Suspira el querubín repartiendo felicitaciones de año nuevo por el cielo, hasta por esos rincones periféricos el cielo donde los ángeles son de barrio y cantan por Camarón. Y suspiran por el que 2015 traiga a las hermandades más cofradías de barrio, de bulla, con sus costaleros tatuados y sus músicos peligrosos.
Suspira el alado por España, por un patriota con coleta que puede que arregle a las cofradías quitándoles el Red Bull y cortándoles las alas, mientras diablillos con sotana los insuflan con bebida energética por otro lado.
Suspira el Ángel por unas cuentas que se repartirán en 2015 y, tal vez, como en 2014 el total de lo entregado lleve trampa y alguna partida sea de un año anterior para que el dividendo parezca más cuando es menos.
Joaquín de Sierra i Fabra