Azotado y flagelado. Señor de un barrio, rey del Zumbacón. El Señor es coronado de espinas a los pies de un barrio que le espera con ansia de ver ese caminar decidido de su Señor por las calles de su feligresía. Detrás, con sones mercedarios, su madre, Nuestra Madre y Señora Santa María de la Merced.
Recordatorio La Esperanza según José Luís Ruiz