Traemos a esta sección de fotografía histórica una imagen de la que desconocemos su autoría, en la que se recoge el besamanos a Nuestra Señora de los Dolores, organizado en 1949. La década de los cuarenta del pasado siglo, bajo el fructífero mandato de don Fernando Fernández de Córdoba Martel, resulta de gran vitalidad para la hermandad de San Jacinto.
Sin duda, la explosión de religiosidad que sigue al triunfo de las armas del llamado “bando nacional”, influye de forma determinante en el desarrollo de nuestra Semana Santa y muy particularmente en la hermandad de los Dolores que ve incrementar de forma espectacular el número de hermanos, con una notable presencia de la burguesía mercantil e industrial de la ciudad. Son años en los que los altares de cultos o los besamanos revisten una espectacularidad, desgraciadamente, hoy desaparecida con alguna honrosa excepción.
En 1939 se había recuperado la celebración del septenario glorioso que en el mes de septiembre congregaba a innumerables devotos en la iglesia hospitalaria. Señal inequívoca de la pujanza que experimenta la hermandad en estos años es la presencia de oradores sagrados de notable prestigio, tanto en los cultos en honor del Santísimo Cristo de la Clemencia, incorporado a la hermandad en 1939, como de Nuestra Señora de los Dolores.
En el septenario doloroso celebrado en 1949 ocupó la sagrada cátedra el padre Joaquín T. Lozano, paúl. Dos años antes el encargado de la predicación había sido el futuro obispo de Jaén, don Félix Romero Mengíbar.
Francisco Román Morales