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jueves, 25 de junio de 2015

De Cerca con Alfonso de Julios: "Hay acusaciones que pueden ser atentatorias contra el derecho al honor que toda persona posee"


Blas Jesús Muñoz. El actual Hermano Mayor de la Esperanza de Triana concurre este lunes a su reelección como máximo responsable de la corporación de la Calle Pureza. Con motivo de este tan seguido proceso electoral, le solicitamos una entrevista a la que ha accedido con toda amabilidad y cercanía.

Sus ideas son claras y no duda en responder a cuanto se le requiere, desde su más tierna infancia ligada a la Hermandad trianera hasta sus proyectos en caso de ser reelegido, así como sin olvidar el virulento proceso electoral que se está produciendo. No pierdan detalle




Su vinculación familiar a la Hermandad de la Esperanza de Triana es muy fuerte ¿Qué destacaría de sus años de niñez?

Lo más importante, en esencia, de todo lo que viví cuando era un niño era que la Hermandad era como una gran familia y como se transmite la fe de padres a hijos y de generación en generación. Como me enseñaron a rezar mis padres. Eso lo viví en familia y en contacto con otras familias de la Hermandad. 

Había un ambiente especial, de convivencia, de fraternidad, de cariño que perdura de una familia a otra y de padres a hijos, de afecto, de respeto... Mucho cariño mutuo de esas personas que integraban la Hermandad entonces y que genera un sentimiento especial de amistad que perdura a lo largo de los años.

"Siempre la Esperanza". Si hubiera alguien que no conociese su candidatura, qué destacaría de la misma.

El lema refleja un espíritu y una forma de entender la Hermandad que no es una cuestión de ocasión, de coyuntura, no es algo aleatorio, sino que está incrustada en la propia vida de muchos de nosotros. A la Hermandad hay que quererla como se quiere a una madre, a una institución a la cual, de algún modo, estás unido para siempre. Así es como la entendemos nosotros.

Cuando tu quieres a una institución a la que estás indisolublemente ligado, la quieres con verdadera vocación de servicio, con un amor puro. No vienes a servirte del cargo, sino a poner a disposición de los demás lo mejor de ti mismo para que las cosas mejoren y para que la Hermandad siga cumpliendo su cometido a lo largo de esta historia que dura ya seis siglos de amor al Cristo de las Tres Caídas y a la Virgen de la Esperanza.

¿En qué momento toma la decisión de presentarse a la reelección?

Es fruto de un proceso de maduración. La verdad es que no ha sido una decisión fácil porque en mi caso concurrían muchas circunstancias personales adversas. Cuando termino de decirme es en vísperas del Septenario de la Santísima Virgen. Finalmente, hago el anuncio, en la comida de hermandad que se celebra posteriormente a la Función Principal de Instituto, de mi decisión de concurrir a estas elecciones que ya están a punto de celebrarse. 

De estos tres años al frente de la cofradía, qué logros destacaría.

Por encima de obras concretas, que las hay (la terminación del altar del Santísimo Cristo de las Tres Caídas con toda su talla completa y con toda su escultura completa, la ejecución del camarín, del columbario, la ampliación de la sacristía, toda la adecuación de la Capilla de los Marineros, restauraciones y labores de conservación de patrimonio como el Simpecado, el Estandarte...), el gran logro de estos tres años es la recuperación, la normalización de la vida interna de la corporación.

El gran logro es una apuesta muy firme por la cohesión interna, por recuperar el pulso de la Hermandad para restablecer los vínculos que estaban algo erosionados entre los hermanos y, de algún modo, dotar de sentido a la Hermandad haciendo que los hermanos se sientan acogidos como el principal patrimonio que tiene la Hermandad. Es lo que propicia que todo el culto que celebramos, unidos por la devoción al Santísimo Cristo de las Tres Caídas y a Nuestra Madre de la Esperanza, adquiera sentido. 

Uno de los proyectos más ambiciosos de su candidatura es el de dotar a la Hermandad de un Museo ¿Qué plazos se han marcado?

Me gustaría que, de manera orientativa, de aquí a un año pudiera estar el Museo terminado. Es decir, pienso que para el Cabildo General Ordinario de Cuentas podría estar terminado. 

Es verdad que hay unas circunstancias que condicionan el desarrollo de las obras y el avance del proyecto, que está definido para acometerlo no de manera inmediata, pero sí en los próximos meses. Hay que acompasar el calendario de obras con el culto que se celebra en la Capilla, calendario de cultos y las necesidades de la Hermandad, etc. 

Si obtiene la confianza de los hermanos, cuál será la primera medida que adopte.

Habrá muchas cuestiones que acometer casi de forma inmediata. Más que una podemos decir un paquete de medidas. Vamos a seguir avanzando en el rigor económico para la consolidación de la economía de la Hermandad que, en estos tres años, se ha afianzado notablemente.

Tenemos dos imperativos a los que quiero darle prioridad. Uno de ellos consiste en tomar las primeras decisiones para el estudio y puesta en marcha de otro proyecto asistencial propio, de inserción laboral que se llama "Recoloca", que queremos que sea el gran regalo que la Hermandad brinda a Nuestra Señora de la Esperanza con motivo del VI Centenario que se celebrará en 2018.

Y necesitamos también trabajar en otra línea que es prioritaria, una revisión general de la cofradía, no solo en el conjunto de la Madrugada, sino también en cuestiones organizativas internas que creemos que deben ser mejoradas. Si somos elegidos por el Cabildo General, constituiremos una comisión compuesta por diputados mayores de gobierno que han desempeñado ese cargo con anterioridad. Comenzaríamos los trabajos en el mes de septiembre para poder, con tiempo, adoptar las medidas necesarias que permitan mejorar el discurrir, el itinerario y el cansancio que muchas veces innecesariamente se le causa a nuestro cuerpo de nazarenos. 

En su programa se habla de cohesión ¿Cree que la campaña electoral que se está viviendo está complicando ese objetivo?

Es verdad que se ha hecho mucho en estos tres años en ese sentido. Ha sido un esfuerzo colectivo que ha nacido de la Junta de Gobierno, pero que ha tenido muchos partícipes, que ha sido fruto de una labor de renuncia y de reconciliación. Hasta cierto punto, estos procesos tan desagradables y, a veces, tan excesivamente virulentos provoca un daño a la corporación. Siento que, de algún modo, ésto nos hace retroceder y lo lamento profundamente.

De forma más o menos directa, desde la otra candidatura, se han vertido acusaciones sobre su gestión con el delicado asunto de la Agencia Tributaria ¿Están fundamentadas?

En absoluto. Son acusaciones falsas. Carecen de justificación y creo que es reprobable, no solo el contenido de las acusaciones, sino la forma de hacerlas públicas creo que, de algún modo, los hechos se califican por sí mismos, que los hermanos enjuicien. Pero no se compadecen en absoluto con el espíritu de fraternidad que debe presidir cualquier hermandad, en nuestro caso, la Hermandad de la Esperanza de Triana.

No comparto ni el fondo, ni las formas y creo que, hasta cierto punto, son acusaciones que pueden ser atentatorias contra el derecho al honor que toda persona posee. Verter acusaciones tan duras y tan graves me parece muy censurable.

La situación económica de la Hermandad está absolutamente saneada. La deuda que tiene es muy anterior al mandato de este Hermano Mayor. Esa deuda fue aprobada, no por ninguna junta de gobierno, sino por Cabildos Generales de Hermanos y, por tanto, son los hermanos corresponsables de esa deuda, en la medida en que fueron al Cabildo y se manifestaron a favor de que se contrajeran esos créditos, o bien en cuanto que no fueron y deberían haber ido. Esa deuda se está satisfaciendo puntualmente, reduciéndose en estos tres años en 300.000 euros aproximadamente.

Entiendo que cree que perjudican la imagen de la corporación...

Efectivamente. Usted lo ha dicho.

El VI Centenario de la Hermandad de la Esperanza en 2018 se halla en el horizonte ¿Habrá salida extraordinaria?

No será esa la preocupación de este hermano mayor, si continúo en el cargo. Puede ser o no, es algo que habrá que ver. La cuestión está en que la celebración sea una pasión de crecimiento cualitativo y espiritual de la Hermandad. 

Para retomar esa senda que llevábamos iniciada y que, de algún modo, está experimentando un retroceso o paréntesis durante este proceso electoral.,. Para continuar esa senda de fraternidad, de unión, de crecimiento espiritual, para intensificar la vida de la corporación, para hacerla más atractiva, para realizar una nueva oferta a nuestros hermanos, para crecer en materia asistencial, para que nuestro culto sea verdaderamente agradable a Dios... Para mí lo verdaderamente sustancial no es si se celebra una procesión o no, hay que tener otras miras a la hora de gobernar una hermandad.

Durante esta pasada Cuaresma, especialmente, se ha escrito mucho sobre la solución de la Madrugada ¿Ve posible llegar a un acuerdo consensuado?

Es cierto que hay dificultades, pero quiero creer que se puede llegar. Hace falta que tengamos todos una voluntad de renuncia y entender que el esfuerzo de la Madrugada tiene que ser equitativa y justamente distribuido. El desequilibrio que existe actualmente en el reparto del sacrificio es insostenible.

Tenemos que pensar, como regidores de nuestras cofradías, en un bien común que nos supera a todos nosotros y que tiene un enorme calado devocional, como es la Madrugada del Viernes Santo en la ciudad de Sevilla. Es algo que hay que cuidar mucho porque es un tesoro devocional de primer nivel. Por tanto, tenemos que administrar esta situación con mucha responsabilidad, no me cabe duda de que se está haciendo, pero hay que tratar de buscar soluciones que sean viables, estables y que nazcan de la solidaridad y del entendimiento.

Es catedrático de Filosofía del Derecho ¿Qué perspectiva le aporta su profesión al ámbito cofrade?

La verdad es que nunca me lo he planteado (risas). No sé cómo encajar éso, a lo mejor, es que directamente no encaja (ríe). Mi perfil es un poco ambivalente. Por un lado, el de una persona de Triana vinculado a la Hermandad desde siempre, por familia y por mi propia trayectoria personal. He sido monaguillo, acólito, miembro fundador de la Banda del Santísimo Cristo de las Tres Caídas... Menos ser costalero he hecho prácticamente de todo.También he tenido experiencia de junta dilatada, hice el boletín durante ocho años. No sé como éso casa con mi profesión.

A lo mejor, tengo ese perfil de hombre de fe y de un trianero que se identifica plenamente con lo que su Hermandad representa. Y, por otro lado, un perfil académico, profesional. No sé lo que me aporta, sé lo que me proporciona mi profesión, una visión sosegada de las cosas. Quizá, la posibilidad de razonar, de analizar detenidamente los entresijos de las decisiones. Es decir, una mentalidad analítica a la hora de tomar las decisiones. Eso sí puede que venga dado por mi profesión como jurista, primero, y como investigador y docente, después.

Es una forma de enfocar los problemas, tratando de verlos no a corto plazo. Trato de anticiparme más allá de los cuatro o cinco metros, de la rentabilidad inmediata de las decisiones.

Durante toda su vida ha estado presente la Hermandad de la Esperanza de Triana ¿Cuál ha sido el recuerdo que más le ha marcado?

Hay muchos, demasiados, difícil de privilegiar uno especialmente. Me viene ahora mismo un recuerdo a la mente que guardo en mi corazón como oro en paño. La primera vez que la juventud hizo una vigilia a la Virgen, que ahora se ha institucionalizado siendo yo Hermano Mayor. Fue en la madrugada del 17 al 18 de diciembre, unos pocos muchachos con algún miembro de la junta de gobierno nos quedamos velando a la Santísima Virgen toda la madrugada del día de su Festividad. Fue muy especial y lo guardo en el corazón como muchos otros. Por ejemplo, ver a Emilio Vizcaíno en la Coronación (que fue número uno de la Hermandad), desbordado por las emociones diciéndole guapa a la Virgen... Son cosas que se quedan guardadas en el corazón para siempre.

Cuando le solicitamos a usted la entrevista, lo hicimos también con el otro candidato, Francisco Rivera. A través de su responsable de prensa declinó la misma por no gustarle un artículo de opinión sobre algunas de las actuaciones de su candidatura publicado en nuestra página ¿Qué opinión le merece?

Creo que a los medios de comunicación hay que atenderlos a todos. Más allá de éso no puedo hacer ninguna otra valoración.











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