Ya me lo decían mi mamá y mi abuela que lo era y yo ahora que soy mas viejo que un palmar me lo sigo creyendo. Y se me suben los egos cuando Mister Rodríguez me felicita los lunes por la noche y los martes me cuenta que la he liado parda. Así que esta semana me proponía ser bueno y no hablar de las decisiones de la nueva Junta de las Angustias porque si ellos no saben qué significa una banda de plantilla completa yo las clases las cobro a veinte euros la hora y como no me las van a pagar pues no aconsejo. Tampoco voy a hablar de esos que se parten el pecho como el Zoleta en la Comparsa Rosa y son tan devotos que dejan de salir cuando les cambian al capataz y ponen perdío el feisbus de comentarios.
Hablar por hablar sería si dijera que los mismos que me criticaron un artículo hace tiempo hacen ahora como la Seña Susana, se las dan de políticos y cambian su discurso y se rasgan la wifi con el cambio de estilo musical ayayay. Lloran como las que iban antes a los velatorios, ah sí las plañideras, que lloran porque lo que toca es llorar y se pierde Córdoba que es la única ciudad con tradición donde una cofradía saca delante a la Virgen del Señor y una hermandad hace la carrera oficial al revés. Aquí depende de quien lo diga y donde lo diga vale o no vale. Por eso no les digo ná y se lo digo tó que como mi mamá me decía y el primer título de la Comparsa del Aragón soy un tipo divino.
Juan Antonio Martínez Aragón
Recordatorio Desde el Gallinero: No quiero tu medalla Alcalda