Suspira el querubín revoloteando por la Ribera de un río cuya agua se va evaporando con el calor que sube. bate sus alas aguardando dar algo de aire y sombra a los graderíos para que no quemen como fuego y los espectadores, tan devotos, no dejen las sillas vacías y se tiren al agua para refrescarse.
Suspiros alados en busca de angelitos para que le compren las entradas que reservó para el evento y que no podrá colocar en la reventa porque hay muchos que prefieren echar carreras para coger sitios y esperar a las guías gratuitas de un periódico antes que gastarse un euro y guardarlo para la renovación del whatsapp.
Suspira el Ángel porque las elecciones ya no están como eran antes y ahora te dan la papeleta, te ponen autobuses para que vayas descansado a votar y hasta se hace un selfie el candidato si con eso le das un voto que lo libre del fracaso.
Joaquín de Sierra i Fabra
Recordatorio El Suspiro del Ángel: La túnica donada