficio propio para encumbrarse en no se qué lugar o puesto.
Busquen ser grandes personas en su vida diaria, familiar, laboral y trabajen por nuestras hermandades, pero no quieran servirse de ellas para ser alguien en algún lado.
Fernando Blancas Muñoz
Recordatorio La Chicotá de Nandel