Blas Jesús Muñoz. Los ríos de tinta que están generando los hechos acontecidos en la Madrugá 2015 tuvieron su eco más reciente, hace seis años, en 2009 concretamente. Y afectaron, de forma especial, a la Hermandad de la Esperanza de Triana.
Aquellos sucesos se desarrollaron en un espacio de hora y media, llegando a haber varios detenidos. Si bien, no quedó clara una posible autoría intelectual y premeditada, en contraposición a lo que este tipo de hechos parecen dar a entender.
A continuación, les reproducimos el artículo que el 17 de abril de 2009 publicaba Sevilla Actualidad:
Sevilla Actualidad. La versión oficial apuntó a primera hora de la mañana de Viernes Santo que los incidentes de la Madrugá habían sido escasos y, de cualquier forma, aislados, pero quienes los vivieron en primera persona se apresuraron a negar la mayor. Contaban hasta tres carreras y a todos recordaban los sucesos de la famosa Madrugá de 2000.
Hoy trasciende que la Policía, justo entonces, no quería crear alarma en la noche más larga del año para Sevilla, cuando centenares de miles de personas se encontraban en la calle siguiendo el discurrir de las hermandades que realizan su estación de penitencia por el centro de la ciudad, y es por ello por lo que se asegura que no se dio más repercusión a los hechos.
Pero lo cierto es que, en este momento, los cuerpos de seguridad visionan las cintas de grabación facilitadas por la televisión municipal, que se encontraba tomando imágenes del discurrir del cortejo de la hermandad del barrio de Triana cuando se produjo una de las avalanchas, aunque éstas no se llegaron a emitir. Así, la Policía espera identificar a quienes provocaron la alarma entre el público y proceder a su detención por delitos de desórdenes públicos
Una semana después de la Madrugá, son ya tres las personas detenidas por estos incidentes. Entre ellos, un joven de 26 años y un menor de 15 años de nacionalidad argelina. Se espera, además, que en las próximas horas se produzcan avances importantes en la investigación y, por esta vez, los responsables de causar el desconcierto y el pánico entre quienes disfrutaban de la noche por excelencia en la Semana Santa respondan ante los cuerpos de seguridad.
Varias avalanchas en 90 minutos
Como ya avanzó Sevilla Actualidad, siendo el primer medio escrito en informar de lo ocurrido, los incidentes de la Madrugá de 2009 se sucedieron en apenas hora y media, entre las cuatro y las seis menos cuarto. Una reyerta en el Puente de Triana, que se salda con una persona apuñalada, provoca la primera carrera. En ese momento, el palio de la Esperanza se disponía a cruzarlo.
Las grabaciones audiovisuales caseras, abundan ya en la red
Apenas unos minutos después, se suceden nuevas avalanchas en Reyes Católicos, Marqués de Paradas y Pastor y Landero. Nuevamente son los nazarenos de la hermandad de Triana los que se ven afectados de lleno por el tumulto.
Junto a ello, otros incidentes como las disputas de una pareja o los altercados registrados a la salida de la Hermandad de los Gitanos sembraron el desconcierto en el público. Debido a las avalanchas, decenas de personas tuvieron que ser atendidas por personal sanitario por lesiones, convulsiones y crisis de ansiedad.
Internet: voz latente. Desde el pasado viernes, cuando ocurrieron los hechos hasta ayer, cuando varios medios trataban el tema, ha pasado casi una semana, durante la cual, Internet ha sido la única vía de escape para las vivencias e informaciones referentes a estos sucesos. Además en Youtube, se pueden ver algunos vídeos en los que se aprecia el ruido y en los que también pueden divisarse los distintos amagos de carreras.
Desde la pasada Madrugá, Sevilla Actualidad ha recibido casi dos centenares de comunicaciones en forma de comentarios, llamadas telefónicas y correos electrónicos, que informaban de las vivencias de numerosos ciudadanos que vivieron la situación y que trataban de encontrar una respuesta ante las circunstancias que provocaban los altercados.
Fuente Fotográfica
Recordatorio El Hermano Mayor de la Macarena habla de lo sucedido en la calle Cuna