Blas Jesús Muñoz. Un argumento que, a priori, se podría
pensar rocambolesco, parece haber pesado en la desestimación por parte
de la Junta de Andalucía, en cuanto a las alegaciones presentadas por
Rafael De La-Hoz Castanys contra la apertura de la segunda puerta de la
Catedral.
No se trata de un argumentario novedoso, si bien, en esta
ocasión, ha sido argüido desde San Telmo, como ya se hiciera desde el
Cabildo con anterioridad. Y es que el proyecto de las celosías que se
colocaron a principios de los años setenta del pasado siglo no aparece
firmado por Rafael De La-Hoz Arderius y, por tanto, deja en el alero los
derechos de propiedad intelectual que alegaba la familia.
"El derecho de autor no pretege la idea, que pudo ser
concebida presumiblemente por su padre, como inspirador intelectual", se
ha afirmado desde el organismo autonómico, ya que documental mente lo
que se puede ratificar es que las obras se ejecutaron "bajo el proyecto y
dirección del arquitecto Víctor Ángel Caballero Ungría".
Unos fundamentos los que plantea la Junta en su decisión
que parecen claros y que dejarían entrever como, desde otros sectores,
se está tratando de provocar una demora que, en su trasfondo, podría
tener algo más que argumentaciones de carácter técnico.