En tiempos de demasiados mercaderes en el templo, ávidos de monedas y sangre, llega a nuestras almas un Papa de mensaje diáfano y que demuestra, en propia persona, que el mundo puede ser muchísimo más que un orbe globalizado y falto de fe.
Los látigos de la usura especulativa laceran las espaldas de las Naciones. ¿Interesa más al primer mundo vender armas, que abrir los graneros, eliminando la extrema pobreza en la que vive gran parte de la humanidad?.
Ya fundido el “becerro de oro” y nubes grises poblando el horizonte, Francisco I nos habla de las carencias espirituales del ser, de que el mayor poder que puede poseer una persona es la humildad y que el bienestar de pocos, no se consigue con la crucifixión de los pueblos, por mucho que la orden venga de manos recién lavadas.
Reflexionemos escuchando el mensaje del Nazareno, en las bienaventuranzas dejó el camino a su reino. Francisco I es un suspiro de aire renovador, en una parte del mundo, más papista que el propio papa.
Cónclave
Señor Jesús, libera mi alma de dudas, aunque mi cuerpo yazca encadenado. Jesucristo úngeme con tu luz de vida, pastor que velas por tu rebaño. Acompaña al sufriente que bebe del cáliz de tu sagrado costado y guía a tus hijos para que prediquen sin tribulaciones tu mensaje de vida y esperanza.
Permite Señor, que tu Santa Madre inspire con su fragancia de rosa blanca, el entendimiento de tus representantes en el Mundo y que ninguna tentación personal anide en sus corazones. Que tus Arcángeles clamen tu santo nombre y guíen, por el bien de la humanidad, una nave que olvido la sangre de tu madero, Déjanos oír tus bienaventuranzas y la oración que el Padre nos transmitió, predica al olivo que hoy nace, porque en tus palabras esta la verdad de nuestra existencia.
José Antonio Guzmán Pérez
Recordatorio Calvario de Iris