Guillermo Rodríguez. Hace tiempo que la mayor parte de las hermandades comprendieron que las nuevas tecnologías abrían un campo de infinitas posibilidades para acceder a lugares donde antaño era imposible. La evolución de los medios de comunicación derivados de la universalización de internet, permiten hoy en día que cualquier corporación de cualquier rincón del universo cofrade pueda hacer llegar sus contenidos a lugares del mundo inaccesibles en otros tiempos y al mismo tiempo que desde cualquier lugar del mundo cualquier usuario pueda estar puntualmente informado de las últimas noticias que afectan a la hermandad por la que bebe los vientos.
Atrás quedaron los tiempos de la nota a la puerta del templo, de la convocatoria pública en las páginas del diario o de la circular por correo que hoy en día han derivado en auténticas obras en forma de boletín, más destinadas a aportar documentos literarios y gráficos que a la mera información, que actualmente se difunde por otras vías en las que la inmediatez se convierte en un elemento esencial, las páginas web y sobre todos las redes sociales, en las que el número de seguidores y la interactividad se han convertido en excelentes referencias para determinar la trascendencia social de cada corporación al menos entre determinados estratos poblacionales.
Conscientes de esta acuciante e inevitable realidad, las hermandades disponen de cuentas en plataformas de difusión masiva de contenidos como Facebook, Twitter o Instagram a través de las cuales pueden hacer llegar su mensaje a miles de personas en un instante, a golpe de click. Un universo con un elevadísimo potencial aunque dotado de riesgos derivados de no ser consciente de la evidente multiplicación de cualquier mensaje difundido por esta vía, lo que obliga a una semiprofesionalización en el manejo de las cuentas oficiales para evitar episodios desagradables de consecuencias imprevisibles.
Con el ocaso del periodo estival y la reanudación del curso cofrade, una nueva hermandad, constatando su visión de futuro, viene a sumarse al universo de dos de las redes sociales con mayor actividad, fundamentalmente entre los más jóvenes, la hermandad de la Agonía, que acaba de anunciar la apertura de sus nuevas cuentas en Twitter (@HermandadAgonia) e Instagram (@hermandad_agonia). Dos nuevas vías para la difusión de sus novedades y para potenciar la necesaria labor de evangelización, una de las funciones esenciales que debe desarrollar una hermandad, al tiempo que una excelente herramienta para profundizar en un crecimiento social que pueda traducirse en un incremento de su nómina de hermanos.