He mantenido silencio, que no siempre es un “prudente silencio” como a algunas personas le gusta decir. No he querido entrar, ya que era un tema muy delicado, en la difícil situación que atraviesa una Hermandad, por mí, de las más queridas, ya que tengo bonitos recuerdos de niño cuando mi padre me llevaba a verla, y tras La Borriquita, era la primera imagen que se me grababa a fuego, la que a día de hoy aún recuerdo, ese Crucificado, con marchas clásicas, ese Cristo que mismamente, como su advocación señala, solamente derrochaba amor a cada pisada, a cada levantá, pura imagen aquella, añeja, de esas que nuestra Córdoba no debe perder pasen los años que pasen.
He mantenido silencio a pesar de
tener muchos conocidos en la Hermandad, solamente escuchando de un lado y otro
versiones, puesto que nunca son totalmente verdades ni la realidad, pero ya, mi
silencio acaba, como artículo de opinión que es, daré mi opinión al respecto.
Ya por el mero hecho de poner una
Junta Gestora en una Hermandad de mi tierra, de mi Córdoba, me veo en la
tesitura de estar triste, de estar contrariado. He visto ejemplos en Sevilla,
sin ir más lejos, aquella en la que tanto se miran algunos, y ha sido una total
dictadura donde los hermanos que no habían hecho nada (siempre que se pone una
Gestora, se supone que alguien ha hecho algo malo), solo han notado una mano en
el pecho que los empujaba hacia atrás, hacia un lado, apartándolos de su
Hermandad, que no de sus Titulares claro está, prohibiendo incluso salir de
costalero, utilizando costaleros de fuera, a los que ni les iba ni venía la
historia, aquella historia, como la del Amor, que va a quedar con una línea
torcida ya para siempre, para los restos.
Que me pongan a un señor de
presidente, o como se llame, de una Gestora en el Amor o en la Hermandad que
sea, para mí es un triste asunto. Que este señor, perdiera unas elecciones hace
dieciséis o dieciocho años, las impugnara por haber votado mujeres, y las
volviera a perder por más de doscientos votos, ya no es un triste asunto, es de
sombrerazo. Además, no se le volvió a ver. Nunca más se supo. Chapó.
Que una persona llame al
consiliario, para por teléfono anunciar su propósito de presentación de
candidatura, y decirle el consiliario que no se la va a firmar, y tres personas
más, en al menos dos ocasiones, hayan visto cómo sus candidaturas han pasado de
navegar en sueños, al fondo del río, ya que el consiliario no las aprueba y no
firma, es de tener en cuenta, porque a ver qué razones han sido las reales, no
las que dicen, o las que dice el señor consiliario, sino las verdaderas.
Yo tengo una visión del problema,
es mía y personal, y es la siguiente:
- La Hermandad
del Amor, en la que he podido estar dentro gracias a una banda, años en que
comandaba la Hermandad el señor Arrabales, es una Hermandad con poquitos
hermanos, en un barrio que se vuelca mayoritariamente cuando sale el Domingo de
Ramos la Cofradía, o al menos, es lo que yo veo. Como en todas las Cofradías,
hay un número de unos cien o doscientos hermanos, que son los que cargan con el
gobierno, los preparativos, casetas, actos, contrataciones y demás. Hermanos,
que me consta que tienen un amor infinito a su Hermandad. Hermanos, que ahora,
sé que lo van a pasar mal, muy mal.
- El Amor,
como toda Hermandad, tiene que estar gobernada, bien, regular, o peor, pero
gobernada por sus hermanos. Todo aquel que quiera ningunear, dirigir a un grupo
de personas, como al parecer está haciendo el señor consiliario, que forme un
grupo espiritual en la parroquia, haga y deshaga, pero con los Titulares que
unas personas en su día decidieron seguir, para así mismo seguir a Cristo en
palabra y obra, y amar a su Bendita Madre, no tiene por qué estar dirigido más
que por ellos mismos, con sus derechos a voto, con sus más y sus menos, porque
todos somos hermanos, y siempre hay roces, y hay enemistades y problemas, pero
la grandeza de las hermandades, es que todo lo curan, y el paso de los años
todo lo sanan, y el día de salida es un bonito, precioso día para todos
abrazados, portar, acompañar a Cristo y su Madre. ¿Cómo van a acompañar este
año los hermanos a sus Titulares? ¿Con la palabra Hermandad en la boca? ¿En el
corazón? Por supuesto que no, serán otras más feas y alejadas de la Iglesia las
que se escucharán, tiempo al tiempo.
- ¿Por qué no
se han buscado mil y una soluciones antes de este paso? Si hay un solo motivo
para llegar a esto, seguro hay mil soluciones por cada motivo para arreglarlo.
Hermanos Mayores antiguos firmando en contra de esta actuación, todos señalando
y remando contra una misma persona, ha de hacer ver cuál es la realidad, cuál
es el motivo, o principalmente, quién o cuál es el problema.
Querido Presidente de la Junta
Gestora, ni sé su nombre ni sé su rostro, pero si me encantaría saber cómo se
presta usted a esto. A presidir una Hermandad sin hermanos. ¿Rocambolesco, no?
Señor Párroco, si usted quiere a
un señor que mande en la Hermandad, vaya a votar a las elecciones, haga incluso
público apoyo a esta candidatura, pero si luego pierde por doscientos,
trescientos, diez o veinte votos, acate las normas de eso que acaban de
secuestrar, la Hermandad del Amor, que como siempre digo, como siempre pasa, ya
estaba antes que nadie ahí, con sus hermanos, y va a seguir estando, ya se
encargará el cordobés cofrade que así sea, y esos hermanos que a pesar de
llorar lágrimas y comulgar con carros y carretas, no dejarán que su Hermandad
desaparezca. El panorama no es para otra, quede claro, cerrojazo y cada uno a
su casa.
La Iglesia, en pleno apogeo
contra los ataques que estamos sufriendo, ha conseguido que por primera vez, yo
creo que en la historia de las hermandades de Córdoba, se haya ido, se persiga,
se marque el mismo camino, bajar a la Santa Iglesia Catedral, como muestra de
Fe, como muestra de que todos somos hermanos, todos uno, todos somos Cristo.
¿Le puede la Iglesia contar esto
despacito a los hermanos del Amor para que lo entiendan? Me refiero a aquello
del amor a Cristo, que las hermandades tenemos que estar ahí, con nuestra
protestación de fe, con nuestro cariño, nuestra ayuda a la Iglesia.
Tras ver ayudas como esta de la
Iglesia a sus hijos, a los hermanos de una Hermandad, creo yo que aquí se
utiliza la mano del hijo para levantarse, y luego se estruja para que el hijo
caiga, negándole todo, siquiera hablar y pronunciarse, votar, elegir, vamos…
aquello por lo que las hermandades y todo tipo de grupo civilizado se precia,
democráticamente dirigir sus pasos, vuelvo a decirlo, con sus más y sus menos,
errores y aciertos, pero son los errores y los aciertos los que marcan la
historia, los que marcan las vidas, de los errores se aprende, del acierto se
disfruta, de la Hermandad se vive y camina junto a Cristo, y mediante y junto a
la Iglesia, se camina hacia Dios.
En aceras distintas la misma
Iglesia para bajar a la Catedral ha visto que no estábamos bien situados
Iglesia y hermandades, no sé cómo no ven. que ahora mismo no hay por medio una
acera, si no, un mundo de poco entendimiento, nulo apoyo o compromiso a hacer
las cosas coherentemente, y un mundo que daña la imagen de la Hermandad, la de
la Iglesia, porque luego están las personas, que vienen y van, que van y
vienen.
Si yo tuviera a mi madre enferma,
viviendo en el barrio del Zumbacón, acompañando a mi madre cristianamente a
Misa, casi de diario, tampoco podría ir a misa al Cerro, como le pasa a uno de
los candidatos frustrados por el consiliario. Habrá que preguntarse, las horas
que ha echado esta, y muchas otras personas a las que ahora se les cierra la
casa de su Hermandad, trabajando por esos Titulares, trabajando por la economía
siempre precaria.
Solo un apunte más antes de
despedirme. Siempre se ha dado por sabido que la Iglesia no ve con buenos ojos,
es más, ve una torpeza grandísima, el haberse dirigido a medios de comunicación
para protestar o denunciar ciertos actos, porque como ellos dicen, todo se
soluciona siempre por otros cauces. ¿Dónde está la comunicación, las
soluciones, y los cauces? Señores míos… si se quejan ahora porque han ido unos
hermanos a la Radio, no se preocupen, porque se han quedado cortos, ya que
esto, ¡es de cine!
No entro a valorar que el señor
presidente de la Junta Gestora pueda pertenecer al grupo que sea dentro de la Iglesia, como
pueden ser los Neocatecumenos, también llamados Kikos, Jesuitas, Carmelitas,
etc, etc, etc. Solo valoro como cofrade que esto es una barrabasada, lo haga
quien lo haga, se pertenezca donde se pertenezca. Hay unos hermanos que solo
pertenecen a su Hermandad, a la que respetan, cuidan y aman, pues como señala
la advocación de su principal Titular, lo único que hay que tener, es más amor
por El Amor.
Fernando Blancas Muñoz
Recordatorio La Chicotá de Nandel: Abracen a su Hermandad