Mis últimos años han sido una continua sucesión de problemas. La vida se ha cebado conmigo de una manera inexplicable. Amigos. Familia. Dios. ¿Dónde estabas, amiga? ¿Dónde estabas cuando necesitaba tu abrazo? ¿Dónde estás, Padre mío? ¿Dónde estás ahora que no soy capaz sin ti? Tantas dudas, tanta incertidumbre, tantos " por qués" sin "porque". Tanto malo y tan escaso es lo bueno.
Hay veces que entiendo a quien dice "¿Por qué a mí?", "Pero si era buena persona, ¿por qué Dios le ha hecho esto?". Pues bien, yo que soy cristiana y orgullosa de ello, os digo, a todos, ateos, agnósticos y creyentes, que no siempre se sabe todo con una fiabilidad aplastante. No siempre es todo bueno, ni todo malo. No siempre se está seguro del todo. No siempre es todo tan fácil como pensar "si Dios existiera, no me haría esto". Bien, puestos a pensar, yo tampoco creo que me merezca todo esto, ni mucho ni poco. Yo también pienso a veces y digo: Dios mío, ¿dónde estás?, ven, acurrúcame esta noche; ven, y enjuga mis lágrimas; ven, y radica esta sensación de angustia; o al menos ven y dime que no estoy sola.
Y justo en ese momento... Recibo tu mensaje. Sí, tuyo, Fran, mi Fran, mi gigante pequeño. Y quiero pensar que tú eres el ángel que manda mi Padre para que vele por mí, ese ángel que me enseña que lejos o cerca, te tengo; ese ángel que se equivoca, que lo enmienda y vuelve a por mí.
¿Serás tú? El guarda de mis noches, la calma en mis desvelos. ¿Serás tú? La casita de mis sueños, mi día de mañana. ¿Serás tú? La alegría de mi huerta, la razón de mis "te quieros". ¿Serás tú? La sonrisa sin motivo, el abrazo anhelado. ¿Serás tú? Las manos más suaves, la mirada mas dulce. ¿Serás tú? La Oración de mis noches, lo que me Amarra a la vida. ¿Serás tú? La Candela de mis cenizas, el Amparo de mis esperanzas. Sí. Eres tú.
Gracias Padre por dar vida a mi vida. Ahora sé dónde estás. En él.
María Giraldo Cecilia
Recordatorio La Voz de la Inexperencia
