Blas J. Muñoz. Se anunciaba en los albores de la pasada
Cuaresma, con motivo del Cabildo General de Hermanos de la Paz, el Señor
de la Humildad y Paciencia sería restaurado tras la finalización de la
Semana Santa. El encargado de llevar a cabo dichas labores, no era otro
que el imaginero Antonio Bernal.
La Semana Santa pasó y la corporación de Capuchinos ya se
encamina hacia lo que será un proceso que ha de sanear la talla del
Señor Humilde en diversos aspectos. Una obra que, por leve que llegué a
ser, siempre es compleja en lo emocional cuando de una Imagen Sagrada se
trata. Y que la devolverá rejuvenecida a sus hermanos.
Unos hermanos para los que la cofradía, como ya les
informábamos con anterioridad, quiere contar con su colaboración a
través de una campaña de donativos que ayuden a sufragar los gastos de
la restauración. Para ello, desde sus cuentas oficiales en redes
sociales, la Hermandad ha puesto a disposición de fieles y devotos un
número de cuenta donde puedan ingresar, de forma voluntaria, sus
donativos.
Una oportunidad única para ser parte de la historia viva
del Señor de la Humildad y Paciencia, a través de un gesto sencillo y,
sin embargo, cargado de una simbología y compromiso muy especiales.