Julia Nieto. Rocío y Lágrimas. Lluvia de la mañana, Consuelo del afligido. Y es que eres Tú; la más sencilla y pura de las mujeres; la que consigue que mi corazón pecador a Dios siempre se arrepiente.
¡Perdóname Madre! Si esas lágrimas que por tu bello rostro caen, son por mi culpa, perdóname ahora y siempre, pues no quiero hacerte daño Madre Mía... ¿Por qué hacerte daño a Ti, si eres Tú la que me entiende? Si en mis momentos de tristeza eres tu mi consuelo y la que me ayuda a cargar con mi dolor. Si eres la que me despierta por la mañana y la que viene cuando, en mi ira, nadie más me calma.
Rocío y Lágrimas. Gloria y amargura en un nombre se cobijan, qué hermosa contradicción. Y es así que no te podías llamar de otra manera, porque es normal que tu seas la causante de que los campos florezcan, como también, la que mi pena calme. Madre mía, Virgen Santa. ¡Ayúdame a que en mi sequía, tu agua sea la que me sacie!
Pide de mi parte Perdón a tu hijo y haz que con tu luto, sean muchas almas la que en este mes de Noviembre, por tu intercesión, se salven.
Fotos Antonio Poyato
Fotos Antonio Poyato
