Guillermo Rodríguez. Que la innovación en las cofradías es algo consustancial a su continua evolución y permanencia en el tiempo, sin menoscabo del respeto a su esencia y a la tradición, es algo que a nadie escapa. Buena muestra de ello es la incorporación paulatina de las hermandades al universo digital. Atrás quedaron, o casi, los tiempos de las comunicaciones a hermanos vía nota en prensa o tablón de anuncios.
Por ello, cualquier adecuación que permita la practicidad y la funcionalidad, en los tiempos que corren, ha de ser tomada como un elemento en positivo que habla en favor de las corporaciones capaces a adaptarse a las nuevas realidades y lograr optimizar sus recursos del mejor modo posible.
Así lo han entendido en la Pura y Limpia del Postigo cuya Priostía, bajo la dirección y ejecución de Fernando Villareal Galindo, ha realizado modificaciones en los faroles de cruz de guía que posee la Corporación, con objeto de poder ser reutilizados como ornamentación de altares y cultos y así sacar un mayor partido de los mismos.
De este modo, ha diseñado un sistema de cogida nuevo y una base distinta para poder utilizarlos como faroles de pie, además de su característico uso como faroles de mano, con objeto de que puedan cumplir ambas funciones a lo largo de los distintos actos y cultos en los que participa esta Antigua Hermandad.
Sin lugar a dudas, un modo extremadamente creativo de enriquecer el patrimonio cofrade y de obtener mejores resultados sobre el ya existente, que debe merecer el beneplácito del Universo Cofrade.
Foto Pura y Limpia del Postigo