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martes, 2 de agosto de 2016

De Cerca con Matías de la Fuente: "Un director musical debe influir en la elección de marchas que se interpretan"


Guillermo Rodríguez. Sin lugar a dudas, la música es uno de los elementos sustanciales que configuran ese conglomerado de sensaciones alrededor del que se construyen las cofradías tal y como las conocemos en la actualidad. Incluso las hermandades que acompañan su devenir por las calles cada luna de Nisan acompañadas del silencio, se envuelven en una secuencia infinita de sonidos que, en virtud de su componente rítmica, podrían ser considerados música, como la cadencia de una bambalina golpeando contra el varal o el rachear costalero.

La trascendencia del componente musical, resulta incuestionable para cualquier cofrade, más allá de la hipotética desmesura desarrollada alrededor del fenómeno fan, por aquellos que olvidan qué es lo fundamental cuando una cofradía se pone en la calle. Por esta razón, resulta sumamente interesante recabar las reflexiones de quienes ostentan la responsabilidad de convertir en arte el sentimiento que se compone del compás y la armonía.

Uno de estos responsables es Matías de la Fuente, director de la Banda de Música de Nuestra Señora de la Estrella, una de las formaciones musicales en alza de la ciudad de San Rafael que ha logrado abrir camino más allá de sus fronteras inmediatas, llevando el nombre de Córdoba y de la hermandad a la que pertenecen a cotas cada vez más elevadas para satisfacción de los cofrades cordobeses.

Matías de la Fuente es una persona sencilla, familiar, músico de vocación y de profesión, orgulloso de sus tradiciones y apasionado de la música clásica y procesional, que no elude las preguntas incómodas y se muestra firme en sus convicciones a la hora de defender sus puntos de vista. Estos son sus pensamientos, no pierdan detalle.


¿Cuál es el primer recuerdo que tiene junto a la música y la Semana Santa?

Mi vida está muy ligada a la música y especialmente a la procesional. Si me remonto a mi niñez me inundan los recuerdos junto a mis hermanos y mi padre en las distintas escuelas de música que formaba y de las bandas que dirigía.

Si me tuviera que quedar con alguno, sería cuando apenas tendría cuatro o cinco años de edad. La inmensa ilusión que sentía por pertenecer cuanto antes a la banda de mi padre, me llevaba a estar las 24 horas golpeando todo objeto que me pudiera servir de tambor como sillas, mesas, puertas, latas…. ¡¡la paciencia que mostró mi bendita madre!!

¿Cuáles son sus influencias musicales?

Nacido en un entorno puramente musical, hijo de José de la Fuente (profesor de saxofón), hermano de Carlos (profesor de tuba), hermano de Pepi (profesora de trompa) evidentemente mis influencias son muy cercanas, de esta forma no es de extrañar que acabara convirtiéndome en profesor de trompeta.

La banda de música de la Estrella tiene un estilo propio debido a que sus músicos se forman y se desarrollan musicalmente en nuestra casa, con una formación y una dirección propia, resultado de la puesta en común de la experiencia de cuatro profesores de música.  Destaco la experiencia de mi padre el cuál ha creado y dirigido formaciones musicales tan diversas como rondallas, banda de cornetas, agrupaciones musicales, y por supuesto bandas de música, así como la de mi hermano Carlos, director de la banda del Conservatorio Profesional de Música Ángel Barja.



Háblenos del compromiso entre su banda y la hermandad a la que pertenece. ¿En qué se traduce este compromiso?

Nuestra Hermandad es el eje central al que pertenecemos todos sus hermanos, en nuestro caso trabajamos en una de sus vertientes, la musical. Muestra de nuestro compromiso es el hecho de que nuestros músicos son hermanos, algunos forman parte del grupo joven, otros costaleros, e incluso alguno hemos tenido en la junta de gobierno y siempre que está en nuestras manos, participamos en todos los actos de Hermandad y en todas las actividades que promueve. 

Si yo fuese una persona de otra ciudad que desconociese la Semana Santa de Córdoba, ¿cuál sería ese momento que usted le recomendaría que jamás puede perderse?

Entiendo que cada persona vivirá de forma especial momentos con su hermandad. Los míos, los que no puedo perderme son mi Hermandad a su paso por Colón y la Señora de Córdoba en la intimidad de la Judería.

¿Qué opina del fenómeno fan que ha ido creciendo alrededor de las bandas? ¿Es un hecho exclusivo de las bandas de misterio o por el contrario también detecta su existencia alrededor de las bandas de música?

La verdad que este fenómeno atañe casi exclusivamente a las bandas de Cristo, es muy inusual verlos en las bandas de palio, aunque como en todo hay excepciones.

En los últimos tiempos hemos asistido a la separación de una banda de la capital de la hermandad a la que ha estado vinculada ¿Hay vida lejos de una casa de hermandad?

El 90 por ciento de las bandas de palio, aunque conserven el nombre de sus titulares, tienen un acuerdo mercantil: tocan gratis en su salida y a cambio reciben el local de ensayo y/u otras prestaciones pactadas, pero siempre conservando una gestión completamente independiente y alejada de la Hermandad. Evidentemente sí hay vida para muchas bandas lejos de la Hermandad, pero tal y como nosotros lo entendemos, para la Estrella no sería posible.

Hace poco se oficializó la vuelta de su agrupación hermana, Redención a la Hermandad de la Oración del Huerto, ¿cómo ve a sus compañeros y cómo valora su retorno al Domingo de Ramos cordobés?

Sin duda esta ha sido una gran noticia pues entiendo que nuestros hermanos de Redención vuelven a la Hermandad de donde no debieron salir. Ellos nunca han perdido su motivación sea cual sea la Hermandad a la que acompañen, pero aun así estoy seguro que afrontarán el próximo Domingo de Ramos con un sentimiento muy especial.

Estamos acostumbrados a que en la Semana Santa de Córdoba acudan a tocar muchas bandas foráneas, su formación por ejemplo sólo toca dos días en la capital: con la Estrella y con la Virgen de los Dolores ¿qué opina de ello? ¿Por qué las Hermandades cordobesas parecer preferir una banda de fuera a una de la propia ciudad?

Hoy día hay mucha competencia y por desgracia la mayoría de veces desleal, se prima el precio a la calidad, si a eso le sumamos la tendencia que predomina en nuestra ciudad de valorar más lo ajeno que lo propio, tenemos la ecuación resuelta.

Hablando de estos dos contratos, estamos ante dos estilos de interpretación diferenciados. Una Hermandad solicita marchas más bien de corte alegre y otras, por el contrario, de corte clásico. ¿Con qué tipo de marchas se encuentra la formación más cómoda?

Un músico demuestra su calidad interpretando al mismo nivel todos los estilos musicales, es por ello por lo que estamos tan satisfechos de poder desenvolvernos en ambos estilos con soltura. Del mismo modo quiero aclarar, que una marcha clásica no es sinónimo de fúnebre, es decir se pueden interpretar marchas clásicas de gran calidad de carácter alegre.  

Tanto con Humildad y Paciencia de Málaga como en nuestra Hermandad, interpretamos un repertorio alegre pero también clásico, siendo muestra de ello: “La Estrella Sublime”, “Coronación de la Macarena”, “Pasa la Virgen Macarena”, “Virgen de la Estrella”, “Aniversario macareno”, por nombrar algunas.

También la banda de la Estrella sale de la ciudad de Córdoba en Semana Santa, intervenciones entre las que destaca el acompañamiento musical a la Humildad y Paciencia de Málaga el Domingo de Ramos, donde volverán el año que viene ¿cómo les recibieron en la capital de la Costa del Sol?

No esperábamos un recibimiento tan caluroso como el que nos encontramos, éramos muy conscientes de la importancia indiscutible de su Semana Santa, y de la Hermandad tan popular a la que íbamos acompañar.  Por eso, fue una grata sorpresa recibir tantas muestras de cariño. 

Existe una vinculación muy profunda entre su entidad y la Hermandad de los Dolores, ¿qué significa para la banda que una Hermandad de la trascendencia que históricamente ha tenido la corporación de San Jacinto confíe en la Banda de la Estrella durante tantos años?

Evidentemente para cualquier formación es todo un honor acompañar a la Señora, así como ser la banda elegida para vivir junto a ella   acontecimientos irrepetibles como fueron sus dos salidas extraordinarias.

El nivel de exigencia es máximo; por un lado, requiere un repertorio con un gran número de marchas propias de gran dificultad interpretativas junto a una selección de clásicos tan delicados como exquisitos, y, por otro lado, llegar al viernes santo con la calidad de la banda intacta después de los acompañamientos de toda la semana.

Por todo ello que esta gran Hermandad siga confiando y reafirmando nuestros lazos de unión cada vez más, nos confiere gran reconocimiento por nuestro trabajo y nos anima a seguir creciendo.

¿Qué importancia tiene para usted que un músico de una formación que acompaña pasos en Semana Santa sea cofrade? ¿Es indispensable, ayuda, o por el contrario no tiene importancia mientras interprete las notas correctamente?

Para mí los requisitos indispensables son una formación musical óptima que les permita interpretar una marcha con calidad, y al mismo tiempo pasión por la música procesional para que la interpretación esté cargada de sentimientos y emociones, y no acabe siendo una mera sucesión de sonidos.



Con respecto al comportamiento de una banda, en general, en la calle, me llamó mucho la atención una entrevista realizada hace unos años al director de la Banda de Música de Tejera, quizá la más prestigiosa del género, en la que manifestaba abiertamente su pensamiento con respecto a su forma de hacer las cosas. Decía, entre otras muchas cosas, que si una Hermandad contaba con Tejera, tenía que tener en cuenta que él como director toca dónde, cuándo y lo que él cree conveniente tocar. Queda así en un plano casi secundario la opinión o el papel de la Hermandad. ¿Qué opinión le merece esta filosofía? ¿Debe un director musical influir en el estilo de marchas que se interpretan tras un paso determinado?

Evidentemente esta exigencia sólo puede permitírsela Tejera, décadas y décadas de buen hacer le han permitido convertirse en la banda más deseada de toda Andalucía, y desde esta perspectiva pueden pedir y así lo hacen, todo lo que creen que es lo mejor para su formación.

Soy de la opinión de que un director debe influir en la elección de marchas que se interpretan, pues como profesional de la materia, entre otro muchos más aspectos, conoce mejor que nadie qué tipo de marchas son más adecuadas para interpretarse en lugares abiertos, cuáles en lugares cerrados, cómo alternar las marchas para que no se castigue innecesariamente a una misma cuerda, cuáles tienen mayor o menor duración y son más adecuadas en una chicotá determinada, y en definitiva trabaja y conoce al cien por cien a su plantilla.

Por otro lado, pienso que sí es importante que un director influya en la elección del repertorio, también lo es la Hermandad, pues debe exponer el estilo que desea llevar y que la definirá junto a muchos más aspectos en su manera de procesionar.

¿Por la experiencia que tiene, es habitual encontrar en las hermandades personas capacitada para elaborar las crucetas musicales, los repertorios? ¿O deberían dejarse asesorar?

La verdad que no es lo habitual, en muchas ocasiones las crucetas se realizan por personas que no están capacitadas y se basan principalmente para su elección en tal o cual Hermandad de Sevilla y en las marchas que suenan a su paso por “Campana”.

Por suerte para nuestra formación, en los acompañamientos que actualmente realizamos, no sólo están encargadas personas capacitadas para tal labor, sino que además la buena relación que nos une, nos permite influir en dicha elaboración, estando a veces presente en la misma o pidiéndonos asesoramiento para su aprobación tras la creación de la misma.

En los últimos años hay una tendencia en alza a tocar excesivamente, tal vez influenciados por comparar el número de marchas que interpreta una banda de cornetas o una agrupación con una de música, pero sin considerar que la duración de una marcha de ésta última es dos o incluso tres veces superior.

En este ámbito musical cofrade, hay una idea notablemente extendida que sostiene que las mejores bandas, de los tres estilos, residen en Sevilla y su provincia. ¿En qué grado está de acuerdo con esta afirmación? ¿Hay vida fuera de Sevilla?

Hoy día en el mundo tan globalizado en el que vivimos, tal afirmación carece completamente de fundamento. Es verdad que sus bandas son las más mediáticas, las más populares, que una banda cuando debuta o mantiene contratos en Sevilla ya se puede preparar a llenar las arcas pues le lloverán los pretendientes y su caché subirá exponencialmente, pero seamos sensatos, ninguna banda suena mejor por tener más contratos en Córdoba, al igual que tampoco sonará mejor por tenerlos en Sevilla. 

Una cosa indiscutible es el caché y el estatus que te confieren los buenos contratos, y otra muy distinta es que estos te aporten calidad musical. La calidad musical sólo se consigue mediante una buena formación musical y mucho trabajo.

En cuanto a la composición de marchas procesionales del género de palio, estamos en una época en la que un grupo de compositores relativamente jóvenes está componiendo obras de mucha calidad. De las de reciente creación, ¿con qué marchas se queda? ¿Y con qué compositor o compositores?

No podría quedarme con ninguna en concreto pues dependiendo para qué momento o Hermandad escogería una distinta.

Respecto a los compositores, es verdad que han aparecido un gran número, por desgracia en muchas ocasiones son personas que apenas tienen conocimientos musicales y que se basan en el “corta y pega” mediante programas como el “Sibelius” que dotan a casi cualquier Hermandad con un gran número de marchas propias que no poseen calidad musical para su interpretación.

No obstante, si podemos encontrar compositores jóvenes que poseen una buena formación musical y que están creando obras de gran calidad. 

Por afinidad si tuviera que quedarme con alguno sería con mi amigo y compañero Antonio Moral, que, aunque lleva muy poco tiempo componiendo en este género, estoy convencido que en breve demostrará su buen hacer.

¿Dónde se encuentra el techo de la Banda de la Estrella? ¿En qué se puede mejorar?

No seré yo quien ponga techo a la ilusión y el trabajo de tantas personas. Soy de los que piensan que no hay límites sino falta de constancia y sacrificio para conseguirlos, por tanto, serán estas virtudes quien definan nuestros éxitos. Como músico creo sinceramente que siempre hay capacidad de mejora en todos los aspectos, tanto a niveles individuales como grupales.

Dígame un recuerdo que guarde con especial cariño de su trayectoria con la Banda de la Estrella

Sin duda la primera salida procesional de nuestra titular, ese día quedará en el recuerdo de quienes lo disfrutamos y de quienes tuvimos el privilegio de vivirlo.

¿Qué siente usted cuando se pone tras el manto de la Estrella cada Lunes Santo?

Las sensaciones van cambiando año tras año, al principio eran sentimientos más alocados, más eufóricos, sin embargo, con el tiempo estos sentimientos los percibo con más calma, sabiendo aprovechar esta templanza que me va aportando la edad para vivir de manera especial mi Lunes Santo.

Si tuviera que describirle la Banda de la Estrella a un cofrade que no la conociera, ¿qué le diría?

Le diría que nuestra formación es una gran banda de palio en la que la mayoría de sus componentes se han formado en nuestra propia escuela y amplían sus conocimientos musicales en el conservatorio, posee un amplio repertorio y un buen cuerpo de cornetas y tambores, pero lo más importante es que demuestra un comportamiento ejemplar y pone todo su corazón en cada nota, pues somos conscientes que nuestra música es una plegaria para ella, nuestra bendita madre.

Para finalizar, cuénteme un deseo que tenga usted para el futuro de la banda.

Mi principal deseo es que mis músicos, en los que me incluyo, nunca perdamos la ilusión y las ganas de trabajar haciendo lo que más nos gusta, interpretar nuestra música.



Fotos cedidas por Matías de la Fuente




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