Blas Jesús Muñoz. En los albores de septiembre se sigue aguardando en el anuncio de una primera reunión entre la Alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, y el Presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, Francisco Gómez Sanmiguel que, de producirse, habría superado los tres meses desde que tuvieran lugar las elecciones municipales del pasado mes de mayo.
Resulta llamativo el interés de la primera edil de la ciudad, manifestado de forma reciente, por reunirse tanto con el Ministro de Hacienda como con el Presidente del Gobierno (a los que se dirigirá por carta) y no haya espacio en su apretada agenda para una reunión con los representantes del colectivo más numeroso de la ciudad.
Todo ello, teniendo como antecedentes los agravios que se han venido produciendo durante estas últimas semanas, a cuentas de la exclusión de los actos religiosos de la Virgen de la Fuensanta del programa de la Velá o del carpetazo al Museo Cofrade, entre otros. Para lo cual no se ha precisado ninguna reunión.
Entre tanto, no es menos llamativa la actitud "expectante" (al menos públicamente), de los máximos responsables cofrades. Si bien, suponemos que los mismos se pronunciarán en breve o se hallarán ultimando los preparativos de esa esperada y no menos necesaria reunión.
