"Una de cal y una de arena, eso me das tú, mi amor.
Una de cal y una de arena, eso es lo que me encuentro yo."
El estribillo del grupo La Caja de Pandora viene como anillo al dedo para definir la relación entre ayuntamiento y Hermandades de la ciudad desde la llegada al poder del gobierno Ambrosio (Isabel, no confundir con Alessandra, que ya le gustaría a la mayoría de la población masculina de la ciudad, empezando por el que firma). Una actitud que parece que va a ser la tónica habitual en los tres próximos años que nos quedan por penar en la ciudad de esta calamidad de gobierno. Bueno, tres no, porque casi seguro estoy de que en el último año todo serán todo parabienes, buenas palabras y hasta asistencia a Cultos de Hermandades para recordar que ahí están ellos: apoyando siempre a las Cofradías, of course. Y no descarten incluso que Pedrito Jones vuelva a coger el costal por San Andrés y sustituya sus paseos expropiadores por el primer templo de la ciudad (antigua mezquita aljama) por la estación de penitencia en Martes Santo.
Aquí tienen la foto de la última de cal de la alcaldesa: ahí la tienen con el hermano mayor de la filial rociera de Córdoba (que por cierto vaya camino de peregrinación pasado por agua lleva este año) el pasado jueves 5 de mayo. Hasta el consistorio fue engalanado para la ocasión. Y así parece que va a ser todo, a paletadas de cal y arena. No asisto a la magna mariana, pero voy y le pongo la medalla de la ciudad a la Virgen de la Esperanza. Comparamos a las cofradías con peñas de dominó, aunque luego voy a la Agrupación a decirles que las Cofradías son lo más maravilloso que tiene la ciudad y que se olviden de lo que digo. Saco la procesión de la Fuensanta de los actos que componen su velá, pero ahí estoy yo para despedir al Rocío de Córdoba en su camino hacia Almonte.
Tristemente la memoria de las personas es muy flaca. Afortunadamente, la de algunos medios de comunicación no lo es tanto y, si dentro de unos años seguimos en funcionamiento, descuiden ustedes, señoras y señores del gobierno municipal, que nosotros sí vamos a recordarles y agradecerles el “exquisito” trato que han dispensado al colectivo cofrade de la ciudad.
Marcos Fernán Caballero
Foto Antonio Poyato
Recordatorio Candelabro de cola: Todo sigue igual, STOP