Guillermo Rodríguez. Tal y como adelantamos el pasado martes 6 de septiembre en Gente de Paz, la junta de gobierno de la Hermandad del Caído había determinado convocar de manera inminente al Cabildo de hermanos para que, como máximo órgano de decisión de la corporación de San Cayetano, concedieran el respaldo a la decisión adoptada por el equipo de gobierno de someter a una necesaria restauración a los dos titulares de la hermandad. Un cabildo que ha tenido lugar este jueves, 22 de septiembre de 2016, en la sede de la hermandad en la que el máximo órgano de decisión de la Corporación ha aprobado la intervención por unanimidad.
Recordemos que el pasado 6 de junio, Nuestro Padre Jesús Caído y Nuestra Señora del Mayor Dolor en su Soledad fueron retirados del culto en su capilla para ser sometidos a un estudio sobre su estado, “dado que el paso del tiempo afecta a la encarnadura con la aparición de pequeñas grietas o suciedad”, tal y como especificó la corporación del Jueves Santo a través de su página web. Un estudio dirigido por el restaurador Enrique Ortega, gerente de REGESPA que también analizó “el interior de las efigies, buscando cualquier anormalidad que pueda subsanarse a la mayor brevedad, empleando para ello modernos métodos de radiodiagnóstico y de restauración”. Tal y como informó la hermandad, “los titulares serán trasladados al taller y, una vez analizados, se emitirá un informe en el que se señalarán las intervenciones, si fueran necesarias, y que sería estudiado por la hermandad para actuar al respecto”.
La junta de gobierno de la cofradía de San Cayetano recibió de boca del propio Enrique Ortega, los resultados del informe en una charla en la que especificó “los trabajos que son necesarios realizar y entregó un amplio dossier que contiene los resultados de las distintas pruebas radiológicas, fotográficas, microscópicas y químicas que se han realizado”.
Tal y como explica detalladamente la hermandad a través de su página web, “Jesús Caído necesita de una restauración de su policromía que le retire capas de suciedad y de policromías del siglo XX para descubrir las más antiguas y de mejor calidad, que se encuentran en buen estado; de hecho el rostro de la imagen conserva la policromía original. Además, se restaurarán ensambles interiores y piezas afectadas por el movimiento mediante la sustitución o uso de resinas. La restauración no modificará los rasgos de la imagen y se la dejará en un buen estado de conservación. Los daños observados no son de gran importancia y se cree que en unos cinco meses estará terminada la intervención.
Respecto a la efigie de Nuestra Señora del Mayor Dolor en su Soledad, los trabajos se centrarán en aspectos internos, como la reparación de ensambles, sobre todo en la mascarilla y de otras grietas en zonas no visibles. Se llevará a cabo una consolidación de la estructura y limpieza de la policromía, aunque, en este caso, los restauradores no consideran viable descubrir policromías anteriores por el riesgo de que no estuvieran completas. Esta intervención tampoco modificará el aspecto de la imagen y tendría un plazo de ejecución cercano a los tres meses”.
En cumplimiento de sus compromisos, la junta de gobierno del Caído, tras haber aprobado la intervención, ha convocado a sus hermanos para que se pronuncien acerca de la conveniencia de acometer los necesarios trabajos de restauración para que ambas imágenes recuperen su estado original, que en eso consiste una restauración, para que luzcan en todo su esplendor para satisfacción de sus hermanos y de toda la Córdoba Cofrade, y emitan la opinión al respecto que consideren oportuna, que en el supuesto que nos ocupa ha sido conceder la aprobación.
Adicionalmente, la junta de gobierno de la hermandad ha informado al Cabildo de la decisión adoptada, de la que hemos informado en Gente de Paz de optar por la propuesta de la Agrupación de Cofradías con vistas al presumible traslado de la Carrera Oficial al entorno de la Catedral. Una opción que implicaría que la cofradía pasase a ocupar el segundo lugar en el orden de paso por el itinerario común y permitiría a la cofradía de San Cayetano acceder al mismo por la calle San Fernando y regresar por el mismo camino.