Subió la marea bajo la luz de la luna, en el océano de tu mirada y se fue preñando la orilla de la marisma de promesas y sentimientos. El oleaje embravecido golpeaba tu cancela mientras el santero luchaba contra los elementos, sabiendo en su infinita inocencia, que era imposible contener con voluntad humana el anhelo de alcanzarte; y es que a tu lado, la gloria misma casi carece de sentido, porque mientras reines a las puertas de Doñana, ya puede seguir esperando el Cielo…
Orienta nuestros corazones, danos la fuerza que necesitamos, alumbra con tu candela el horizonte de mis pasos y hágase Contigo la luz en las tinieblas del mundo. Rocíanos Señora, para que se hagan realidad los sueños de los caminamos…
Aires... de romería,
oliendo
a pino y lentisco,
viento
que lleva a María,
que
vive en el Cielo mismo.
Aires... de sol y verso,
sintiéndote en las entrañas,
Reina, eres Universo
que nos gobierna y nos guarda.
La madrugada es luna y gentío
cada Lunes de Rocío,
cuando Almonte te ha prendido
al pie del altar...
Aires... de primavera,
luces de amor y marisma,
tiempo de anhelante espera
para beber de tu brisa.
Aires... del paraíso,
con tu fragancia en las venas,
embriagado de tu hechizo...
pisadas por las arenas.
Y navegando entre piropos
vas sanando cuerpos rotos
y el alba que poco a poco
despertará...
Aires... de rezo y fuego,
naturaleza infinita,
senda de promesa y ruego,
pueblos que te necesitan.
Aires... de fantasía,
Pasionaria de mis coplas,
Templo para Andalucía,
enjuágame con tu aroma.
Vuelve a mi vera Señora Mía,
no te alejes todavía,
mi ofrenda es Avemaría
y fe de hermandad...
Rocío...
Maná que lloviste del Cielo,
Regalo que Dios ha ofrecido
y el pueblo elegido
será tu nido... rociero.
Guillermo Rodríguez