Miguel Ángel Carvajal. Tal y como venimos informando en Gente de Paz, las hermandades aprovechan el periodo estival para seguir manteniendo y mejorando su patrimonio. En este caso ha sido la hermandad de la Expiracion la que ha afrontado los procesos de restauración de los varales del Palio de Nuestra Señora del Rosario Coronada, así como de las piezas de candelaria, que nacieron en los talleres de Díaz Roncero en los años setenta del siglo pasado. La última intervención realizada sobre ambos fue el plateado que tuvo lugar en 2003.
El trabajo de los varales ha consistido en el reajuste de las piezas de los mismos, con el fin de solucionar las holguras producidas por el movimiento natural del palio, así como quitar el óxido de las bases metálicas y emplear pintura para evitar la reproducción del mismo. Respecto a las piezas de candelaria, el trabajo ha consistido en la mejora del sistema de sujeción al paso.
Recordemos que la Corporación de San Pablo ha ocupado el centro de los focos, en las últimas semanas, por noticias relacionadas con su patrimonio como la donación de una reliquia del paño mortuorio del Beato Padre Francisco Posadas y las mejoras realizadas en la parte de la capilla dedicada a San Antonio María Claret, titular también de la corporación del Viernes Santo.
Foto Hermandad de la Expiración
