Esther Mª Ojeda. El pasado mes de julio nos encontrábamos con la sorprendente noticia de la dimisión de Rafael Peinado Rojano como Hermano Mayor de la Hermandad de la Entrada Triunfal, cuando tan solo un año atrás era reelegido en el cargo – tras haber sido la suya la única candidatura presentada – para afrontar un segundo mandato al frente de la corporación. En un principio, afrontaba su continuidad como máximo responsable con ilusión y la firme voluntad de llevar a cabo un saneamiento de la economía de la hermandad que no acababa de pasar por su mejor momento.
Sin embargo, ese intento se vio frustrado y la dimisión se llevó a término tras la alegación de motivos personales, interrumpiendo con ello un trabajo con el que Peinado trasladó la clásica salida de la popular “Borriquita” hasta la Catedral a pesar de las posteriores inclemencias del tiempo que consiguieron deslucir por completo el siempre emocionante Domingo de Ramos.
Por otra parte, también durante su mandato la cofradía tuvo la oportunidad de vivir dos citas de gran relevancia: la del techo de palio de Nuestra Señora de la Palma – con una más que interesante combinación de bordado, orfebrería, malla y pintura – y la de la marcha compuesta por José Ramón Rico, también dedicada a la titular de la corporación y titulada “Madre de los Hebreos”.
Con estos logros, se despedía y dejaba a sus espaldas Rafael Peinado su puesto al frente de La Entrada Triunfal tras la pertinente comunicación al Secretario de la Corporación con la que se abría un nuevo proceso electoral. En aquel momento. se preveía la convocatoria de una Asamblea para el pasado 21 de agosto con la intención inicial de haber celebrado elecciones en la también pasada fecha del 11 de septiembre.
No obstante, el mes de agosto trajo consigo la noticia de que la hermandad encargada de inaugurar el Domingo de Ramos acordaba posponer la celebración del cabildo electoral hasta finales del mes de octubre, respetando así las pormenorizadas pautas que han de tenerse en cuenta en procedimientos de este tipo y que afectaban tanto al plazo de presentación de una candidatura como al que correspondía a la Junta Electoral para aprobar o rechazar dicha propuesta.
Finalmente, la buena noticia llega ahora con la propuesta de una nueva candidatura para ostentar el cargo de Hermano Mayor de la cofradía de San Lorenzo y lo hace de la mano de Francisco Figueroa quien, finalizado el plazo para la presentación de candidaturas -que expiró el pasado viernes-, ha dado un paso al frente para hacerse cargo del futuro de la entrañable hermandad. Una candidatura que ha sido aprobada por la mesa electoral constituida al efecto.
Figueroa cuenta con una larga trayectoria dentro de la corporación en la que se ha convertido en uno de los hermanos con mayor antigüedad y en la que dio sus primeros pasos como costalero de María Santísima de la Victoria – titular de la hermandad que por aquel entonces y hasta la incorporación de Nuestra Señora de la Palma recorría las calles cordobesas tras Nuestro Padre Jesús de los Reyes – y después tuvo ocasión de ostentar diversos cargos entre los que se incluye el de Diputado Mayor de Gobierno, realizando en la actualidad estación de penitencia como un hermano nazareno más del cortejo procesional.
Y así, con esta importante y comprometida decisión por parte de Figueroa para asumir la responsabilidad que entraña la función de Hermano Mayor, la “hermandad de los niños” parece empezar a vislumbrar un nuevo y certero futuro hacia el que conducir a una corporación que nunca ha dejado de sobreponerse a los reveses y las dificultades para volver a ilusionarnos en la mañana de cada Domingo de Ramos.