Blas Jesús Muñoz. Tras el periodo vacacional nuestro Sanedrín regresa a la opinión enfrentándose a la polémica que ha surcado el final del verano y la sucesión de declaraciones de algunos de nuestros gobernantes locales. Suya es la opinión:
Anás. Antes de nada, saludar a todos los lectores de esta página. Decir que estamos encantados de poner una nota de voz en cuanto a los cofrades de a pie, en forma escrita a través de la ventana que nos proporciona este Sanedrín.
En lo referente a la pregunta que nos expones, yo volvería a sentarme en una mesa con nuestros gobernantes locales, trataría por todos los medios de hacerle ver al Consistorio de nuestra querida ciudad, la importancia real de lo que envuelve al movimiento de las hermandades. Hay que poner datos encima de la mesa para que realmente se conozca, lo que las Hermandades aportan a esta ciudad, la importancia de nuestro mundo, la riqueza económica que generan a través de empleos directos de oficios, hostelería, transportes, etc... Al margen de potenciar la marca "Cordoba". Y hacerle ver que no se puede gobernar de espaldas a una parte de nuestra población, por el mero hecho de ideales políticos, ellos son los que gobiernan y deben hacerlo para todos y con la amplitud de miras de además, hacerlo de forma inteligente y creando riqueza económica y cultural. Esto sólo se puede hacer trabajando juntos y codo con codo. Por todos los medios hay que retomar las negociaciones y trabajar en post de una alianza común, que nos lleve al éxito a todos.
Ananías. Difícil pregunta cuando no se sabe cuál es a ciencia cierta la actitud del ayuntamiento. He escuchado muchas cosas pero creo que habrá que esperar a ver cuáles son verdad y cuáles meros rumores con el simple interés de poner al pueblo en contra del ayuntamiento que ellos no ocupan... ¿Qué medidas ha tomado hasta ahora?
Caifás. Plantarse. No me cabe duda de que deberían tomar una actitud unánime y poner unas condiciones, digamos un acuerdo de mínimos que, hasta que no se plasme por escrito, las hermandades sean capaces de mantener su postura aunque haya que hacer sacrificios y así mostrar cuál es la verdadera repercusión que tienen en la ciudad y, aunque en éso no nos vaya nada, también mostrar qué pasaría en la economía de la ciudad.
Esdrás. Enfrentarse a la sinrazón del sentimiento es como pretender abrir un muro de hormigón a cabezazos: absurdo. Efectivamente, la primera actitud de la Agrupación debe ser la de diálogo, un diálogo apoyado en la base de algo que todo el mundo entiende, sea de izquierdas o de derechas, y para comenzar a hablar yo sacaría a relucir el estudio del impacto económico que supone la Semana Santa en la maltrecha economía de la ciudad, actualizado y corregido en lo que sea menester, para hacer ver que el dinero que se entrega a las cofradías no es una subvención, sino una inversión: tenemos una gran Semana Santa, invirtamos en ella para que cada vez sea más grande y la repercusión económica sea mayor.
Además propondría que todas las hermandades, con independencia de que se abra la segunda puerta, incluyan en sus recorridos procesionales el paso por la Catedral. Y si las cosas fueran a peor y no sirviera nada propondría una "huelga" de cofradías para la próxima Semana Santa, aunque tengo claro que esta medida no contaría con un respaldo unánime.
Recordatorio El Sanedrín: ¿Qué opinas de que la Agrupación Musical de la Redención haya perdido tantos contratos en Córdoba?