Blas Jesús Muñoz. Durante el último año y medio con respecto a la titularidad y uso de la Catedral y especialmente desde la toma de posesión del actual gobierno municipal, el espinoso asunto de las inmatriculaciones realizadas por parte de la Iglesia de Córdoba sobre bienes que le eran propios ha estado en el primer plano de la actualidad.
Sus consecuencias derivadas se han proyectado, en fechas recientes, en torno a la apertura de la segunda puerta de la Catedral (celosía de la nave 17), propiciando una serie de declaraciones y actuaciones en el plano político difícilmente comprensibles.
Así las cosas, las reclamaciones parecen haber cambiado de bando y ahora es el Cabildo quien reclama al Consistorio bienes que le son propios. Concretamente, tal y como informa El Día de Córdoba, el organismo eclesiástico llevaría reclamando desde 2007 una serie de bienes relacionados con la devolución de la ermita de la Salud que el órgano capitular devolviera a la Iglesia en 2002.
La ermita, anexa al cementerio del mismo nombre, fue cedida al Ayuntamiento en el siglo XIX y el proceso de devolución se prolongó durante siete años (2002-2009) a su propietario. Si bien, el Cabildo considera que determinados bienes no fueron devueltos, tales como cálices, muebles, cuadros o joyas.
Llama la atención que uno de los bienes que se requieren sea un Cristo de marfil, pieza que no deja de recordar a la que la actual alcaldesa de la ciudad, Isabel Ambrosio, retira de su despacho y que generara tanta controversia este pasado verano.