Blas Jesús Muñoz. Estamos en una tarde de otoño cuando llegamos a la casa de Hermandad de la Estrella. Nos recibe su Hermano Mayor y, antes de empezar la entrevista, charlamos frente al paso del Señor de la Redención y alguna de las piezas más destacadas del patrimonio de la cofradía. Entre ellas, la magnífica corona que ha sido una de las últimas incorporaciones del ajuar de Nuestra Señora.
Es una charla ágil, cercana, interesante, reflexiva pues Jesús concluye ahora un mandato de cuatro años muy intensos y diecisiete activamente dentro de una Junta de Gobierno. No pierdan detalle, merece la pena.
Para los que no te conocen, ¿cómo te definirías?
Me definiría como una persona trabajadora. Entré en una Junta de Gobierno allá por el año 1997, no sabía nada de Cofradías, me voy ahora después de unos años, y sigo sin saber nada de Cofradías (risas). Trabajador he sido siempre, para mí, es lo que tiene que reinar en una Cofradía, trabajar, que el trabajo que se haga sea por Nuestros queridos Titulares, a los que poco más que trabajo, es lo que se les puede ofrecer, y eso es lo que he hecho durante todo este tiempo de pertenencia en Juntas de Gobierno.
En este tiempo al que te refieres, ¿Cuál es tu mejor recuerdo?
Pues ha sido mucho tiempo, pero te voy a referir algunos. La primera vez que me llaman para pertenecer a la Junta de Gobierno, para mí aquello era muy grande, pertenecer a ese grupo de personas que, entre comillas, íbamos a dar ejemplo de lo que es ser una Hermandad y Cofradía. Para mí, aquello fue muy grande.
A lo largo de estos años, ha habido muchos momentos... me quedaría, quizá, con el Vía Crucis Magno, muy reciente aún. Entendíamos que el Señor no debía estar solo, por eso durante toda la noche le hicimos una especie de velá. Levantarte a las seis de la mañana, irte con Él... quedarte a solas con Él, cara a cara, es indescriptible.
¿Se ha planteado alguna vez salir desde la Casa Hermandad, tal y como se hizo precisamente aquél día?
No. La verdad es que no. Es una opción buena que tenemos, pero por ejemplo en la Magna, con el cortejo tan cortito, era complicado sacar a los Titulares de aquí, teniendo a unos metros la Parroquia. Yo soy de la opinión, que los Titulares han de salir de su casa.
En estos años de los que hablamos, ha salido por primera vez también la Virgen de la Estrella, ¿cómo recuerdas ese Lunes Santo?
Ese Lunes Santo para mí fue importantísimo, puesto que yo era Vice-Hermano Mayor. El Hermano Mayor por estatutos es el que debe de cerrar el cortejo, y fue la primera vez que yo iba presidiendo el paso de mi Señor en el cortejo, iba cerrando la presidencia. Yo no he pensado nunca en ocupar ese lugar, ya que siempre he sido una persona que ha estado siempre al servicio de la Cofradía, pero recuerdo (risas), que ese año le dije a mi Hermano Mayor, yo este año no le permito a nadie ese honor, porque no sabía si iba a ocurrirme otra vez en la vida, fue otro momento para mí muy importante.
¿Cómo tomas la decisión de presentarte a Hermano Mayor?
Hombre, tomo la decisión porque prácticamente era una persona que podía llevar una línea continuista como la que se había estado llevando, entre todas las personas que teníamos inquietud de seguir, vieron en mí quizá también a la persona idónea, y bueno, entre mucho pensarlo, sopesar las cosas, el tiempo, la dedicación que le resta a la familia… Un montón de cosas que aparte del apoyo de los amigos y demás, hay que consensuar con la familia, tener su apoyo, que es fundamental. Ellos me decían que solo podrían apoyarme, que yo ya sabía qué era estar en una Junta de Gobierno, ya que ya había estado de Vice-Hermano Mayor. Tras pensarlo, tras mucha meditación, hablamos de aquel Octubre, pues las navidades anteriores ya estaba pensando si dar el paso o no. Fue pensado, y meditado, muy meditado con la familia.
Fue un proceso de elecciones muy reñido, ¿no?
En eso también tengo algo que decir. Hemos sido una de las pocas hermandades en Córdoba, que conseguimos una gran participación de hermanos, cosa que en Córdoba, no es por nada, pero no suelen verse estos datos de votaciones. Yo salí de Hermano Mayor, casi con 300 votos, y el otro hermano que se presentaba, casi llegó a los 200. También era la primera vez que concurríamos dos candidatos, las elecciones se iban a celebrar en el Centro Cívico de la Mujer, y nos tuvimos que venir a la Parroquia porque no cogíamos.
¿Qué ha ocurrido en estos cuatro años, para pasar de dos candidaturas, a que cuatro años después, no hay ninguna persona que se presente?
A mi manera de entender, la moda de pertenecer a una Junta de Gobierno ha pasado. No es sintomático en la Estrella, ya que es una Hermandad viva, con una gran participación de los hermanos. Nos vamos a Rescatado, a Expiración, hermandades con solera y caché, y llego a la conclusión de eso, de que la moda pasa, cuando llevas ya muchos años, te llegas a cansar. No voy a engañar, no me gusta engañar a nadie, te llevas tus desengaños, y mira, piensas, yo vengo aquí a otra cosa, no a desengañarme de la vida. Quiero trabajar por mi Hermandad, vengo aquí a eso, a hacer amigos, y no a desengañarme de nada.
El por qué entonces sería eso. Antiguamente era un honor estar en una Junta de Gobierno, y ahora, pues las personas, los hermanos, no quieren esa responsabilidad.
¿El desengaño es más consecuencia de que hayas visto quizá poca respuesta de cierta gente a la hora de trabajar, o además, estaría influido por la crítica?
A la primera parte de la pregunta, te diría que totalmente. Podemos decir que he tenido un mandato digamos, ajetreado, ha habido muchas cosas en las que se han tenido que tomar decisiones. Por ejemplo, se tuvo que cambiar al vestidor después de veinticinco años vistiendo a Nuestra Señora, y eso, dicho así parece muy fácil, pero es muy, muy, muy complicado, eso genera controversia al 100%.
A mí la crítica nunca me ha hecho daño, la crítica siempre que ha sido constructiva. Me han hecho daño los comentarios de redes sociales que, sin dar la cara, te dicen cómo debes llevar una Hermandad. No, no lo digas en una red social, si eres hermano, tu lugar para dar tu opinión es en un Cabildo de Hermanos, Ordinario o Extraordinario, y ahí di y piensa. Yo creo que una persona que se dedica a criticar a su Hermandad en una red social, no quiere a su Hermandad. Pienso que nadie quiere sacar trapos sucios, si los hay o los hubiera, pero es una forma de dañar a las hermandades, y detrás de las hermandades, estamos personas.
Desde fuera se ha apreciado cierta polvareda con el tema de la corona. ¿Te parecieron un poco excesivas ciertas reacciones?
Del tema de la corona si te voy a comentar una cosa que probablemente sea más grave que todo eso. No es una decisión que toma la Junta de Gobierno, no. Tenía y tengo muy claro que para que una Junta de Gobierno funcione debe tener un proyecto ilusionante. Tengo que saber por qué voy a trabajar durante cuatro años en los que le dedico mi vida a la Hermandad. Trabajos hay muchos en cada cofradía, pero tengo que tener un proyecto “estrella” o ilusionante que haga esforzarme el doble. Lo sopesamos, y hombre, el patrimonio que tiene la Hermandad es afortunadamente bastante consensuado y elegante y me pongo en manos de los priostes, que vuelvo a repetir, son los que en verdad sabían qué se necesitaba, y me dicen que sería importante hacer una corona a la Virgen.
Este proyecto se expone en un Cabildo General de Hermanos. O sea, que no es la Junta de Gobierno la que lo dice, sino los hermanos. Es la Hermandad la que decide. Luego me dijeron, es que fueron cien, pues como si fueron veinte, esto estaba convocado para todo el mundo. Ese era el interés que tendrían, porque en ese mismo Cabildo, por ejemplo, también se aprobaron los nuevos uniformes que actualmente lleva la Agrupación Musical. He tenido la suerte de que lo que se ha hecho no ha sido decisión de la Junta de Gobierno, sino de los hermanos en un Cabildo General. Cada uno desde su casa luego es un Hermano Mayor diferente, poniendo un símil futbolístico todos somos entrenadores. Hermanos Mayores de redes sociales, tres mil, a la hora de la verdad, nos encontramos un lapsus de tiempo en el que no hemos tenido candidato, cuando todos estos Hermanos Mayores de redes sociales podían haber dicho, me presento, y ahora os voy a demostrar cómo se hace esto.
Ya que hablas de candidatos, ¿qué valoración haces del candidato?
Pues de Juan en esta Hermandad poco se puede decir. Si no es fundador de la misma, fue de los primeros hermanos. La trayectoria que ha tenido como capataz, ahí está y siempre ha estado volcado con su Hermandad. Creo que puede ser un buen candidato, creo. Espero también, que en su furor interno, ya que ha sido, o es militar, sea capaz de sobre todo mantener las funciones fundamentales de un Hermano Mayor, que son velar por los estatutos y hacerlos cumplir, que es donde normalmente podemos fallar todos, incluso yo, y a la hora de venir de un cuerpo militar, quizás tenga más fuerza para que se cumplan (risas), que espero que lo haga.
Otro de los temas que recientemente ha dado mucho que hablar, ha sido la pérdida de contratos de la Agrupación Musical en los últimos años, ¿a qué puede o cree que es debido?
Son cosas muy complicadas, te voy a dar mi perspectiva. En una Hermandad ya hemos visto o hemos analizado, que tener una banda es un problema. Cuando se tienen dos, son dos problemas, cuando se tienen tres, son tres problemas. La Agrupación Musical, que es la decana, cumple ahora 25 años. Creo que su calidad musical no es cuestionable. En el ámbito cordobés, la Agrupación Musical Ntro. Padre Jesús de la Redención ha hecho mucho, tanto por la Semana Santa como por Córdoba en el ámbito musical.
¿Su estilo? El repertorio que ellos tocan, es un repertorio normal. Creo, y digo lo de antes, que son modas, ahora parece que queremos cornetas y tambores, se quiere otra cosa. Con la música cofrade cordobesa, somos reacios a lo de aquí, si podemos preferimos traernos a algo de fuera, suene como suene, cueste lo que cueste.
La Agrupación ha estado tocando prácticamente todos los días en la Semana Santa hasta hace poco, los cordobeses eran los mismos, las hermandades eran las mismas, algo ha tenido que pasar, algo ha tenido que cambiar en los últimos años...
Sí, sí, creo que cambia el gusto. El último que se cambia es el Huerto, no ha habido ningún problema más que ellos estaban en un proceso electoral, nosotros teníamos un contrato, hay un candidato en el Huerto, nosotros nos ponemos al habla con el candidato, porque necesitamos saber si vamos a tocar o no. Nos contestó que no sabía, que se tenía que reunir con su Junta de Gobierno. Creo que un Hermano Mayor puede tomar esa decisión. Si en noviembre nos dicen que no vamos a tocar, ¿qué hacemos, nos ponemos a llorar?
Con los palos que encima nos dan, nos hubieran dicho que habíamos sido tontos. La Agrupación tuvo que tomar una decisión, que además, fue consensuada conmigo, como Hermano Mayor. Nuestra primera opción siempre es Córdoba y sobre todo la Hermandad del Huerto. Con la Hermandad de los Dolores, por ejemplo, nos reunimos para las dos bandas, la Agrupación y la de Música, y hubo un diálogo, hubo un acuerdo. Veremos a ver si lo que algunas bandas dieron en la Magna lo van a dar ahora.
La Banda de Música lleva muchos menos años, ¿cómo ve su evolución?
Para mí, la banda va muy bien. Es verdad que no se le está exigiendo porque entendemos que es una banda que empezó desde cero, con gente muy joven. Nosotros lo que pretendimos fue crear una escuela de música, con niños muy pequeños que están aprendiendo solfeo desde que son chiquitos. Una casa no se hace en un día. Se está empezando pues con los altibajos por lo que ocurre en el mundo de la música, que es como el mundo del fútbol, yo ahora me voy para acá, tu ahora vas para allá, porque ahora suena ésta mejor o ésta peor. Ni los músicos de la Agrupación Musical, ni los músicos de la Banda de Música cobran nada, y claro, en cuanto a un músico le dan cincuenta eurillos aquí o allí, pues puede que se vaya, y esto es muy difícil llevarlo también.
Pero ya os digo, para mí la banda va muy bien, ¿que podía ir mejor? Pues sí, pero por ejemplo, aún teniendo ofertas hemos preferido que no se tocara algunos días para estar bien el resto de la semana, a pesar de perder dinero y contratos. Siempre se les ha intentado mimar, sin saturarlos porque claro, siendo gente tan joven pueden llegar un día y decir, toma el instrumento y me voy ya, porque me tenéis fundido.
¿Todos los ingresos de las bandas reinvierten en la Hermandad?
Si, todo se reinvierte en la Hermandad. La contabilidad la lleva la Hermandad, pero ellos son autónomos, los ingresos los llevan ellos, para intentar que las bandas no le cuesten un duro a la cofradía. Para quien no lo sepa, cuesta mucho dinero mantener una banda, hay instrumentos que son asequibles, y otros se van de precio.
Pero, ¿compensa? ¿A la Hermandad le compensa mantener las bandas?
Compensa. Yo creo que es un sello de la Hermandad, la música. Puedo deciros por ejemplo que ahora mismo estamos a la par porque el local de ensayo sale de sus ingresos, que hay que pagarlo mensualmente, los trajes hay que renovarlos, y son cien trajes, que se van casi a los treinta o cuarenta mil euros, que una tuba vale unos cuatro mil euros y claro cuando empiezas no los tienes. Compensa porque el Lunes Santo, no pagamos bandas, y compensa, porque los tenemos a ellos.
Si, pero no solamente desde el punto de vista económico, cualquier grupo organizado, compuesto por hermanos de la corporación, como las cuadrillas de costaleros, puede llegar a convertirse en un elemento de presión. Hay hermandades que renuncian a tener cuadrillas de hermanos costaleros, para evitar ese riesgo, por eso te pregunto si compensa en general, en todos los ámbitos, porque un grupo tan grande, puede poner o quitar a un Hermano Mayor.
Totalmente. Si es verdad, que probablemente uno de los retos que no he llegado a cumplir ha sido intentar que los músicos se integraran más en la Hermandad. Hay músicos antiguos que se sienten hermanos, no músicos y, comparando de nuevo con el fútbol, pues hay músicos que quieren tocar en la mejor formación musical, tiene el sentimiento musical, pero no el sentimiento cofrade, o sobre todo con su Titular, o Titulares. Con el tiempo, algo de cariño o amor tienes que tenerle, pero no llego yo a apreciar, como creo que era lo que me querías decir, esa involucración total en la Hermandad, no soy músico solo. Primero soy hermano y luego músico. No, soy músico y luego hermano.
Por tu respuesta, podemos entonces pensar para el próximo Hermano Mayor seguirá apostando por las bandas, por la música.
Yo te puedo hablar por mí (risas). Imagino que así debe ser. ¿Os imagináis a la Hermandad de la Estrella sin música? ¿Sin sus bandas? ¿Sin música propia? Yo no me lo imagino. Puedes pasar temporadas mejores o peores, pero no me lo podría creer nunca en la vida, que la Hermandad no tuviera música propia. Hemos llegado a tener hasta tres bandas, con la banda de cornetas y tambores que era la cantera de la Agrupación Musical. No puede esto desaparecer de golpe y plumazo. Todo aquello que genera la banda lo podríamos considerar una obra social. Cuando nosotros empezamos a ensayar, empezamos ahí en Las Moreras, de ahí hemos sacado a muchos niños. Por el entorno social, podrían haber derivado en otros mundos, pues mira, si hemos sacado a uno, merece mucho la pena las bandas, el mantenimiento de las bandas.
Por ejemplo mi hijo, estuvo en el Grupo Joven, fue el coordinador, músico, costalero, le ha dado a todos los palos, ahora está en Madrid, y le cuesta un dineral cada vez que tiene que venir. Él fue fundador de la banda juvenil, era caja, y con él, otros muchachos más, y ya llegó la hora en que lo dejar salir hasta las once, hasta las doce, que este a lo mejor no es el ejemplo concreto, pero una noche los atracaron, y cuando llegó el digamos jefe del grupo, reconoció a mi hijo, había estado con él tocando en la banda, y les dijo a los demás, “a este dejarlo, que ha tocado conmigo en la banda” (risas). Y claro, las bandas merecen mucho la pena, que lo mismo no es el mejor ejemplo, los amigos de mi hijo le dijeron, pero tú, ¿con quién te juntas? (risas)
En un espacio breve de tiempo dejas de ser Hermano Mayor. ¿Cómo valoras estos cuatro años en la Hermandad?
Pues han sido años de mucho trabajo, mucho sacrificio, los tiempos han cambiado, la crisis le ha hecho daño a las Cofradías. Yo cuando entré me encontré la organización del XXV Aniversario de Nuestra Señora, actos que tienes que organizar así, aprisa y corriendo; nos encontramos con un proyecto de corona, proyecto de trajes, la salida del Corpus Christi por las calles del barrio como mandan los estatutos, diversas cosas a nivel institucional como por ejemplo, arreglos en la Casa Hermandad, o cómo vamos a dejar la Iglesia. Por suerte o desgracia, nos encontramos un gimnasio, y vamos a dejar algo ya mucho más parecido a una Iglesia, no voy a decir que antes no fuera una Iglesia, pero bueno... Algo significativo era, que cuando yo paseaba por la Calle Goya, encontrabas la Iglesia abierta de par en par, miraba hacia dentro, y aquello podía ser, el mercado de abastos de la Huerta de la Reina, un dispensario médico, un gimnasio o una escuela. Hoy día, tú pasas, miras y allí está Ella, ya tengo claro que eso es una Iglesia, porque es que la veo a Ella. Dejad a la Señora y al Señor donde los vamos a dejar, y el concepto de la reestructuración de la parroquia, podemos decir que estos cuatro años si los apuntamos, han sido activos. Luego aparte la organización de cenas de navidad, en colaboración con la Hermandad del Rocío, que siempre nos ha cedido su Casa Hermandad. En una de esas cenas, fue la presentación del diseño de la corona, diseñada y realizada en Córdoba, eran tiempos de crisis y creíamos que se tenía que quedar el dinero en casa. Podrá gustar más, podrá gustar menos, pero estoy convencido que mi Junta de Gobierno no se equivocó en la elección. El tiempo lo dirá.
Este verano, habéis tenido que trasladar las Imágenes y estar fuera, ¿cómo ha sido este tiempo?
Para mí fue muy emotivo porque fue un tiempo que no sabíamos muy bien cuánto duraría, no se cumplían los plazos y yo tenía claro que no iba a dejar un mandato con la Iglesia empantanada. Hasta que en esta misma sala nos reunimos con los albañiles, y se les dijo, nos decís qué día termináis, y a partir de ahí no hay un duro, y se cumplieron, se cumplieron los plazos.
En cuanto al traslado de las Imágenes, quiero comentaros una cosa, como buen viejo, me quejo mucho de la gente joven, pero si hubo una cosa que me impactó mucho. Teníamos a la cuadrilla del Dulce Nombre y el Corpus preparada, y tuvimos que tomar la determinación de que dos procesiones en veinticuatro horas, no eran factibles, y hablamos con el párroco para decirle que no era viable. Me impactó la madurez con que acataron ese momento, el de decir, pues no salimos. Hablé con los capataces y les dije que los que fueran más altos, se los llevara el misterio y los que fueran más bajos, se los llevara el palio, porque la madurez con la que asumieron la decisión, fue impactante, que no eran uno ni dos, esta sala estaba completamente llena de chavales. No hubo ni una discrepancia, lo asumieron sin más.
En el traslado, a la ida fuimos acompañados por la banda de música, somos una Hermandad de barrio, y queríamos un poquito de alegría. Es verdad que cada vez que vamos al Colegio de las Esclavas, aquello es como nuestra segunda casa, no nos preguntaron que cuánto iba a durar aquello ni nada, nos dejaron elegir el sitio, y mira, como nos volvíamos para septiembre coincidía con nuestro Rosario de la Aurora vimos que era el momento ideal, sin música y sin nada. Y también fuimos acompañados de mucha gente, aunque a los cofrades nos guste mucho el “folclorillo”, si hay “folclorillo”, hay ambiente (risas), pero a veces no hace falta.
Yo he sido costalero de dos hermandades, de Nuestro Padre Jesús de la Redención y de Nuestra Señora de La Soledad de Santiago y son dos formas de vivir debajo de un paso una Semana Santa, e interiormente, a mí siempre me ha llenado más la de silencio que la mía. La tuya es la tuya, ahí mueres. La de folclore, en ese momento que te vienes abajo, escuchas las palmas. Pero en la de silencio, no se escucha nada, allí es adelante adelante, adelante, y a mí, me llena más.
Ahora que dejas de ser Hermano Mayor, ¿qué retos te planteas en adelante en la Estrella?
Pues lo primero, es descansar (risas). Pasaré a ser un hermano colaborador para lo que necesiten. Hay que tener en cuenta mi profesión, yo soy maquinista de Renfe, y he tenido que hacer estos cuatro años encajes de bolillos para poder estar. Evidentemente, ese esfuerzo ahora no lo voy a hacer. Os puedo decir que llegaba feria y me he comido la mitad de las vacaciones durante cuatro años para poder pillar la feria porque creía que tenía que estar allí. Son esos pequeños sacrificios que no creo que haga ahora, no creo.
¿No repites entonces por cansancio?
No, no repito en un principio por cansancio, no repito porque estoy un poquito defraudado con… dejémoslo ahí. Si es verdad, y os lo puedo decir, lo tenía super claro, debía de entrar otra persona. El tema de que no hubiera candidato, enciende un poco las alarmas, yo estuve diez meses para pensar el presentarme. Luego ha aparecido el grupo de Juan, afortunadamente, por lo que me alegro, y, si esto en la siguiente prórroga hubiera seguido así, sin candidato, me hubiera planteado seguir, pero ahora huelga ya hablarlo, porque no ha ocurrido.
La Candidatura a Hermano Mayor de Juan Rodríguez, ¿la consideras continuista o crees que viene a romper un poco la senda marcada en los últimos años?
En mi opinión, y esto que voy a decir, quizá pueda sentar mal, yo no puedo decir nada, porque yo no conozco el programa que lleva. Lo primero es formar un equipo, luego, las ideas que vienen detrás, si yo no sé el programa que él lleva planteado, no te puedo decir si es continuista o renovador el proyecto. Por lo que se rumorea, hay gente que ha estado conmigo en Junta de Gobierno, van bastantes, al menos media docena van, pero no sé qué idea traerán los nuevos. Pero mi amigo Juan, espero no hacerlo quedar mal, pero no sé qué programa lleva, creo que casi nadie, vosotros tampoco, que es en un medio en que se podía haber publicado, como en tantos medios de prensa.
Para casi ir acabando, de todo este periodo que has estado en Juntas de Gobierno, ¿si tuvieras que destacar algo en que haya ganado la Hermandad, a nivel patrimonial, a nivel humano?
Creo que la Hermandad en lo que ha ganado siempre es a nivel patrimonial, un patrimonio que se ha intentado hacer para que perdurara en el tiempo, no cosas livianas, que luego al poco tiempo tuvieran que cambiarse. En cuanto al patrimonio humano, creo que es un mal endémico que tenemos las hermandades. Desgraciadamente los núcleos o grupos de trabajos de las hermandades son muy reducidos. Hermanos de Lunes Santo, por fuera con la cámara de fotos, de feria, de folclore, llenamos dos barcos. A mí por ejemplo los hermanos me dicen cuando llegan unos Cultos, y miras para los lados, llega un Vía Crucis, un Rosario de la Aurora, en lo demás, vienen solos. Luego viene la moda, y si hay que salir de nazareno, dicen, ah, pues mi amigo sale en la Estrella, pues yo salgo en la Estrella. Se ha ganado poquito a poco en madurez, el tiempo te va haciendo más maduro, se ha ganado en patrimonio, sin hacer las cosas con prisas, pero sin pausas.
¿Sigue siendo la Estrella un referente como Hermandad en Córdoba?
Eso lo tiene que decir el pueblo de Córdoba (risas)
La Estrella siempre ha estado en ese grupo de hermandades con gente joven, con mucho vigor, mucha fuerza, con mucha vida, como tú decías antes, gente inquieta, hermandades con mucho movimiento que estaban tirando del carro, no esa sensación que te dan algunas Hermandades de centro, que son más estáticas, más antiguas, o que tienen menos movimiento social. ¿Te da la sensación de que la Estrella es esa Hermandad que sigue tirando del carro?
Esa sensación me la transmite la gente desde fuera. Desde dentro sinceramente no. Esto es un hecho que es evidente, el tiempo lo marca todo, no es lo mismo cuando se tiene veinte que cuando se tienen treinta años. La situación de la vida no es la misma cuando se tienen treinta o se tienen cuarenta. Implica vida laboral, vida social, vida familiar. Yo conozco aquí a hermanos que tenían veinte años, y esto era, no su Hermandad, sino su club, aquí venían, hablaban, reían. Van madurando, se van casando, van teniendo niños. Cuando te casas ya tienes un problema, si mi mujer es cofrade o no es cofrade; si no lo es, ya estoy cogiendo las de Villadiego porque probablemente cada vez que venga aquí, nos cuesta un pequeño problema. En eso no me puedo quejar, en mi casa, cofrades somos tres, el otro que me queda es de Lunes Santo nada más, pero si es verdad que mi mujer es una de las camareras a cuales. Yo en eso he tenido mucho ganado, en cuanto a la dedicación de tiempo, porque era comprensible.
A mí desde fuera hay una cosa que me llama mucho la atención, sabiendo cómo ha cambiado la Iglesia, ¿qué es lo que ha cambiado en San Fernando? Quiero decir, pasamos de un tiempo que los pasos tenían que salir el Martes Santo de la Iglesia, y ahora la Virgen de la Estrella preside la Iglesia. ¿Tú detectas una mayor implicación de la Iglesia cordobesa con las hermandades, o en concreto con esta, en tu casa?
Voy a hablar de mi casa y vamos a dejar a las demás tranquilas (risas). Creo que en una reunión, y voy a parafrasear lo que nos dijo aquí un día el Señor Obispo, en su visita pastoral que fue cuando se puso la corona. A nosotros no nos aprobaban el proyecto, y es que queríamos dar un pasito más y ponerle apellido a la Iglesia, San Fernando y Nuestra Señora de la Estrella. El Obispo nos dijo, que si eso lo conseguíamos, luego vendrían treinta y ocho hermandades más de Córdoba. Nos hicieron retomar el proyecto de la Iglesia, pero sin ponerle a la Iglesia apellido. Luego nos dijo el Obispo que no fueramos tontos, que el mismo pueblo, ahora estaba entre San Fernando o la parroquia de la Estrella, que con el tiempo, el pueblo, cambiaría el nombre a la Iglesia.
Creo que eso es lo que aquí ha ocurrido, el barrio se ha implicado, somos su ojito derecho, la Hermandad de la Estrella, la Virgen de la Estrella. A nosotros nos llamaron hace poco porque nos dijeron que aquí, o la parroquia, o la Hermandad de la Estrella es la que mueve y moviliza al barrio. Ese es el tono que te llega. Cuando tu te metes en un momento en que, por ejemplo, cuando la Estrella dijo vámonos a la calle, aquí nadie sabía lo que era una Estación de Penitencia. Los dos primeros años lo pasamos mal, ya no era el Martes Santo, era entrar el Domingo a mediodía, e inmediatamente el Martes ya no podía haber nada en la Iglesia. Recuerdo la labor de muchos hermanos, como por ejemplo Don José Luis Pavón, que fue ordinariamente hablando una mosca cojonera con el antiguo párroco, se llamaban los dos José Luis, y le decía, mira tocayo, lo que hermosean los pasos a la Iglesia. Su labor poquito a poco, iba consiguiendo que en vez de Martes Santo por la mañana, iba consiguiendo pues que se sacaran por la tarde, y ya en una labor de desgaste (risas), consiguió que nos dijera ya que metiéramos y sacáramos los pasos cuando nos diera la gana (risas).
Entre eso y que han visto que la labor de la Hermandad en la parroquia, te hace cambiar. Uno llega nuevo, y como persona que llega nueva, pues no nos ponemos de acuerdo, y poco a poco llega la simbiosis, cada uno arrima el hombro, y al final se llega a buen puerto. Puedo decir que como Hermano Mayor tengo las llaves de la parroquia, el consiliario que es el párroco, no tiene las llaves de la Hermandad. Mi Junta y yo hemos entendido siempre que la parroquia es nuestra casa, cáritas parroquial prácticamente la llevamos nosotros… Son muchos puntos en que la Iglesia nos necesita, ahí estamos nosotros, soldaditos de primera fila. Hemos pasado en una labor de mucho tiempo, pues de tener que salir el Martes Santo, a ser amos y señores de la Iglesia. La Hermandad no es una Hermandad pasiva en cuanto al barrio es activa con su barrio.
Una acción de la Hermandad que entiendo que ha conseguido cambiar las cosas, pero también el nuevo párroco, ha tenido la inteligencia de ver el potencial que en este sentido tiene la Hermandad.
Hombre, es que volvemos a lo mismo, son personas diferentes, como en una Junta de Gobierno puede haber dos Hermanos Mayores diferentes, cada uno con unos conceptos diferenciados. El párroco de ahora fundó hermandades en La Rambla y ha sabido captar bajo mi prisma, más sobre nosotros, que nosotros sobre él. Muchas veces, también le hemos fallado, en momentos puntuales, en cuanto a la relación, al estar en la Iglesia la Hermandad.
¿Cómo ves el futuro en la Hermandad?
Pues yo creo que bien, si no, no habría candidato a Hermano Mayor. Ha sido capaz de juntar gente que quiera seguir tirando del carro. Hay que seguir trabajando con la banda, ahora sobre todo en la celebración de su XXV Aniversario, que se dice fácil, pero veinticinco años tocando, son muchos años. La banda de música, hay que seguir apostando por ella, no es momento ahora de aflojar la cuerda, si se ve que está un poquito dubitativa, en vez de intentar que se disuelva, pues animarlos. Yo he ido a muchos conciertos de bandas de Córdoba, y ves a chavales que empezaron aquí. Evidentemente las Hermandades son modas, hay veces que te gustan más, otras menos, las edades también tienen que ver. Yo por ejemplo, cuando tenía treinta años, me gustaba un sarao más que a un tonto un lápiz, pero ahora con cincuenta y seis, ya pocos (risas). Eso mismo es lo que te va dando también el bullicio en la Hermandad. Yo, no he conocido la cuaresma en otras hermandades, pero aquí, entras sales, vas abajo hacia arriba, y ves a la gente saliendo entrando, y te da mucho la cuaresma.
¿Qué le falta a la Estrella?
Pues me has dejado completamente en blanco (risas). A Ella, no le falta nada. A la Hermandad, pues le falta guion es lógico, porque no está completo, pero, voy a ir más allá, a la Hermandad le falta lo que le falta a casi todas las hermandades, sinceridad para con su Hermandad. Si yo soy de la Estrella, lo voy a ser para siempre. Como se dice en las bodas, en la salud, en la enfermedad y hasta que la muerte nos separe. Pero esto no falta solo en la Estrella, esto creo que falta en casi todas las hermandades, y como falta en casi todas, creo que en la mía también.
¿Implicación quizás?
No lo llamaría implicación, es como antes hemos comentado, no puedo estar detrás del burladero criticando a la Hermandad. A mí me gusta mucho poner ejemplos, y mi hijo puede ser muy feo, pero déjame que se lo diga yo, tú delante de la gente no digas que mi hijo es feo, para eso está su padre, para decirle que es feo. Si tu tienes algo que criticar, que aportar, hay que aportarlo delante de la gente, cara a cara, y para intentar solucionar, no deteriorar. No tiene sentido. No puedo entender que, yo desgraciadamente no tengo padre ni madre, fallecieron ya, pero yo no entiendo la vida sin ir a ver a tu madre. Yo la tenía en Linares, y no podía por estar en Córdoba ir a verla todos los días, pero cuando por ejemplo por el trabajo yo iba a mi pueblo, pues iba a ver a mi madre, a mis hermanas, pero una que pueda pasar las semanas, los meses, los años, y, ¿solo ver a tu Madre los Lunes Santos? Luego si, yo soy de la Estrella, ¿de la Estrella de qué?
Bien, pues ya hemos terminado, con esta etapa de tu vida...
Pues sí, puedo decir ya que voy a poder volver a ver el Domingo de Ramos (risas).
Es una charla ágil, cercana, interesante, reflexiva pues Jesús concluye ahora un mandato de cuatro años muy intensos y diecisiete activamente dentro de una Junta de Gobierno. No pierdan detalle, merece la pena.
Para los que no te conocen, ¿cómo te definirías?
Me definiría como una persona trabajadora. Entré en una Junta de Gobierno allá por el año 1997, no sabía nada de Cofradías, me voy ahora después de unos años, y sigo sin saber nada de Cofradías (risas). Trabajador he sido siempre, para mí, es lo que tiene que reinar en una Cofradía, trabajar, que el trabajo que se haga sea por Nuestros queridos Titulares, a los que poco más que trabajo, es lo que se les puede ofrecer, y eso es lo que he hecho durante todo este tiempo de pertenencia en Juntas de Gobierno.
En este tiempo al que te refieres, ¿Cuál es tu mejor recuerdo?
Pues ha sido mucho tiempo, pero te voy a referir algunos. La primera vez que me llaman para pertenecer a la Junta de Gobierno, para mí aquello era muy grande, pertenecer a ese grupo de personas que, entre comillas, íbamos a dar ejemplo de lo que es ser una Hermandad y Cofradía. Para mí, aquello fue muy grande.
A lo largo de estos años, ha habido muchos momentos... me quedaría, quizá, con el Vía Crucis Magno, muy reciente aún. Entendíamos que el Señor no debía estar solo, por eso durante toda la noche le hicimos una especie de velá. Levantarte a las seis de la mañana, irte con Él... quedarte a solas con Él, cara a cara, es indescriptible.
¿Se ha planteado alguna vez salir desde la Casa Hermandad, tal y como se hizo precisamente aquél día?
No. La verdad es que no. Es una opción buena que tenemos, pero por ejemplo en la Magna, con el cortejo tan cortito, era complicado sacar a los Titulares de aquí, teniendo a unos metros la Parroquia. Yo soy de la opinión, que los Titulares han de salir de su casa.
En estos años de los que hablamos, ha salido por primera vez también la Virgen de la Estrella, ¿cómo recuerdas ese Lunes Santo?
Ese Lunes Santo para mí fue importantísimo, puesto que yo era Vice-Hermano Mayor. El Hermano Mayor por estatutos es el que debe de cerrar el cortejo, y fue la primera vez que yo iba presidiendo el paso de mi Señor en el cortejo, iba cerrando la presidencia. Yo no he pensado nunca en ocupar ese lugar, ya que siempre he sido una persona que ha estado siempre al servicio de la Cofradía, pero recuerdo (risas), que ese año le dije a mi Hermano Mayor, yo este año no le permito a nadie ese honor, porque no sabía si iba a ocurrirme otra vez en la vida, fue otro momento para mí muy importante.
¿Cómo tomas la decisión de presentarte a Hermano Mayor?
Hombre, tomo la decisión porque prácticamente era una persona que podía llevar una línea continuista como la que se había estado llevando, entre todas las personas que teníamos inquietud de seguir, vieron en mí quizá también a la persona idónea, y bueno, entre mucho pensarlo, sopesar las cosas, el tiempo, la dedicación que le resta a la familia… Un montón de cosas que aparte del apoyo de los amigos y demás, hay que consensuar con la familia, tener su apoyo, que es fundamental. Ellos me decían que solo podrían apoyarme, que yo ya sabía qué era estar en una Junta de Gobierno, ya que ya había estado de Vice-Hermano Mayor. Tras pensarlo, tras mucha meditación, hablamos de aquel Octubre, pues las navidades anteriores ya estaba pensando si dar el paso o no. Fue pensado, y meditado, muy meditado con la familia.
Fue un proceso de elecciones muy reñido, ¿no?
En eso también tengo algo que decir. Hemos sido una de las pocas hermandades en Córdoba, que conseguimos una gran participación de hermanos, cosa que en Córdoba, no es por nada, pero no suelen verse estos datos de votaciones. Yo salí de Hermano Mayor, casi con 300 votos, y el otro hermano que se presentaba, casi llegó a los 200. También era la primera vez que concurríamos dos candidatos, las elecciones se iban a celebrar en el Centro Cívico de la Mujer, y nos tuvimos que venir a la Parroquia porque no cogíamos.
¿Qué ha ocurrido en estos cuatro años, para pasar de dos candidaturas, a que cuatro años después, no hay ninguna persona que se presente?
A mi manera de entender, la moda de pertenecer a una Junta de Gobierno ha pasado. No es sintomático en la Estrella, ya que es una Hermandad viva, con una gran participación de los hermanos. Nos vamos a Rescatado, a Expiración, hermandades con solera y caché, y llego a la conclusión de eso, de que la moda pasa, cuando llevas ya muchos años, te llegas a cansar. No voy a engañar, no me gusta engañar a nadie, te llevas tus desengaños, y mira, piensas, yo vengo aquí a otra cosa, no a desengañarme de la vida. Quiero trabajar por mi Hermandad, vengo aquí a eso, a hacer amigos, y no a desengañarme de nada.
El por qué entonces sería eso. Antiguamente era un honor estar en una Junta de Gobierno, y ahora, pues las personas, los hermanos, no quieren esa responsabilidad.
¿El desengaño es más consecuencia de que hayas visto quizá poca respuesta de cierta gente a la hora de trabajar, o además, estaría influido por la crítica?
A la primera parte de la pregunta, te diría que totalmente. Podemos decir que he tenido un mandato digamos, ajetreado, ha habido muchas cosas en las que se han tenido que tomar decisiones. Por ejemplo, se tuvo que cambiar al vestidor después de veinticinco años vistiendo a Nuestra Señora, y eso, dicho así parece muy fácil, pero es muy, muy, muy complicado, eso genera controversia al 100%.
A mí la crítica nunca me ha hecho daño, la crítica siempre que ha sido constructiva. Me han hecho daño los comentarios de redes sociales que, sin dar la cara, te dicen cómo debes llevar una Hermandad. No, no lo digas en una red social, si eres hermano, tu lugar para dar tu opinión es en un Cabildo de Hermanos, Ordinario o Extraordinario, y ahí di y piensa. Yo creo que una persona que se dedica a criticar a su Hermandad en una red social, no quiere a su Hermandad. Pienso que nadie quiere sacar trapos sucios, si los hay o los hubiera, pero es una forma de dañar a las hermandades, y detrás de las hermandades, estamos personas.
Desde fuera se ha apreciado cierta polvareda con el tema de la corona. ¿Te parecieron un poco excesivas ciertas reacciones?
Del tema de la corona si te voy a comentar una cosa que probablemente sea más grave que todo eso. No es una decisión que toma la Junta de Gobierno, no. Tenía y tengo muy claro que para que una Junta de Gobierno funcione debe tener un proyecto ilusionante. Tengo que saber por qué voy a trabajar durante cuatro años en los que le dedico mi vida a la Hermandad. Trabajos hay muchos en cada cofradía, pero tengo que tener un proyecto “estrella” o ilusionante que haga esforzarme el doble. Lo sopesamos, y hombre, el patrimonio que tiene la Hermandad es afortunadamente bastante consensuado y elegante y me pongo en manos de los priostes, que vuelvo a repetir, son los que en verdad sabían qué se necesitaba, y me dicen que sería importante hacer una corona a la Virgen.
Este proyecto se expone en un Cabildo General de Hermanos. O sea, que no es la Junta de Gobierno la que lo dice, sino los hermanos. Es la Hermandad la que decide. Luego me dijeron, es que fueron cien, pues como si fueron veinte, esto estaba convocado para todo el mundo. Ese era el interés que tendrían, porque en ese mismo Cabildo, por ejemplo, también se aprobaron los nuevos uniformes que actualmente lleva la Agrupación Musical. He tenido la suerte de que lo que se ha hecho no ha sido decisión de la Junta de Gobierno, sino de los hermanos en un Cabildo General. Cada uno desde su casa luego es un Hermano Mayor diferente, poniendo un símil futbolístico todos somos entrenadores. Hermanos Mayores de redes sociales, tres mil, a la hora de la verdad, nos encontramos un lapsus de tiempo en el que no hemos tenido candidato, cuando todos estos Hermanos Mayores de redes sociales podían haber dicho, me presento, y ahora os voy a demostrar cómo se hace esto.
Ya que hablas de candidatos, ¿qué valoración haces del candidato?
Pues de Juan en esta Hermandad poco se puede decir. Si no es fundador de la misma, fue de los primeros hermanos. La trayectoria que ha tenido como capataz, ahí está y siempre ha estado volcado con su Hermandad. Creo que puede ser un buen candidato, creo. Espero también, que en su furor interno, ya que ha sido, o es militar, sea capaz de sobre todo mantener las funciones fundamentales de un Hermano Mayor, que son velar por los estatutos y hacerlos cumplir, que es donde normalmente podemos fallar todos, incluso yo, y a la hora de venir de un cuerpo militar, quizás tenga más fuerza para que se cumplan (risas), que espero que lo haga.
Otro de los temas que recientemente ha dado mucho que hablar, ha sido la pérdida de contratos de la Agrupación Musical en los últimos años, ¿a qué puede o cree que es debido?
Son cosas muy complicadas, te voy a dar mi perspectiva. En una Hermandad ya hemos visto o hemos analizado, que tener una banda es un problema. Cuando se tienen dos, son dos problemas, cuando se tienen tres, son tres problemas. La Agrupación Musical, que es la decana, cumple ahora 25 años. Creo que su calidad musical no es cuestionable. En el ámbito cordobés, la Agrupación Musical Ntro. Padre Jesús de la Redención ha hecho mucho, tanto por la Semana Santa como por Córdoba en el ámbito musical.
¿Su estilo? El repertorio que ellos tocan, es un repertorio normal. Creo, y digo lo de antes, que son modas, ahora parece que queremos cornetas y tambores, se quiere otra cosa. Con la música cofrade cordobesa, somos reacios a lo de aquí, si podemos preferimos traernos a algo de fuera, suene como suene, cueste lo que cueste.
La Agrupación ha estado tocando prácticamente todos los días en la Semana Santa hasta hace poco, los cordobeses eran los mismos, las hermandades eran las mismas, algo ha tenido que pasar, algo ha tenido que cambiar en los últimos años...
Sí, sí, creo que cambia el gusto. El último que se cambia es el Huerto, no ha habido ningún problema más que ellos estaban en un proceso electoral, nosotros teníamos un contrato, hay un candidato en el Huerto, nosotros nos ponemos al habla con el candidato, porque necesitamos saber si vamos a tocar o no. Nos contestó que no sabía, que se tenía que reunir con su Junta de Gobierno. Creo que un Hermano Mayor puede tomar esa decisión. Si en noviembre nos dicen que no vamos a tocar, ¿qué hacemos, nos ponemos a llorar?
Con los palos que encima nos dan, nos hubieran dicho que habíamos sido tontos. La Agrupación tuvo que tomar una decisión, que además, fue consensuada conmigo, como Hermano Mayor. Nuestra primera opción siempre es Córdoba y sobre todo la Hermandad del Huerto. Con la Hermandad de los Dolores, por ejemplo, nos reunimos para las dos bandas, la Agrupación y la de Música, y hubo un diálogo, hubo un acuerdo. Veremos a ver si lo que algunas bandas dieron en la Magna lo van a dar ahora.
La Banda de Música lleva muchos menos años, ¿cómo ve su evolución?
Para mí, la banda va muy bien. Es verdad que no se le está exigiendo porque entendemos que es una banda que empezó desde cero, con gente muy joven. Nosotros lo que pretendimos fue crear una escuela de música, con niños muy pequeños que están aprendiendo solfeo desde que son chiquitos. Una casa no se hace en un día. Se está empezando pues con los altibajos por lo que ocurre en el mundo de la música, que es como el mundo del fútbol, yo ahora me voy para acá, tu ahora vas para allá, porque ahora suena ésta mejor o ésta peor. Ni los músicos de la Agrupación Musical, ni los músicos de la Banda de Música cobran nada, y claro, en cuanto a un músico le dan cincuenta eurillos aquí o allí, pues puede que se vaya, y esto es muy difícil llevarlo también.
Pero ya os digo, para mí la banda va muy bien, ¿que podía ir mejor? Pues sí, pero por ejemplo, aún teniendo ofertas hemos preferido que no se tocara algunos días para estar bien el resto de la semana, a pesar de perder dinero y contratos. Siempre se les ha intentado mimar, sin saturarlos porque claro, siendo gente tan joven pueden llegar un día y decir, toma el instrumento y me voy ya, porque me tenéis fundido.
¿Todos los ingresos de las bandas reinvierten en la Hermandad?
Si, todo se reinvierte en la Hermandad. La contabilidad la lleva la Hermandad, pero ellos son autónomos, los ingresos los llevan ellos, para intentar que las bandas no le cuesten un duro a la cofradía. Para quien no lo sepa, cuesta mucho dinero mantener una banda, hay instrumentos que son asequibles, y otros se van de precio.
Pero, ¿compensa? ¿A la Hermandad le compensa mantener las bandas?
Compensa. Yo creo que es un sello de la Hermandad, la música. Puedo deciros por ejemplo que ahora mismo estamos a la par porque el local de ensayo sale de sus ingresos, que hay que pagarlo mensualmente, los trajes hay que renovarlos, y son cien trajes, que se van casi a los treinta o cuarenta mil euros, que una tuba vale unos cuatro mil euros y claro cuando empiezas no los tienes. Compensa porque el Lunes Santo, no pagamos bandas, y compensa, porque los tenemos a ellos.
Si, pero no solamente desde el punto de vista económico, cualquier grupo organizado, compuesto por hermanos de la corporación, como las cuadrillas de costaleros, puede llegar a convertirse en un elemento de presión. Hay hermandades que renuncian a tener cuadrillas de hermanos costaleros, para evitar ese riesgo, por eso te pregunto si compensa en general, en todos los ámbitos, porque un grupo tan grande, puede poner o quitar a un Hermano Mayor.
Totalmente. Si es verdad, que probablemente uno de los retos que no he llegado a cumplir ha sido intentar que los músicos se integraran más en la Hermandad. Hay músicos antiguos que se sienten hermanos, no músicos y, comparando de nuevo con el fútbol, pues hay músicos que quieren tocar en la mejor formación musical, tiene el sentimiento musical, pero no el sentimiento cofrade, o sobre todo con su Titular, o Titulares. Con el tiempo, algo de cariño o amor tienes que tenerle, pero no llego yo a apreciar, como creo que era lo que me querías decir, esa involucración total en la Hermandad, no soy músico solo. Primero soy hermano y luego músico. No, soy músico y luego hermano.
Por tu respuesta, podemos entonces pensar para el próximo Hermano Mayor seguirá apostando por las bandas, por la música.
Yo te puedo hablar por mí (risas). Imagino que así debe ser. ¿Os imagináis a la Hermandad de la Estrella sin música? ¿Sin sus bandas? ¿Sin música propia? Yo no me lo imagino. Puedes pasar temporadas mejores o peores, pero no me lo podría creer nunca en la vida, que la Hermandad no tuviera música propia. Hemos llegado a tener hasta tres bandas, con la banda de cornetas y tambores que era la cantera de la Agrupación Musical. No puede esto desaparecer de golpe y plumazo. Todo aquello que genera la banda lo podríamos considerar una obra social. Cuando nosotros empezamos a ensayar, empezamos ahí en Las Moreras, de ahí hemos sacado a muchos niños. Por el entorno social, podrían haber derivado en otros mundos, pues mira, si hemos sacado a uno, merece mucho la pena las bandas, el mantenimiento de las bandas.
Por ejemplo mi hijo, estuvo en el Grupo Joven, fue el coordinador, músico, costalero, le ha dado a todos los palos, ahora está en Madrid, y le cuesta un dineral cada vez que tiene que venir. Él fue fundador de la banda juvenil, era caja, y con él, otros muchachos más, y ya llegó la hora en que lo dejar salir hasta las once, hasta las doce, que este a lo mejor no es el ejemplo concreto, pero una noche los atracaron, y cuando llegó el digamos jefe del grupo, reconoció a mi hijo, había estado con él tocando en la banda, y les dijo a los demás, “a este dejarlo, que ha tocado conmigo en la banda” (risas). Y claro, las bandas merecen mucho la pena, que lo mismo no es el mejor ejemplo, los amigos de mi hijo le dijeron, pero tú, ¿con quién te juntas? (risas)
En un espacio breve de tiempo dejas de ser Hermano Mayor. ¿Cómo valoras estos cuatro años en la Hermandad?
Pues han sido años de mucho trabajo, mucho sacrificio, los tiempos han cambiado, la crisis le ha hecho daño a las Cofradías. Yo cuando entré me encontré la organización del XXV Aniversario de Nuestra Señora, actos que tienes que organizar así, aprisa y corriendo; nos encontramos con un proyecto de corona, proyecto de trajes, la salida del Corpus Christi por las calles del barrio como mandan los estatutos, diversas cosas a nivel institucional como por ejemplo, arreglos en la Casa Hermandad, o cómo vamos a dejar la Iglesia. Por suerte o desgracia, nos encontramos un gimnasio, y vamos a dejar algo ya mucho más parecido a una Iglesia, no voy a decir que antes no fuera una Iglesia, pero bueno... Algo significativo era, que cuando yo paseaba por la Calle Goya, encontrabas la Iglesia abierta de par en par, miraba hacia dentro, y aquello podía ser, el mercado de abastos de la Huerta de la Reina, un dispensario médico, un gimnasio o una escuela. Hoy día, tú pasas, miras y allí está Ella, ya tengo claro que eso es una Iglesia, porque es que la veo a Ella. Dejad a la Señora y al Señor donde los vamos a dejar, y el concepto de la reestructuración de la parroquia, podemos decir que estos cuatro años si los apuntamos, han sido activos. Luego aparte la organización de cenas de navidad, en colaboración con la Hermandad del Rocío, que siempre nos ha cedido su Casa Hermandad. En una de esas cenas, fue la presentación del diseño de la corona, diseñada y realizada en Córdoba, eran tiempos de crisis y creíamos que se tenía que quedar el dinero en casa. Podrá gustar más, podrá gustar menos, pero estoy convencido que mi Junta de Gobierno no se equivocó en la elección. El tiempo lo dirá.
Este verano, habéis tenido que trasladar las Imágenes y estar fuera, ¿cómo ha sido este tiempo?
Para mí fue muy emotivo porque fue un tiempo que no sabíamos muy bien cuánto duraría, no se cumplían los plazos y yo tenía claro que no iba a dejar un mandato con la Iglesia empantanada. Hasta que en esta misma sala nos reunimos con los albañiles, y se les dijo, nos decís qué día termináis, y a partir de ahí no hay un duro, y se cumplieron, se cumplieron los plazos.
En cuanto al traslado de las Imágenes, quiero comentaros una cosa, como buen viejo, me quejo mucho de la gente joven, pero si hubo una cosa que me impactó mucho. Teníamos a la cuadrilla del Dulce Nombre y el Corpus preparada, y tuvimos que tomar la determinación de que dos procesiones en veinticuatro horas, no eran factibles, y hablamos con el párroco para decirle que no era viable. Me impactó la madurez con que acataron ese momento, el de decir, pues no salimos. Hablé con los capataces y les dije que los que fueran más altos, se los llevara el misterio y los que fueran más bajos, se los llevara el palio, porque la madurez con la que asumieron la decisión, fue impactante, que no eran uno ni dos, esta sala estaba completamente llena de chavales. No hubo ni una discrepancia, lo asumieron sin más.
En el traslado, a la ida fuimos acompañados por la banda de música, somos una Hermandad de barrio, y queríamos un poquito de alegría. Es verdad que cada vez que vamos al Colegio de las Esclavas, aquello es como nuestra segunda casa, no nos preguntaron que cuánto iba a durar aquello ni nada, nos dejaron elegir el sitio, y mira, como nos volvíamos para septiembre coincidía con nuestro Rosario de la Aurora vimos que era el momento ideal, sin música y sin nada. Y también fuimos acompañados de mucha gente, aunque a los cofrades nos guste mucho el “folclorillo”, si hay “folclorillo”, hay ambiente (risas), pero a veces no hace falta.
Yo he sido costalero de dos hermandades, de Nuestro Padre Jesús de la Redención y de Nuestra Señora de La Soledad de Santiago y son dos formas de vivir debajo de un paso una Semana Santa, e interiormente, a mí siempre me ha llenado más la de silencio que la mía. La tuya es la tuya, ahí mueres. La de folclore, en ese momento que te vienes abajo, escuchas las palmas. Pero en la de silencio, no se escucha nada, allí es adelante adelante, adelante, y a mí, me llena más.
Ahora que dejas de ser Hermano Mayor, ¿qué retos te planteas en adelante en la Estrella?
Pues lo primero, es descansar (risas). Pasaré a ser un hermano colaborador para lo que necesiten. Hay que tener en cuenta mi profesión, yo soy maquinista de Renfe, y he tenido que hacer estos cuatro años encajes de bolillos para poder estar. Evidentemente, ese esfuerzo ahora no lo voy a hacer. Os puedo decir que llegaba feria y me he comido la mitad de las vacaciones durante cuatro años para poder pillar la feria porque creía que tenía que estar allí. Son esos pequeños sacrificios que no creo que haga ahora, no creo.
¿No repites entonces por cansancio?
No, no repito en un principio por cansancio, no repito porque estoy un poquito defraudado con… dejémoslo ahí. Si es verdad, y os lo puedo decir, lo tenía super claro, debía de entrar otra persona. El tema de que no hubiera candidato, enciende un poco las alarmas, yo estuve diez meses para pensar el presentarme. Luego ha aparecido el grupo de Juan, afortunadamente, por lo que me alegro, y, si esto en la siguiente prórroga hubiera seguido así, sin candidato, me hubiera planteado seguir, pero ahora huelga ya hablarlo, porque no ha ocurrido.
La Candidatura a Hermano Mayor de Juan Rodríguez, ¿la consideras continuista o crees que viene a romper un poco la senda marcada en los últimos años?
En mi opinión, y esto que voy a decir, quizá pueda sentar mal, yo no puedo decir nada, porque yo no conozco el programa que lleva. Lo primero es formar un equipo, luego, las ideas que vienen detrás, si yo no sé el programa que él lleva planteado, no te puedo decir si es continuista o renovador el proyecto. Por lo que se rumorea, hay gente que ha estado conmigo en Junta de Gobierno, van bastantes, al menos media docena van, pero no sé qué idea traerán los nuevos. Pero mi amigo Juan, espero no hacerlo quedar mal, pero no sé qué programa lleva, creo que casi nadie, vosotros tampoco, que es en un medio en que se podía haber publicado, como en tantos medios de prensa.
Para casi ir acabando, de todo este periodo que has estado en Juntas de Gobierno, ¿si tuvieras que destacar algo en que haya ganado la Hermandad, a nivel patrimonial, a nivel humano?
Creo que la Hermandad en lo que ha ganado siempre es a nivel patrimonial, un patrimonio que se ha intentado hacer para que perdurara en el tiempo, no cosas livianas, que luego al poco tiempo tuvieran que cambiarse. En cuanto al patrimonio humano, creo que es un mal endémico que tenemos las hermandades. Desgraciadamente los núcleos o grupos de trabajos de las hermandades son muy reducidos. Hermanos de Lunes Santo, por fuera con la cámara de fotos, de feria, de folclore, llenamos dos barcos. A mí por ejemplo los hermanos me dicen cuando llegan unos Cultos, y miras para los lados, llega un Vía Crucis, un Rosario de la Aurora, en lo demás, vienen solos. Luego viene la moda, y si hay que salir de nazareno, dicen, ah, pues mi amigo sale en la Estrella, pues yo salgo en la Estrella. Se ha ganado poquito a poco en madurez, el tiempo te va haciendo más maduro, se ha ganado en patrimonio, sin hacer las cosas con prisas, pero sin pausas.
¿Sigue siendo la Estrella un referente como Hermandad en Córdoba?
Eso lo tiene que decir el pueblo de Córdoba (risas)
La Estrella siempre ha estado en ese grupo de hermandades con gente joven, con mucho vigor, mucha fuerza, con mucha vida, como tú decías antes, gente inquieta, hermandades con mucho movimiento que estaban tirando del carro, no esa sensación que te dan algunas Hermandades de centro, que son más estáticas, más antiguas, o que tienen menos movimiento social. ¿Te da la sensación de que la Estrella es esa Hermandad que sigue tirando del carro?
Esa sensación me la transmite la gente desde fuera. Desde dentro sinceramente no. Esto es un hecho que es evidente, el tiempo lo marca todo, no es lo mismo cuando se tiene veinte que cuando se tienen treinta años. La situación de la vida no es la misma cuando se tienen treinta o se tienen cuarenta. Implica vida laboral, vida social, vida familiar. Yo conozco aquí a hermanos que tenían veinte años, y esto era, no su Hermandad, sino su club, aquí venían, hablaban, reían. Van madurando, se van casando, van teniendo niños. Cuando te casas ya tienes un problema, si mi mujer es cofrade o no es cofrade; si no lo es, ya estoy cogiendo las de Villadiego porque probablemente cada vez que venga aquí, nos cuesta un pequeño problema. En eso no me puedo quejar, en mi casa, cofrades somos tres, el otro que me queda es de Lunes Santo nada más, pero si es verdad que mi mujer es una de las camareras a cuales. Yo en eso he tenido mucho ganado, en cuanto a la dedicación de tiempo, porque era comprensible.
A mí desde fuera hay una cosa que me llama mucho la atención, sabiendo cómo ha cambiado la Iglesia, ¿qué es lo que ha cambiado en San Fernando? Quiero decir, pasamos de un tiempo que los pasos tenían que salir el Martes Santo de la Iglesia, y ahora la Virgen de la Estrella preside la Iglesia. ¿Tú detectas una mayor implicación de la Iglesia cordobesa con las hermandades, o en concreto con esta, en tu casa?
Voy a hablar de mi casa y vamos a dejar a las demás tranquilas (risas). Creo que en una reunión, y voy a parafrasear lo que nos dijo aquí un día el Señor Obispo, en su visita pastoral que fue cuando se puso la corona. A nosotros no nos aprobaban el proyecto, y es que queríamos dar un pasito más y ponerle apellido a la Iglesia, San Fernando y Nuestra Señora de la Estrella. El Obispo nos dijo, que si eso lo conseguíamos, luego vendrían treinta y ocho hermandades más de Córdoba. Nos hicieron retomar el proyecto de la Iglesia, pero sin ponerle a la Iglesia apellido. Luego nos dijo el Obispo que no fueramos tontos, que el mismo pueblo, ahora estaba entre San Fernando o la parroquia de la Estrella, que con el tiempo, el pueblo, cambiaría el nombre a la Iglesia.
Creo que eso es lo que aquí ha ocurrido, el barrio se ha implicado, somos su ojito derecho, la Hermandad de la Estrella, la Virgen de la Estrella. A nosotros nos llamaron hace poco porque nos dijeron que aquí, o la parroquia, o la Hermandad de la Estrella es la que mueve y moviliza al barrio. Ese es el tono que te llega. Cuando tu te metes en un momento en que, por ejemplo, cuando la Estrella dijo vámonos a la calle, aquí nadie sabía lo que era una Estación de Penitencia. Los dos primeros años lo pasamos mal, ya no era el Martes Santo, era entrar el Domingo a mediodía, e inmediatamente el Martes ya no podía haber nada en la Iglesia. Recuerdo la labor de muchos hermanos, como por ejemplo Don José Luis Pavón, que fue ordinariamente hablando una mosca cojonera con el antiguo párroco, se llamaban los dos José Luis, y le decía, mira tocayo, lo que hermosean los pasos a la Iglesia. Su labor poquito a poco, iba consiguiendo que en vez de Martes Santo por la mañana, iba consiguiendo pues que se sacaran por la tarde, y ya en una labor de desgaste (risas), consiguió que nos dijera ya que metiéramos y sacáramos los pasos cuando nos diera la gana (risas).
Entre eso y que han visto que la labor de la Hermandad en la parroquia, te hace cambiar. Uno llega nuevo, y como persona que llega nueva, pues no nos ponemos de acuerdo, y poco a poco llega la simbiosis, cada uno arrima el hombro, y al final se llega a buen puerto. Puedo decir que como Hermano Mayor tengo las llaves de la parroquia, el consiliario que es el párroco, no tiene las llaves de la Hermandad. Mi Junta y yo hemos entendido siempre que la parroquia es nuestra casa, cáritas parroquial prácticamente la llevamos nosotros… Son muchos puntos en que la Iglesia nos necesita, ahí estamos nosotros, soldaditos de primera fila. Hemos pasado en una labor de mucho tiempo, pues de tener que salir el Martes Santo, a ser amos y señores de la Iglesia. La Hermandad no es una Hermandad pasiva en cuanto al barrio es activa con su barrio.
Una acción de la Hermandad que entiendo que ha conseguido cambiar las cosas, pero también el nuevo párroco, ha tenido la inteligencia de ver el potencial que en este sentido tiene la Hermandad.
Hombre, es que volvemos a lo mismo, son personas diferentes, como en una Junta de Gobierno puede haber dos Hermanos Mayores diferentes, cada uno con unos conceptos diferenciados. El párroco de ahora fundó hermandades en La Rambla y ha sabido captar bajo mi prisma, más sobre nosotros, que nosotros sobre él. Muchas veces, también le hemos fallado, en momentos puntuales, en cuanto a la relación, al estar en la Iglesia la Hermandad.
¿Cómo ves el futuro en la Hermandad?
Pues yo creo que bien, si no, no habría candidato a Hermano Mayor. Ha sido capaz de juntar gente que quiera seguir tirando del carro. Hay que seguir trabajando con la banda, ahora sobre todo en la celebración de su XXV Aniversario, que se dice fácil, pero veinticinco años tocando, son muchos años. La banda de música, hay que seguir apostando por ella, no es momento ahora de aflojar la cuerda, si se ve que está un poquito dubitativa, en vez de intentar que se disuelva, pues animarlos. Yo he ido a muchos conciertos de bandas de Córdoba, y ves a chavales que empezaron aquí. Evidentemente las Hermandades son modas, hay veces que te gustan más, otras menos, las edades también tienen que ver. Yo por ejemplo, cuando tenía treinta años, me gustaba un sarao más que a un tonto un lápiz, pero ahora con cincuenta y seis, ya pocos (risas). Eso mismo es lo que te va dando también el bullicio en la Hermandad. Yo, no he conocido la cuaresma en otras hermandades, pero aquí, entras sales, vas abajo hacia arriba, y ves a la gente saliendo entrando, y te da mucho la cuaresma.
¿Qué le falta a la Estrella?
Pues me has dejado completamente en blanco (risas). A Ella, no le falta nada. A la Hermandad, pues le falta guion es lógico, porque no está completo, pero, voy a ir más allá, a la Hermandad le falta lo que le falta a casi todas las hermandades, sinceridad para con su Hermandad. Si yo soy de la Estrella, lo voy a ser para siempre. Como se dice en las bodas, en la salud, en la enfermedad y hasta que la muerte nos separe. Pero esto no falta solo en la Estrella, esto creo que falta en casi todas las hermandades, y como falta en casi todas, creo que en la mía también.
¿Implicación quizás?
No lo llamaría implicación, es como antes hemos comentado, no puedo estar detrás del burladero criticando a la Hermandad. A mí me gusta mucho poner ejemplos, y mi hijo puede ser muy feo, pero déjame que se lo diga yo, tú delante de la gente no digas que mi hijo es feo, para eso está su padre, para decirle que es feo. Si tu tienes algo que criticar, que aportar, hay que aportarlo delante de la gente, cara a cara, y para intentar solucionar, no deteriorar. No tiene sentido. No puedo entender que, yo desgraciadamente no tengo padre ni madre, fallecieron ya, pero yo no entiendo la vida sin ir a ver a tu madre. Yo la tenía en Linares, y no podía por estar en Córdoba ir a verla todos los días, pero cuando por ejemplo por el trabajo yo iba a mi pueblo, pues iba a ver a mi madre, a mis hermanas, pero una que pueda pasar las semanas, los meses, los años, y, ¿solo ver a tu Madre los Lunes Santos? Luego si, yo soy de la Estrella, ¿de la Estrella de qué?
Bien, pues ya hemos terminado, con esta etapa de tu vida...
Pues sí, puedo decir ya que voy a poder volver a ver el Domingo de Ramos (risas).
La conversación termina entre risas mientras apreciamos una mezcla de sentimientos agolpados en el corazón de un hombre que se autodefine como trabajador de su hermandad, el alivio de quien desea recuperar la tranquilidad del segundo plano y la melancolía de una persona inquieta y activa que va a dejar atrás una de la etapas más significativas de su vida. Justo cuando vamos a levantarnos, una última pregunta, fuera de guión y de grabadora... y una confidencia...
¿Cómo te ves el próximo Lunes Santo?
Vestido con mi túnica, eso desde luego. Ese es el sitio de cualquier hermano, también de los que han llevado costal o tocan algún instrumento cuando deciden abandonar esa otra forma de hacer Estación de Penitencia. No entiendo que haya hermanos antiguos de la hermandad, incluso fundadores, que puedan ir alrededor de los pasos haciendo fotos... el sitio de cualquier hermano está formando parte del cortejo.
Ojalá todos los cofrades de nuestra ciudad tuviesen esta premisa tan clara como Jesús. Mejor le iría a nuestros cortejos, cada vez más vacíos de cirios y más llenos de todo lo demás.
Nos marchamos de la Casa Hermandad de la Estrella con un sincero apretón de manos, un agradecimiento, y por nuestra parte la extraña sensación de si realmente el universo cofrade evoluciona en positivo, o estamos perdiendo a las mejores piezas por el camino.
Recordatorio De Cerca, las entrevistas de Gente de Paz