Rafael Peñafiel. La Hermandad de la Bofetá ha conseguido salvar y restaurar un azulejo de la Virgen del Dulce Nombre y San Juan Evangelista realizado por el ceramista Enrique Orce Mármol en la famosa fábrica trianera de Ramos Rejano.
El azulejo, de principios del siglo XX, retrata la fotografía de la Virgen del Dulce Nombre y San Juan tomada en el taller de Castillo Lastrucci antes de que este le añadiera las lágrimas.
Situado en la calle Rico Cejudo y tras haber sido encargado por un cordobés afincado en la capital hispalense, el paso de los años y el derribo del chalet donde se situaba incentivaron la puesta en marcha de la propia hermandad que, gracias a las gestiones realizadas y a la propietaria del mismo, finalmente consiguió recuperar y restaurar.
Esta pieza se ha sumado al gran patrimonio de La Bofetá cuyo plan de restauraciones sigue su curso y ya ve luz verde al final del camino.