Esther Mª Ojeda. La Hermandad del Amor se encuentra en estos días viviendo unos momentos tan históricos como emotivos en torno al siempre entrañable Señor del Silencio. La hermosa imagen que tallase el reconocido Luis Ortegra Bru para la ciudad de Cádiz que, aun gozando del cariño de sus fieles y a pesar de sus incansables esfuerzos, se vio abocada a la injusticia más absoluta. Una injusticia que, sin embargo y por fortuna contó con la inestimable mediación de Fray Ricardo de Córdoba así como con el caluroso recibimiento de nuestra ciudad y en particular del Cerro, barrio que habría de convertirse en el destino y la segunda oportunidad de Nuestro Padre Jesús del Silencio.
Veinticinco son los años que se cumplen desde aquella llegada tan mezclada de sentimientos y emociones y la celebración de este aniversario ha conseguido unir una vez más a las ciudades de Córdoba y Cádiz. Precisamente en su lugar de origen ha sido donde todo ha comenzado nuevamente tras la visita a la Calle Benjumeda donde el azulejo del Señor del Silencio permanece como un recuerdo vivo de la maravillosa imagen.
La Iglesia de San Antonio, donde el imponente titular de la Hermandad del Amor residió recibiendo culto hasta su partida desde la ciudad gaditana, se ha convertido en el escenario idóneo en el que, a partir de las 13.30 horas, ha tenido lugar la Solemne Eucaristía en honor a Jesús del Silencio en una emocionante ceremonia presenciada por una gran multitud de devotos y presidida, eso sí, por el célebre Fray Ricardo, quien en su momento hiciera de nexo entre las dos ciudades para el posterior traslado hacia la ciudad califal cuando las circunstancias obligaron a ello y que, en esta ocasión, ha traído al presente - mediante una distendida homilía - una sucesión de nombres y anécdotas que han ido surgiendo a lo largo de estos años. También ha tomado parte en dicha ceremonia el gaditano Marco Antonio Huelga, sacerdote y miembro de la hermandad quien no ha querido dejar de asistir a tan especial y señalada cita.
En dicho contexto y como estaba previsto, la celebración ha culminado de la mejor forma posible con el descubrimiento y la bendición por parte de Marco Antonio Huelga del cartel oficial conmemorativo del XXV Aniversario de Nuestro Padre Jesús del Silencio. Una magnífica pintura igualmente plasmada en las fotografías recordatorias con las que al final se ha obsequiado a los presentes, realizada por el artista gaditano Antonio Álvarez del Pino y que está llamada a convertirse en uno de los símbolos de estas significativas jornadas y en el que aparece representado el Señor del Cerro con la clásica túnica blanca con la que cada año recorre las calles cordobesas en la hermosa tarde del Domingo de Ramos.
