Reproducimos a continuación la íntima entrevista realizada por Fernando Carrasco a D. Joaquín Caro Romero, pregonero del cincuentenario de la Coronación de la Macarena, para Pasión en Sevilla.
-¿Le ha quedado algo por decirle a la Macarena?
-De momento, no. No está seca la mina, no está cerrada. Sin ninguna duda, paso a la reserva, pero ya me he «retirado» varias veces: en 2000, con el Pregón de Semana Santa; el 2003, con el Pregón del Centenario de la Concordia y ahora, tras el Pregón del cincuentenario.
-¿Se queda con alguna parte del Pregón?
-El Pregón es todo una unidad que no creo que sea para partirlo. En todo caso, el romance de cerca de 200 versos del Parque de María Luisa, que escribí en nueve horas y media seguidas pudiera ser uno de esos momentos.
-De todo lo que le ha escrito a la Esperanza, ¿qué es lo que más le ha emocionado?
-Le he escrito tantas cosas.... Quizá lo de «Igual que ayer permanece», los versos de los mantos, que son de una enorme emotividad. Es que desde aquel poema en ABC de mayo de 1964... en verdad llevo toda mi vida escribiéndole cartas de amor a la Esperanza Macarena.
-Ha dicho usted que se «corta la coleta». Pero imagino que seguirá dedicándole versos a la Macarena.
-Por supuesto. Siempre que haya un estímulo. Yo no habría escrito estos versos si no me hubiesen designado pregonero del cincuentenario. Y puedo decir que, de todos mis escritos macarenos, éste es el que estoy más desnudo.
-Si no hubiese pronunciado usted el Pregón ¿quién sería la persona idónea?
-No sé, la verdad. Soy de la opinión de que este Pregón lo tenía que decir un poeta. ¿Algún otro pregonero ilustre? Si hubiese querido la Hermandad hacer otra cosa, a lo mejor Carlos Colón. Pero, si le digo la verdad, estaba convencido de que me iban a nombrar a mí. Y fue por unanimidad de la junta de oficiales. Éste es el Pregón que yo soñaba. Y lo he pronunciado como lo tenía pensado. Puedo decir que en él está resumida toda mi vida.