Excelente reportaje de Andy Fresno (Esencias Cofrades) del Solemne Besamanos celebrado el último fin de semana de Cuaresma en honor de Ntro. Padre Jesús del Silencio en el Desprecio de Herodes.
La Pontificia, Real e Ilustre Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Silencio en el Desprecio de Herodes, María Santísima de la Amargura y San Juan Evangelista, y Beata Ángela de la Cruz, de Sevilla, conocida popularmente como Hermandad de La Amargura, fue creada en la antigua iglesia parroquial de San Julián, en el año 1696, según se cree por antiguos miembros de la Hermandad de la Hiniesta, por aquel tiempo extinguida ante la pérdida de hermanos ocasionada por la epidemia de peste del año 1649.
Realiza su primera estación de penitencia tres años después de su creación, en 1699; y desde ese año y hasta el siglo XVIII lo hace de forma no continuada, a pesar de que en 1724 se trasladó a San Juan de la Palma donde tomó mayor impulso con la población de aquella collación, que por entonces no contaba con ninguna corporación de penitencia.
Por entonces se erigen en esa iglesia altares propios, se adquiere la Sacristía y la Sala de Cabildos, y se encarga la imagen de San Juan a Benito Hita del Castillo. No obstante en el último cuarto de siglo la Hermandad decae, por causas no muy claras, entre las que podrían estar el ambiente liberal que sigue a la Revolución Francesa y que afecta en general a todas las hermandades de la ciudad, y al fuerte endeudamiento que debió someterse tras el encargo del paso del Cristo en 1786.
Estos problemas seguirían durante un largo tiempo, en el que la decadencia de la Hermandad fue total, pese a los intentos por resurgirla por parte de un grupo de hermanos en 1808.
Y así seguiría hasta el año 1828, cuando al fín el afán cofrade despegó en torno a la imagen de María Santísima de la Amargura, de forma decidido y seria, que haría salir a la Hermandad en su recorrido procesional ya de modo regular por las calles de Sevilla. Con este nuevo impulso la corporación llegó a encargar un paso de palio completamente negro, con estrellas bordadas en oro.
De manera contraria a la etapa anterior, la Cofradía ahora contaría entre su cuerpo de hermanos con menor número de vecinos de la collación, apartándose de las características y estilos que marcaron la anterior.
En el año 1893 la hermandad perdió gran parte de sus enseres cuando se declaró un incendio fortuito a su paso por la plaza de San Francisco, aunque por fortuna lograron salvarse sus imágenes titulares.
En el año 1904 la Hermandad se fusiona con la Sacramental de San Juan de la Palma como fruto del enraizamiento alcanzado en la iglesia de la calle Feria. A partir de 1926 se inicia una época de esplendor en la Cofradía con la realización del nuevo palio para la Virgen, obra de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, autor también del manto y los faldones que ejecutaría al año siguiente, incorporando diseños y bordados que marcarían nuevas tendencias en los pasos de palio barrocos sevillanos. Se crean entonces nuevas Reglas y se implanta el nuevo estilo procesional de la Hermandad, cambiando definitivamente el paso de misterio y también las túnicas.
Este momento de esplendor tuvo su máximo exponente cuando el día 21 de noviembre de 1954 la Virgen de la Amargura es coronada en la Catedral de Sevilla por el cardenal don Pedro Segura y Sáenz, por entonces arzobispo de la diócesis. Desde 1960 esta imagen preside el altar mayor de la iglesia en su sede en la calle Feria.
La Hermandad de La Amargura procesiona con dos pasos que aparecen presididos por sus imágenes titulares, Nuestro Padre Jesús del Silencio y María Santísima de la Amargura.
El paso de Misterio, de composición teatral y muy efectista, constituye una de las más brillantes escenas de tribunal de cuantas procesionan en Sevilla. Dicha composición es obra del orfebre y escultor Cayetano González Gómez que la creó entre los años 1938 y 1940.
Cristo aparece de pie maniatado, en un extremo delante del paso, rodeado por tres soldados romanos con cascos y corazas labrados por el propio González Gómez. Al fondo, sentado en su trono, con lujosa vestimenta y abundante pedrería, se encuentra Herodes que observa con gesto altanero entre dos hebreos que se burlan acusadores, creando en su conjunto una escena de una gran expresividad.
No se tiene constancia documental sobre la autoría de Nuestro Padre Jesús del Silencio en el Desprecio de Herodes. Estilísticamente está relacionada con otras dos tallas conocidas: Nuesro Padre Jesús atado a la Columna, de la Orotava (Tenerife) fechado en 1698, y el Nazareno de Santa Isabel de Écija, realizado entre los años 1699 y 1701. Junto con estas dos, la de Nuestro Padre Jesús del Silencio de la Hermandad de La Amargura de Sevilla fueron contratadas por el maestro Pedro Roldán en la última etapa de su vida (1689 a 1699). No obstante, y debido a la avanzada edad del artista, se cree que estas imágenes debieron ser realizadas por algún discípulo de su taller, al que ya se ha denominado "maestro del Silencio".
Se trata de una escultura realizada en madera para vestir, de 1,85 metros de altura, cuya fecha se estima comprendida entre los años 1696 y 1697. Representa a Cristo en el momento de ser presentado ante Herodes; aparece de pie, maniatado, con el rostro algo ladeado, mostrando humildad y silencio.
Son varias las restauraciones a que ha sido intervenida esta imagen. En 1917 su cuerpo original, ligeramente anatomizado, desapareció mediante la restauración llevada a cabo por José Ordóñez. Posteriormente fue objeto de nuevas intervenciones, una en 1928 y otra en 1951, realizada por Juan Luis Vasallo.
Y más recientemente, entre diciembre de 1994 y marzo de 1995 fue restaurado en el Departamento del Centro de Intervenciones del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, dependiente de la Consejería de Cultura. A las intervenciones mecánicas que afectan a clavos, ajustes y anclajes, se le sumaron una limpieza en su policromía y la eliminación de repintes posteriores.
Recordatorio La Amargura en Gente de Paz