Redacción. La Archicofradía del Carmen Coronada de San Cayetano ya ha hecho entrega a la Comunidad de Madres Adoratrices “Fuente de Vida” de los resultados de la recogida de leche y productos infantiles realizada del 2 al 4 de septiembre en la iglesia conventual de San José (San Cayetano). Una campaña que ha sido un absoluto éxito y en la que se han recogido, entre otros productos, 5.750 pañales, 255 litros de leche entera y de continuación, 66 kilos de leche en polvo, 52 kilos de cereales y 375 potitos.
Durante estos días de campaña, cientos de personas han depositado su aportación generosa a los pies del Milagroso Niño Jesús de Praga, protector de la infancia y titular de la hermandad carmelita. Además de los productos anteriormente mencionados, se han entregado 130 paquetes de toallitas infantiles, 68 litros en botes de higiene (gel, crema, colonia, champú....), decenas de esponjas, cepillos de dientes, paquetes de pasta, zumos, batidos, galletas, cacao y un sinfín de accesorios, ropa y juguetes. En total, la recogida ha sido valorada en más de 4.000 euros.
Asimismo, la Archicofradía del Carmen también ha realizado una contribución económica que, añadida a los donativos particulares, suman 1.000 euros, que ya han sido entregados a la Comunidad de Madres Adoratrices para ayudarlas a sufragar los gastos de mantenimiento de su residencia, en la que conviven mujeres y bebés sin recursos, víctimas de terribles historias y que allí disfrutan de una segunda oportunidad.
El hermano mayor de la corporación carmelita, Manuel Guzmán, manifiesta el “enorme agradecimiento a todas las personas que han colaborado en esta campaña, a los hermanos de la Archicofradía, a los feligreses, a las personas que han venido por primera vez y a la comunidad de Carmelitas Descalzos”. Además, Guzmán agradece a la hermandad del Niño Jesús de Praga de Aguilar de la Frontera “su generosa colaboración en la campaña”.
En la entrega a las Madres Adoratrices, los miembros de la Archicofradía pudieron visitar las instalaciones de la residencia y conocer a algunas de las mujeres y niños que allí residen. “Una experiencia muy bonita y gratificante”, declara el hermano mayor.