Guillermo Rodríguez. El comienzo del verano no detiene la frenética actividad cofrade en lo que a renovaciones, nuevas contrataciones y rupturas entre bandas y hermandades se refiere. Es momento de que se concreten las negociaciones y formalicen las nuevas relaciones que se consolidarán en virtud de la rúbrica del pertinente contrato.
Buena muestra de que la actividad no se detiene es la noticia que acaba de trascender a la opinión pública de que la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora de Rosario de Cádiz, probablemente una de las formaciones más de moda de los últimos meses, merced a su contrastada calidad y al hecho de haberse situado bajo los focos en base a su reciente vinculación con la Hermandad de la Sed por la que acompañará a su titular el próximo Miércoles Santo en su estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral, no continuará acompañando a la Hermandad del Descendimiento de Montilla, poniendo fin a una relación que se remonta a los últimos seis años.
Se pone punto y final a una unión que ha supuesto un auténtico lujo para la Semana Santa montillana que ha sido testigo de la incuestionable evolución de una banda que se ha situado por derecho propio a la cabeza de las formaciones más importantes del género. Una banda que a través de un comunicado emitido a través de sus redes sociales, ha mostrado su agradecimiento a la hermandad y sus costaleros por la confianza, apoyo y cercanía demostrada a lo largo de todos estos años.