Blas Jesús Muñoz. Desde que anunciara su decisión de tomar un camino aparte de la familia Santiago, Ernesto Sanguino se ha dedicado a labores tan diversas como el trabajo que desempeña en el Consejo del Real Betis Balompié o vestir la túnica de las hermandades de la Macarena o Cristo de Burgos. Así lo reconoce y desarrolla en una entrevista concedida a Esteban Romera para Pasión en Sevilla, donde reflexiona acerca de muy diversos aspectos.
Preguntado por sus sueños como cofrade, Sanguino pone en valor en esta parcela los momentos compartidos con sus hijos, afirmando que "tan espeluznante fue ver a mi hijo Ernesto vestido de negro en el Cincuentenario de la Macarena, como verlo hacer su estación de penitencia en la misma hermandad y entrar juntos en la Basílica". Toda vez que también recuerda que "también ha sido en primer año de mi hijo Octavio de monaguillo en San Pedro. Yo iba de pavero más ilusionado que un Rey Mago. Los sueños se irán fabricando conforme se vaya desarrollando mi vida como cofrade, nazareno o capataz".
Respecto a esa última parcela asegura seguir teniendo a Manolo Santiago como referencia "lo es y lo será siempre". Sin cerrar ninguna puerta a seguir ejerciendo el oficio de capataz en el futuro, ya que según el mismo señala "no me impongo limitación alguna. Ya he dicho que la hermandad que quiera contar con mi experiencia y conocimientos, me pondré a su entera disposición".
Contactos con hermandades
A Ernesto Sanguino no le duelen prendas en reconocer que, en 2015, pudo haber vestido el traje en alguna corporación, asegurando haber "mantenido contacto con algunas hermandades aunque no hayamos precisado nada. Incluso, alguna de estas conversaciones se produjeron de cara a la Semana Santa de 2.015, pero creí que lo mejor era que este año pasase según yo había decidido, sin asumir responsabilidad alguna".
Respecto a su futuro como capataz señala que "Dios proveerá en lo que puede ocurrir de ahora en adelante. Yo mantengo la ilusión y la afición de siempre. Incluso, renovada. Este paro “biológico” te da perspectiva y madurez para afrontar el futuro, ya sea sacando pasos como capataz o saliendo de nazareno. Quiero aclarar que en ningún caso ni mi cometido en el Real Betis, ni ningún otro, me ha supuesto obstáculo alguno para seguir sacando cofradías, tal y como erróneamente se interpretó en su día".
