Niño, el sol está causando estragos en esta ciudad nuestra, hermosa como pocas en sus primaveras, terrible e infernal hoguera cada verano. Aquí San Lorenzo no hubiera requerido de parrilla para su martirio: la propia calzada a las 5 de la tarde hubiera valido para dar fin a su vida terrenal.
Los periodistas cofrades profesionales y bien pagados tampoco se escapan de los trastornos estivales que causa el sol en el valle del Guadalquivir. Fíjate, niño, que el clásico Luigi della Mirandolla alaba en su blog la "solución" de los lumbreras de la Agrupación de entrar y salir del interior de la Catedral por la Puerta de las Palmas...
Así que ya ves, niño. Yo creo que entre los efectos del sol y la aparición de gedepé este señor se ha quedado desquiciado perdido y no da una a derechas. Lo más seguro es que a este ritmo lo próximo que haga sea fundar el club de fans de su amigo el ex hermano mayor de la Paz.
A ver si llega ya el 1 de octubre, niño, y le pegamos una patá al calor como Dios manda porque a este ritmo no va a quedar nadie con cabeza buena en esta Córdoba nuestra.
Julio el Tabernero