Blas J. Muñoz. Apenas han pasado unos días desde que la Hermandad de la
Estrella celebrara uno de los actos que sirven de corolario a su
particular curso cofrade. De tal forma que, el pasado domingo, la
corporación de la Huerta de la Reina llevaba a cabo su tradicional
Octava del Corpus, donde los pasos del Dulce Nombre de Jesús y el que
portaba la Custodia con Jesús Sacramentado llenaron de luz su barrio.
Una
luz que brilla perpetuamente en la mirada de los Titulares del Lunes
Santo y que, durante estos días, no dejan de perder actualidad. Ello se
manifiesta en torno a la venerada efigie de Nuestra Señora de la
Estrella que, tal y como ha presentado la corporación en redes sociales,
ya se halla ataviada para el tiempo estival.
Una
hermosa y cuidada estampa que se debe nuevamente al arte de vestir
Dolorosas que posee Manuel Jiménez. De tal manera que el vestidor de la
cofradía de San Fernando ha dispuesto cuidadosamente a la Santísima
Virgen para que luzca un atuendo, donde las tonalidades blancas, marfil y
rojizas mantienen un juego de colores y una composición que se dibujan
en las facciones de una de las Imágenes más veneradas de Nuestra Señora.