Ya pasó un día más. Un día menos
para acabar todo lo soñado. Sin embargo, aún queda lo más importante, cuando la
Señora salga para bendecirnos a todos los que nos pondremos delante de Ella.
Ayer, bajo un sol de justicia,
Córdoba realizó su Presentación ante la Santísima Virgen y la Hermandad Matriz
con un retraso bastante considerable acumulado desde muy temprano. Una
presentación emotiva, donde la Junta de Almonte nos trató con el cariño de una
madre y el amor de unos hermanos en la Blanca Paloma.
A sones de campanitas de barro,
típico de nuestra ciudad y haciendo un guiño a la Patrona de las Hermandades y
Cofradías de Córdoba; la filial rociera rezó una de las salves más emotivas que
tiene. El Hermano Mayor, emocionado y con los ojos reflejados en el óvalo del
Simpecao dio los vivas a la Virgen.
Después, un regreso tranquilo a casa con brisa marismeña no sin antes visitar y abrazar en hermandad a Lucena,
nuestra madrina. Después, una jornada en casa, donde se hicieron entrega del
reconocimiento a los peregrinos que durante 9 días han acompañado en todo
momento al Simpecao.
Hoy, la Pontifical con las voces
del coro de Almote en El Real, donde todos las hermandadeshermandades rezan
todas juntas. Y ya esperar la noche que llegue el Rosario, pero sobretodo la
hora señalada.
Raquel Medina Rodríguez