- Conversión del Buen Ladrón. Parroquia de Ntra. Sra. del Rosario y Santa Beatriz de Silva (Electromecánicas).
- Lanzada. Parroquia de Ntra. Sra. de la Aurora (Fátima).
- Cristo de las Lágrimas. Parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción (Parque Figueroa).
- Traslado al Sepulcro. Parroquia de Ntra. Sra. de Consolación (Arroyo del Moro).
- Exaltación. Parroquia de Ntra. Sra. de Consolación (Arroyo del Moro).
- Presentación al Pueblo. Parroquia de San Vicente Ferrer (Cañero).
- Quinta Angustia. Iglesia de la Merced.
- Bondad. Santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta (Fuensanta).
- Cristo de la Confianza. Parroquia de la Inmaculada Concepción y San Alberto Magno (Ciudad Jardín)
Esta es
la relación de pro-hermandades fundadas en nuestra ciudad durante las últimas
dos décadas y que aspiran a hacer algún día carrera oficial. A estas nueve
habría que añadir a la pro-hermandad del Cristo de la Sangre que procesiona por
la barriada del Higuerón el Sábado de Pasión así como al grupo de fe de jóvenes
de la pro-hermandad de la Victoria (pendiente de la asignación de una Parroquia
de la Diócesis).
Excluyendo
el caso de la corporación de la Quinta Angustia, radicada en pleno centro de la
ciudad (actualmente en la Parroquia de San Miguel como consecuencia del cierre
por obras de la Iglesia de la Merced), nos encontramos ante siete barriadas que
aún no están presentes en nuestra Semana Santa y que tienen el deseo de
estarlo. No obstante me cuestiono si nuestro Obispado está tomando la línea
correcta promoviendo la fundación de Cofradías noveles. Y más teniendo en
cuenta la situación en la que se hallan algunas de nuestras Hermandades
históricas y alguna que otra de las fundadas en los últimos tiempos (que en tan
poco tiempo ha pasado de serlo todo a verse sumida en una crisis de
considerables dimensiones). Cuesta mucho trabajo, en estos últimos años,
encontrar hermanos mayores así como completar juntas de gobierno. A ello
sumamos los tradicionales problemas de
la mayoría de nuestras corporaciones: exiguos tramos de nazarenos, cortejos que
dejan mucho que desear, poca presencia de hermanos en cultos, nula obra social,
etc… ¿Seguro que no sería mucho mejor proponer el traslado de algunas de estas
Cofradías que se concentran en un radio de apenas un kilómetro en torno al
centro de la ciudad a algunos de estos barrios en los que se ha constituido
alguna pro-hermandad? Asimismo no sería descabellado centrar la mirada en
aquellos que abanderan estos proyectos de Hermandad, en tantas ocasiones
personas en busca de ostentar un poder que les ha sido negado en sus Cofradías
de origen. ¿Tienen estos la formación suficiente y la capacidad necesaria como
para llevar a buen puerto el difícil proyecto de crear y hacer madurar una
nueva Hermandad? Y si estas personas cumplen ambos requisitos, ¿por qué salen
de su Cofradía origen?
No
obstante no es nuestro propósito desalentar a ninguna de estas pro-hermandades
a las que, sinceramente, les deseamos la mejor fortuna en su caminar. Toca
ahora asentar bien los cimientos, lo cual no es ni mucho menos sencillo.
Maduren las ideas antes de plantearse locuras ni de hacer las cosas a tontas y
a locas. Lamentablemente tienen ustedes un ejemplo de cómo no se debe hacer
carrera oficial por vez primera en la cofradía (merecidamente con minúscula)
incorporada en 2014. Tener unos Titulares magníficos no lo es todo. Por favor,
ténganlo presente. De este modo, cuando llegue el día en que llamen a las
puertas de la Agrupación para hacer carrera oficial, todos les tomarán en serio
y nadie les mirará con recelo.
Marcos Fernán Caballero