Blas Jesús Muñoz. La Hermandad de la Santa Faz vivía en la noche de este pasado jueves día 21 una nueva charla formativa en las dependencias del recién estrenado Museo de la Trinidad. En esta ocasión, la conferencia corría a cargo del reconocido capataz Antonio Santiago quien, a lo largo de dos horas y media, descartaba aspectos diversos del costalero de atmyer y de hoy, así como temáticas variadas en relación con el mundo del costal y las hermandades.
Santiago no dudó en señalar las diferencias existentes entre las cuadrillas de hace un siglo con respecto a las contemporáneas. Si bien señaló el perfeccionamiento actual, tampoco desdeñó el trabajo que se realizó en el pasado, resaltando que aquel modelo, en su momento, era el adecuado en el contexto social de la época. Con sus virtudes y defectos, era considerado el adecuado tal y como el ahora imperante se considera, sin olvidar que dentro de cincuenta o sesenta años puede que haya quien vea el actual como anacrónico.
Uno de los momentos más interesantes se vivió cuando Antonio afirmó que nadie es imprescindible en una hermandad. Asimismo, aseveró que solo hay tres cosas que lo sean: el Santísimo, el Señor y su Cruz, así como la Santísima Virgen. Una reflexión que muestra una lectura y una dimensión que trascienden a su figura de capataz.
Santiago repasó diferentes cuestiones técnicas (es médico de profesión), acerca de cómo ha de realizarse el trabajo del costalero, además de señalar que el desnivel de altura es de 15 centímetros en la mayor parte de los pasos que comanda y de ocho en algunos de los mismos.
El acto ha sido acogido con gran satisfacción por la corporación del Martes Santo, acudiendo al mismo Luis Miguel Carrión "Curro", así como su equipo de capataces o el propio David Arce.
