Esther Mª Ojeda. En un mes tan típicamente cordobés como es mayo, solo cabe albergar belleza en todos sus rincones y formas posibles. Pues amén de las célebres cruces, patios y feria que amenizan la vida de la ciudad, no podemos en absoluto obviar la presencia de las hermandades que llevan a sus titulares a la calle. En ese amplio repertorio de cofradías que realizan su salida en mayo, y entre las que se encuentran muchas de las Glorias, cabe destacar aquellas cuya esencia reside en el vínculo inquebrantable que estas mantienen con sus colegios – María Auxiliadora y el Niño Jesús de Praga con Salesianos y el Carmen respectivamente como ejemplos anteriormente mencionados – y que incluso dan nombre a su centro, como es el caso de la Divina Pastora.
Para hacer honor a tan querida titular, su comunidad religiosa y educativa ha organizado una Eucaristía que precederá a la salida procesional. Tales eventos están previstos para el miércoles 4 de mayo, comenzando la celebración eucarística a las seis y la procesión a las siete y media. Será la Banda de Música de la Merced la que acompañe con sus sones un año más a la Divina Pastora en su recorrido por los alrededores del colegio. Tampoco podía faltar a la cita la Escolanía del Colegio Divina Pastora que aprovechará la oportunidad para cantar a la Virgen a lo largo de un itinerario que sin duda será muy emotivo.
Pero eso no es todo, ya que al término de la procesión, que se estima será sobre las nueve de la noche, el colegio mantendrá abiertos hasta las diez y media un bar y un rastrillo cuya recaudación, como ya se sabe por años anteriores, irá destinada a proyectos solidarios que llevan a cabo las Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor.
Concluirá así una jornada que también es posible gracias a la inestimable ayuda prestada por la hermandad de Pasión, sin olvidar por supuesto la labor fundamental tanto del personal docente como de los padres del alumnado que hacen posible la participación de los más pequeños, sin los que nada sería lo mismo.
