Gabriel Lozano. Las Jornadas Mundiales de la Juventud están trayendo frutos importantes para la Diócesis de Córdoba. Las más trascendentales, las experiencias de vida cristiana que los jóvenes cordobeses desplazados a Cracovia, y otros lugares de Polonia, se traen como bagaje imperecedero, y que enriquecerán, no cabe duda, a los grupos, parroquias, hermandades, y demás instituciones católicas de la provincia.
Pero no acaban ahí unas jornadas que siempre serán recordadas en nuestros pueblos y ciudades, las gracias que las JMJ regalan tienen un nuevo motivo de celebración y es que el obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández ha sido obsequiado con una reliquia “Ex sanguine Sancti Joanni Pauli II” que se la ha entregado el Canciller de Cracovia.
Se trata de una pequeña muestra de la sangre del atentado que sufrió San Juan Pablo II, patrono de la (JMJ). Entregada por el Canciller de la ciudad del Vistula
Fotos Diócesis de Córdoba
