Esther Mª Ojeda. A lo largo de la historia, las hermandades han ido poniendo en valor sus propias tradiciones y configurando un sello personal a través de los enseres que, gracias a su trabajo y donaciones de los devotos en muchos casos, van atesorando un rico patrimonio artístico que poco a poco se va convirtiendo en la marca y el símbolo inequívoco de una corporación.
Ajustándose a lo anterior y como podrán recordar, no hace mucho que desde que aquí se hiciese referencia a algunas de las nuevas piezas que habían pasado a engrosar la serie de obras artísticas que también dan forma a la representativa hermandad de la Lanzada de Sevilla. En aquel entonces y con la Semana Santa ya próxima, se trataba, en primer lugar, de la donación por parte de cinco hermanas de un puñal para María Santísima del Buen Fin realizado por Ramón León Losquiño en oro, oro blanco y rubíes.
Fue el mismo orfebre el que asimismo elaboró las potencias para el Santísimo Cristo de la Sagrada Lanzada en plata, oro, esmeraldas y piedras preciosas, lo cual fue posible gracias a los donativos de los devotos del titular de la cofradía. Además, entre los estrenos que se contaban para el pasado Miércoles Santo, se encontraban la restauración de los ciriales que acompañan al paso de Cristo y la ampliación del palio que añadía una trabajadera más.
Ahora, lejos de formar parte de los preparativos que entraña la Semana Santa, ha sido Daniel Manzano Pinto quien ha entregado a la hermandad hispalense cuatro trajecitos que él mismo ha realizado para el hermoso Niño Jesús de la Divina Maestra que se encuentra en el retablo de la propia Iglesia de San Martín. Estos han sido elaborados en tono morado, verde, rojo y blanco brocado en seda, uno para cada momento del tiempo litúrgico y todos ellos rematados con una antigua puntilla de encaje de hojilla de oro.
Este y los ejemplos anteriores dejan una constancia palpable de la cercanía, fervor y generosidad con que la gente obsequia a las hermandades de las que son devotos.
Recordatorio ¿Se parecerá Coronación de la Paz a Cómo Tú ninguna?