El hermano mayor es consciente de que el tema no está definitivamente cerrado y que tendrá segundas y terceras partes.
El principal argumento de la junta de gobierno de la Archicofradía del Paso y la Esperanza para rechazar la presencia de las mujeres en sus tronos es el elevado peso de los mismos. Los miembros de la junta temen que, en el caso de que hubiese muchas peticiones y los tronos fuesen llevados por un 50 por ciento de féminas, podría haber problemas en el recorrido de vuelta a la casa hermandad. «Si ahora, que sólo los sacan hombres, se nota el cansancio en el regreso, si los llevasen muchas mujeres, que supuestamente tienen menos fuerza física, las dificultades serían mayores», dijo ayer a este periódico el hermano mayor de la Esperanza, Manuel Harras.
La junta se pronunció al respecto tras pedir por escrito y de manera oficial dos hermanas de la archicofradía ser portadoras del trono del Nazareno del Paso. «No tenemos nada contra esas dos chicas. Ambas dan la talla y su envergadura les permitiría sacar el trono como lo hacen los hombres. La negativa no ha sido a ellas, sino a la incorporación de la mujer a nuestros tronos», explicó Harras.
El hermano mayor de la Esperanza, no obstante del rechazo de la junta (en votación secreta hubo 40 votos en contra, 24 a favor y cuatro papeletas en blanco), es consciente de que el tema no está cerrado, porque seguramente habrá segundas y terceras partes e, incluso, es probable que se produzca alguna reclamación.
Harras defendió la labor que las mujeres hacen en las hermandades malagueñas. «Más del 70 por ciento de los componentes de nuestra procesión son féminas; la mitad de nuestra junta de gobierno la forman mujeres. La decisión que hemos tomado no hay que verla como que estamos en contra de las mujeres en la Semana Santa. Al contrario, ellas han sido las que le han dado un empuje y la han salvado», aseguró Harras.
El hermano mayor expresó su satisfacción por el modo en que el asunto se abordó en la junta de gobierno. « Se expusieron distintos puntos de vista y cada uno dijo lo que quiso. Una de las dos chicas que querían salir en el trono del Nazareno acudió a la reunión y expresó su opinión. La decisión se adoptó en una votación democrática», señaló.
Al ser preguntado si el tema se llevará a cabildo, Harras respondió que el próximo se celebrará en julio. En principio, esa cuestión no se incluirá en el orden del día, pero si algún hermano o miembro de la junta lo solicita en ese cabido, el asunto de la mujer en los tronos se trataría en el siguiente cabildo.
Correo al delegado episcopal
Según pudo conocer Diario Sur, una de las dos mujeres que este año habían solicitado ser portadoras del Nazareno del Paso envió ayer un correo electrónico al delegado de Hermandades y Cofradías del Obispado, Antonio Coronado, para hacerle llegar lo que había sucedido e intentar buscar su respaldo. Fuentes de la diócesis manifestaron que, en este asunto, la Iglesia «respeta la decisión de la Archicofradía del Paso y la Esperanza como asociación pública de fieles que tiene autonomía».
Por su parte, el presidente de la Agrupación de Cofradías, Eduardo Pastor, afirmó que respeta lo acordado por la junta de gobierno de la Esperanza. «Cada cofradía tiene que hacer lo que crea conveniente y lo que marquen sus estatutos. Eso hay que respetarlo». Pastor añadió que él no tiene nada en contra de la presencia de las mujeres bajo los varales. De hecho, en los tronos del Señor de la Sentencia y de la Virgen del Rosario, cofradía de la que es hermano mayor, salen féminas en el ‘submarino’ (debajo de la mesa).
Más de una decena de cofradías ya tienen portadoras
Al menos más de una decena de cofradías admiten ya a mujeres para portar sus tronos. Desde el caso pionero de Mena en el año 2003, que tuvo que pasar eso sí por el refrendo de un cabildo de hermanos, son varias las hermandades que no tienen inconveniente alguno en tallar a mujeres. Son los casos de Dulce Nombre, Humildad, Salutación, Salud, Crucifixión, Dolores del Puente, Sentencia, Paloma, Santa Cruz, Dolores de San Juan, Amor y la procesión del Resucitado que organiza la Agrupación de Cofradías, entre otras. Algunas van bajo la mesa del trono, por voluntad propia, pero otras portan a la imagen por fuera, como cualquier hombre de trono, o lo hacen con el rostro tapado como el resto de sus compañeros de varal.
«Me siento cansada, muy dolida y desesperada», afirma una de las afectadas
Aunque asegura que se lo esperaba desde que supo que el tema iba a votarse en una reunión de la junta de gobierno, el ‘no’ le ha caído como un jarro de agua fría por la vinculación que tiene con la Archicofradía de la Esperanza desde muy temprana edad. «Me siento cansada, muy dolida y desesperada», manifestó a este periódico una de las dos mujeres que este año habían solicitado ser portadoras del Nazareno del Paso, que prefirió que no se desvelara su identidad. «Con esta votación, la junta ha incumplido claramente sus estatutos, que establecen que pueden aspirar a ser portadores de los tronos todos los hermanos que se encuentren al día de sus cuotas, sin distinguir entre hombres o mujeres», recalcó esta chica, que lleva varios años saliendo como portadora en otros tronos, como el de la Virgen del Dulce Nombre, del Domingo de Ramos, y en el del Cristo Resucitado.
Intento en la Virgen
Esta joven ya intentó ser portadora de la Virgen de la Esperanza para la procesión extraordinaria que protagonizó en junio del año pasado con motivo del 25º. aniversario de su coronación canónica. En aquella ocasión le negaron el acceso al trono con las excusas de que no daba la talla (tiene 1,52 de hombro) y que era demasiado joven (tiene 30 años), según explicó. Finalmente, sin que lo supieran los directivos de la cofradía, pudo meterse un rato en el ‘submarino’, bajo la mesa del trono, y llevar a la Virgen durante unos momentos que le supieron a gloria. «Pensé que, si pedía salir portando al Nazareno del Paso, podría tener más posibilidades, pero ni siquiera me han dado la oportunidad de entrar a formar parte de la lista de espera que hay para llevarlo», comentó.
También lamentó que, a diferencia de la otra mujer que había solicitado llevar al Nazareno del Paso, a ella no se le haya dado la oportunidad de intervenir (con voz pero sin voto) en la junta de gobierno del pasado jueves. «Tampoco se trató el tema en un cabildo de hermanos que hubo días atrás», apuntó, al tiempo que recordó con la voz entrecortada que, en una de sus últimas visitas a la cofradía, hubo alguien que le espetó: «Tú no tocarás el varal mientras yo viva».